Una retrospectiva por diferentes etapas de la creación artística del pintor costarricense Rafa Fernández, se expone en el Museo Nacional hasta el 25 de mayo.
El Museo Nacional ofrece una variada muestra del trabajo de «Rafa» Fernández, Premio Magón 2002.
Un mundo de personajes fantásticos y mujeres soñadoras envueltas en una atmósfera de colores levitantes muestran la intensidad de la creación artística del pintor Rafa Fernández, en una exposición que sirve como homenaje al aporte cultural del artista, galardonado con el Premio Magón 2002.
Con motivo de la entrega de los premios nacionales de cultura, el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes decidió rendir un homenaje a Fernández con una exhibición de la obra del artista nunca antes vista, la cual incluye obras de colecciones privadas y de diferentes instituciones públicas.
La obra del renombrado artista estará expuesta en la sala de exhibiciones temporales del Museo Nacional, del 5 al 25 de mayo.
De la vasta producción artística del pintor, fueron seleccionados 36 cuadros que abarcan algunos de los períodos del creador, quien se recupera de dos derrames cerebrales que lo afectaron el año pasado.
«Es un duelo interno entre la paz más absoluta y el dolor más intenso que remata en la creación artística», expresa una de la citas de Fernández.
Según el curador de la exposición José Miguel Rojas, en los dos primeros períodos de producción artística, que van de 1957 a 1962 y de 1964 a 1967, son años de aprendizaje de Fernández en el que se marca la influencia de otros artistas centroamericanos cuando sale a estudiar a Nicaragua y Honduras.
Es a partir de la tercera etapa (1968 1970) cuando aparecen elementos más personales y de corte social que caracterizan las pinturas del artista.
De esta forma, la obra de Fernández fue evolucionando a una cuarta y quinta etapa (1977 1979) y (1979 1990), en las que predominan elementos fantásticos y figurativos, y aparecen sus amadas mujeres. La retrospectiva también muestra obras más recientes.
Para Rojas uno de los aportes más importantes de Fernández es su participación junto con otros artistas en el Grupo Taller, en el que se desarrolla como pintor figurativo y se destaca por sus temas fantásticos, llenos de un aire misterioso y dramático en el que emerge la figura de la mujer. En esta época tuvieron gran importancia las enseñanzas de su maestro Manuel de la Cruz González.
COLECCIÓN DIVERSA
La exposición reúne piezas de las colecciones del Banco Central, Banco de Costa Rica, Caja Costarricense de Seguro Social y Museo de Arte Costarricense.
Además, se exhiben obras de la colección de Marta Antillón, galerista que lo dio a conocer en la década de los 70 y de la colección de Alma Fernández, hija del pintor.
El 5 de mayo Fernández recibió el Premio «Magón» por considerarse uno de los máximos representantes de la creación plástica en nuestro país.
Este incansable artista nació el 24 de octubre de 1935 en San José y a los 17 años hizo evidente su pasión por el arte. Inspirado en su padre y la afición de éste por la música clásica, la ópera y los toros, plasma sus primeros dibujos, caracterizados por el color y el ritmo de la línea.
Inició sus estudios formales en la Casa del Artista y luego en la Escuela de Bellas Artes de Managua. A finales de los años 50 regresó a Costa Rica y reafirmó su vocación artística. Posteriormente viajó a España y ganó su primer premio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Su talento ha sido reconocido en diversas ocasiones, entre ellos el «Aquileo J. Echeverría», que ha recibido en tres ocasiones.
Su obra es apreciada en Panamá, Honduras, Guatemala, El Salvador, y también en Madrid, Barcelona, París y New York, entre otros lugares. Hoy forma parte de museos, colecciones públicas y privadas, tanto nacionales como extranjeras.