Yadira Calvo dijo estar muy feliz con el Magón 2013, sobre todo porque lo recibió rodeada de su familia. (Foto: archivo)
La escritora Yadira Calvo (nacida en Cartago el 23 de diciembre de 1941) fue la galardonada con el Premio Magón 2013 por su aporte en la literatura, desde la cual ha realizado una constante defensa de la equidad entre hombres y mujeres, por considerar que la palabra permite alcanzar ese ideal en la sociedad actual.
También, fue premiada el pasado 28 de enero Georgina Acevedo, de Cañas, Guanacaste, quien fue designada con el Premio de Cultura Popular, por su constante aporte en este campo.
Para el jurado, “el aporte de Yadira Calvo al desarrollo de la ensayística costarricense representa la visibilización y promoción del sujeto femenino”.Calvo manifestó a UNIVERSIDAD que se “siente orgullosa de ser una escritora feminista”, como algunos la tildan, al tiempo que asegura que “no le molesta” ese calificativo.
“Ningún movimiento que busca una reivindicación social puede ser perjudicial para la sociedad y es lo que sucede con el feminismo, que posee sus propias ideas”, dijo.
“No esperaba recibir el Magón, por la sencilla razón de que cada año se puede premiar solo a una persona y eso hacía muy difícil alcanzarlo”. La noticia, por lo tanto, no dejó de sorprenderla. “La recibí rodeada de mi familia y eso hace que la felicidad sea doble”, enfatizó.
Calvo −quien fue profesora de la Universidad de Costa Rica (UCR) y autora de libros como “Terminología feminista” (2012); “Las líneas torcidas del derecho” (1993); “De diosas y dragonas” (1995); “La canción olvidada” (2002)− ha centrado su producción en indagar vías para combatir lo que ella considera una desigualdad inadmisible, por el simple hecho de ser mujer. De ahí que toda su producción esté enfocada en el tema de la reivindicación de la equidad entre hombres y mujeres.
La ganadora del Magón 2013, que es la máxima distinción con que se premia una vida dedicada a la cultura en el país, es oriunda de Tucurrique, Cartago, de donde su familia emigró cuando ella era apenas una niña, y ese traslado a la capital tuvo relación, justamente, con los afanes de que ella pudiera estudiar.
“El descubrimiento de la lectura fue el hallazgo de una mina: goce, aprendizaje, fantasía, reflexión, vida interior y malestar. La idea de que mi sexo se estimara inferior me resultaba, y me sigue resultando, intolerable”, expresó cuando fue designada a la Galería de la Mujer del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).
“No sé cuánto la literatura me ha cambiado la vida, pero lo que sí es cierto es que soy una lectora voraz”, expresó esta mujer de 71 años y residente en Guadalupe de Goicoechea.
Está convencida de que la palabra puede cambiar la vida de hombres y mujeres y esa premisa es la que prevalece en muchos de sus escritos, destinados a reivindicar la condición de la mujer en la sociedad.
El género literario que abrazó la escritora, madre de cuatro hijos, es el del ensayo, porque al ser este “literatura de ideas” −como recuerdan las distintas definiciones− le permite moverse en el ámbito de la discusión y del intercambio de perspectivas.
En el anuncio, el ministro de Cultura y Juventud, Manuel Obregón, manifestó que Calvo ha trabajado en la “transformación de una sociedad muy conservadora en Costa Rica”, la cual era, cuando nació la escritora, “muy machista y patriarcal”.
Calvo considera que en la actualidad la sociedad costarricense muestra avances en cuanto a la disminución del machismo, pero que este es tan sutil, tan ágil, que se transforma para aparecer de distintas maneras.
La autora de “Éxtasis y ortigas” (2004) mostró, desde muy joven, su inclinación a las letras, dado que aprendió a leer desde antes de ingresar a la escuela y desde un principio tuvo facilidad para la escritura. Cursó la secundaria en el Colegio Napoleón Quesada. Posteriormente, estudió educación en la Escuela Normal, en Heredia, y se graduó en Filología en la UCR.
En su carrera literaria se contabiliza una producción de once libros publicados, siempre sobre temas relacionados con la mujer y su desafío de alcanzar la igualdad. En la actualidad, se dedica solo a la escritura, dado que su función docente ya culminó tras muchos años de labores en la Universidad Nacional y en la Universidad Autónoma de Centroamérica.