La eliminación de Francia, más las irregularidades de Argentina e Italia, lanzan dos nuevos favoritos al título de campeón mundial de fútbol.
Cero goles. La selección de Francia fue aniquilada por Dinamarca en su tercer juego del Mundial; ni el carismático Zidane pudo hacer algo.
El campeón del mundo, Francia, se despidió trágicamente el 11 de junio de la Copa del Mundo, sin anotar un gol en tres presentaciones. Drama futbolístico sin parangón.
Antes, Argentina fue derrotada por Inglaterra y el pasaporte a los octavos de final del otro gran favorito, se definía en la madrugada del miércoles 12, hora nacional, cuando los platenses estaban obligados a vencer a Suecia, el supuesto seleccionado más débil del
«grupo de la muerte, que salió respondón, pues le cortaron el pico a las águilas nigerianas y después, no se dejaron vencer por el corte inglés.
Un empate contra Argentina, le daba a Suecia la clasificación y el potente equipo suramericano, seguiría el triste sendero de los galos, con lo cual, este Mundial, de por sí ya conmocionado por la despedida de los «bleues», pasaría a la historia como el más sorpresivo y traumático.
En todo caso, al leer estas líneas, ya ustedes conocen el resultado de suecos y «chés» y a ver qué pasa.
SIGUIÓ ITALIA
Las casas de apuestas más tradicionales del orbe, al mirar el temprano derrumbe de los actuales monarcas y observar con estupor, cómo Inglaterra daba cuenta de Argentina, variaron sus proyecciones y de pronto, surgió Italia como clara favorita a ganar el Mundial.
No se acababan de imprimir las informaciones internacionales que anunciaban el nuevo giro de los apostadores, cuando Croacia, con sangre y hormonas, liquidaba al mezquino equipo italiano que, cuidando un 1-0 de su goleador Cristian Vieri, en tres minutos vio cómo los de cuadros rojos despedazaban su retaguardia y les hacían dos.
Otro favorito entraba en estado de agonía, obligado a vencer a México en la madrugada del jueves 13, dos horas después del choque Costa Rica-Brasil.
Así, con Francia eliminada y con Argentina e Italia en situación comatosa, se abrió la ruta para que los dos otros grandes, históricos y tradicionales favoritos, Brasil y Alemania, el primero, tetracampeón del orbe y la segunda, tricampeona, se perfilaran proyectados directamente al título.
Los teutones terminaron invictos en su grupo E, pues aplastaron 8-0 a Arabia Saudita, empataron con Irlanda y a base de puntapiés, liquidaron y eliminaron a los leones de Camerún.
Brasil, por su parte, le endosó cuatro goles a China y salvó a duras penas su juego contra Turquía, acumulando seis puntos que lo lanzaron a la fase siguiente, sin importar el resultado final contra Costa Rica.
Ahora, cabe analizar el camino que espera a estas dos potencias, en lo que resta del torneo, para reafirmar su favoritismo, que no aparta de esta condición a selecciones que, como las de Argentina, Italia e Inglaterra, pueden reaccionar si evaden la eliminación y pasan a la siguiente fase. Incluso obtuvo credencial de favorita la sorpresiva Senegal, a pesar de su desinflonazo en el segundo tiempo ante Uruguay, que casi les cuesta la eliminación.
Senegal vencía a la celeste 3-0, se dejó empatar 3-3 y en el cierre, Richard Morales tuvo para hacer el 4, lo que hubiese dejado a los africanos, verdugos de Francia en el juego inaugural, fuera de competencia.
LOS DOS CAMINOS
Alemania, como ganador del Grupo E, debe enfrentar en octavos de final al segundo lugar del Grupo B, puesto que disputan Suráfrica y Paraguay y que parece destinada a los surafricanos.
Paraguay perdió sus dos primeros partidos, después de ir ganándolos al término de la primera parte, pero la situación del grupo le dio un último chance de clasificarse, si golea a Eslovenia y España da cuenta de los africanos, misión difícil.
La tiene más fácil Suráfrica, que ya derrotó a Paraguay y se mide con una España clasificada.
En todo caso, pareciera que para los germanos, ni Suráfrica, ni Paraguay, serán mayor obstáculo para ubicarse en los cuartos de final del Mundial, donde enfrentarían a Italia, si estos repuntan ante México, o si no, también pueden vérselas con el reactivado Portugal e incluso, Corea del Sur.
El camino para Brasil se supone más que despejado en los octavos de final, donde enfrentaría a Japón, Bélgica o Rusia, tres selecciones modestas del Grupo H, el más débil en competencia.
Tendríamos al equipo donde juega Ronaldo en cuartos de final y ahí, pueden enfrentar en un clásico suramericano a Argentina, si esta logra acomodarse como líder del Grupo F, o a la misma Inglaterra.
Como observamos, si Brasil y Alemania sobreviven a los octavos de final, en cuartos se presenta más cómodo el sendero para los germanos. Que nadie dude que si Brasil sale avante de su eventual compromiso ante ingleses o argentinos, ya pueden ir firmándolos como pentacampeones del mundo.
El 14 de junio, el partido entre Polonia y Estados Unidos cierra la primera fase del Mundial de Fútbol que también presentó como factor sorpresivo y muy agradable para la Confederación Deportiva (antigua CONCACAF), el invicto de sus tres representantes: México, Estados Unidos y Costa Rica en los dos primeros partidos en su grupo, en contraste con el desplome de parte del continente negro que vio cómo Nigeria y Camerún, otrora proyectadas a vuelos muy altos, se desplomaron.
Ojo también con Portugal, España e Inglaterra, que se pueden colar a la gran final y recuerden también que si Costa Rica se clasifica a la siguiente ronda, tendrá que vérselas casi seguro con Japón, uno de los anfitriones, lo que aumenta el margen para seguir soñando e imaginarnos a nuestra tricolor, sorprendentemente en los cuartos de final de este inquietante Mundial.
