La canciller dijo que el golpe de Estado no es un producto del gobierno de Obama, sino que se comenzó a fraguar en el período de George Bush.
La crisis hondureña parece estar entrando en una nueva fase, con plazos cada vez más cortos para cualquier eventual solución. “El 1 de septiembre comienza una nueva era”, dijo la canciller del presidente depuesto Manuel Zelaya, Patricia Rodas, en declaraciones durante su estadía en San José, la semana pasada, para asistir a la reunión del SICA.
El 1 de septiembre debía comenzar la campaña electoral, de cara a los comicios de noviembre. Sin embargo, este proceso está cuestionado por la comunidad internacional que no acepta su realización bajo el control del régimen de facto que tomó el poder en Honduras el 28 de junio pasado.
El proceso electoral no se reduce al día en que la ciudadanía va a las urnas, sino que se inicia mucho antes. En este caso, comienza con el retorno de Zelaya al poder, afirmó Rodas.
La Organización de Estados Americanos (OEA) plantea claramente el no reconocimiento del régimen que surja del gobierno inconstitucional de Honduras, agregó. Los candidatos de los dos partidos tradicionales no han despertado de su pesadilla, son candidatos golpistas. Es inaceptable que traten de legitimar el golpe de Estado con el proceso electoral. La OEA no debe reconocer el proceso electoral, ni cualquier gobierno que surja de ese proceso, enfatizó.
MISIÓN DE OEA
Sobre la misión de la OEA que visitó Honduras la semana pasada, en un nuevo intento para que el gobierno de Roberto Micheletti aceptara el “Acuerdo de San José” para resolver la crisis, Rodas afirmó que el presidente de facto “intentó humillar a los cancilleres enviados por la OEA.”
Ese acuerdo, dijo Rodas, “no es perfecto, plantea injustos desbalances, pero es lo único que hay en el escenario internacional para resolver la crisis”. Entre esos desbalances citó la integración de un gobierno de unidad nacional, “conformado por algunas personas a las que nunca votó el pueblo hondureño”.
NUEVAS SANCIONES
Consultada sobre lo que continúa, luego del fracaso de la misión de esa OEA, pidió lo que calificó de “sanciones reales al régimen golpista”, entre las que citó medidas económicas, financieras, políticas y sociales.
“Que no quepan en ninguna sociedad del mundo, que se planteen sanciones personales. Ya los Estados Unidos lo está haciendo, suspendiendo las visas a los golpistas y a sus familiares, así como los servicios consulares en Honduras. Los sectores golpistas tienen intereses, casas en el exterior, cuentas bancarias, dependen del turismo, agregó. Hay empresarios que han financiado el golpe a través de sus bancos”, aseguró.
Y añadió, “Estoy esperando un comunicado de la AID notificando la suspensión de su participación en apoyo al proceso electoral.
Tendrá que ser castigado el golpismo. Los golpistas padecen de una enfermedad terrible: el cinismo. Caminan directamente relacionados con el crimen organizado, con capitales mal habidos.”, dijo la canciller hondureña.
Finalmente, reiteró que no están “dispuestos a abandonar el derrotero de la diplomacia”.
“El presidente Manuel Zelaya entregó un documento a la misión de la OEA donde detalla cómo se produjo el golpe, quienes son sus autores intelectuales y sus autores materiales. Es un informe que resume la tragedia del golpe de Estado y fue entregado a la misión de la OEA en Tegucigalpa por la vicecanciller, pues a mí no me dejan volver al país”, afirmó Rodas.
“Tenemos que ayudar al gobierno de Obama, porque en Estados Unidos hay sectores realmente reaccionarios que no le permiten avanzar. No podemos obviar la política interna de cada país. Obama no es sólo uno de los hombres más influyentes del mundo, sino que es también presidente de los Estados Unidos y tiene que lidiar con una realidad que lo sorprende”. En realidad, destacó, “el golpe de Estado no es un producto del gobierno actual, este golpe se comenzó a fraguar en el período de Bush”.
2-Set-09
