El presidente de la Federación de Fútbol, Hermes Navarro, antes de ser reelecto, ya busca espacios para foguear a la tricolor.
La Selección Nacional, formada por sus nuevos integrantes, podría iniciar su etapa de fogueos con miras al Mundial Alemania 2006, este mismo año o bien hasta el 2004.
La falta de fogueos contra selecciones y equipos de renombre mundial y la carencia de definición, se consideran los dos factores determinantes que le costaron a la Selección Nacional, su eliminación en la primera ronda del Mundial de Fútbol, recién terminado con la campeonización de Brasil.
Después de competir en la Copa de Oro que se celebró en enero y febrero pasados, con el título para los Estados Unidos, que venció a la tricolor 2-0, la Selección Nacional se quedó inactiva hasta el 27 de marzo, cuando enfrentó a una joven y débil selección de Marruecos.
Esas seis semanas que la Selección Nacional no trabajó, ya de cara a su participación en el Mundial, costaron muy caro: los jugadores de la tricolor se distrajeron al meterse de lleno en campañas publicitarias en que vendieron imagen y nombre; el técnico Alexandre Guimaraes aprovechó el receso para publicitar su segundo libro y se abrió un largo paréntesis en que jugadores y cuerpo técnico cambiaron el trabajo en la cancha, por los sets de la televisión y las agencias publicitarias.
Precisamente por esos días, las selecciones de México y los Estados Unidos, que hicieron ambas un mejor papel que la nuestra en el mundial asiático, se fogueaban contra las mejores de Europa.Un tímido partido ante Marruecos, un campamento en Asia, con empate ante Japón y derrota frente a Corea del Sur, el juego de práctica ante el juvenil de Camerún, el partido de despedida contra la renovada, nueva y poco conocida Colombia y el choque ya en la antesala del evento ante Bélgica, fue demasiado poco para pretender ir con éxito a la gran cita del fútbol universal.
GRAN LECCIÓN
La gran lección que dejó la eliminación de Costa Rica del Mundial de Fútbol, único equipo de la Confederación Deportiva en no pasar a la segunda ronda, combinada lógicamente con el pasaporte que sí lograron Estados Unidos y México, fue que para la próxima, hay que buscar e intensificar los fogueos.
El error más grave y garrafal de Hermes Navarro y los grupos que presidió, comandó o en los que delegó como presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, fue la incapacidad manifiesta que mostraron, con miles de excusas inaceptables, para buscarle fogueos a la Selección Nacional, partidos de verdad contra rivales calificados, de roce, de tradición, como única forma de asimilar y de aprender.
El jerarca de la Federación, en su momento, suplicó piedad por las críticas a esa falta de fogueos y manifestó que no los hallaba en ninguna parte del mundo o que se le caían en las horas o días previos a la cita; sin embargo, en los mismos días en que los medios de comunicación publicaban las razones de Navarro, estadounidenses y mexicanos se daban contra lo mejor del Viejo Continente.
La prensa internacional y los analistas del fútbol, fueron generosos al comentar la actuación de Costa Rica en la Copa del Mundo y esa generosidad con muchos elogios es merecida, porque la tricolor hizo un buen papel con su propuesta ofensiva y en busca del gol en sus partidos.
Pero, jugadores como Roberto Carlos, el mismo Rivaldo y otros analistas que comentaron el Mundial, fueron claros en que la deficiencia más notoria del equipo de Alexandre Guimaraes fue «su inexperiencia».
Esto los llevó a la debacle contra Brasil; la falta de roce y contundencia, los hizo perder 45 minutos de tiempo, analizando a un rival que finalmente demostró su incapacidad y novatada manifiesta como lo fue China, al cual se debió arrollar desde el arranque del partido. Esa falta de roce con el balompié del primer mundo del planeta, también se evidenció ante Turquía.
Si se quiere aspirar a lo mejor, hay que rozarse con lo mejor; esa falta de fogueos fue onerosa, tanto que fuimos eliminados dentro de un grupo que era negociable y accesible, a pesar de que dos de sus integrantes, Brasil y Turquía, crecieron tanto conforme avanzó el torneo, que se quedaron con el título, los suramericanos y el tercer lugar, los turcos.
Otro punto que desnudó deficiencias, fue el trabajo de los asistentes de Guimaraes, Eduardo Méndez y Rodrigo Kenton, porque por lo visto en los tres partidos del Mundial, Costa Rica le tuvo demasiado respeto a China, digamos que controló bien a Turquía, pero tenía un desconocimiento total de los jugadores reservistas de Brasil que, como Junior y Edilson, nos despedazaron.
¡A TRABAJAR!
El campeonato mayor de fútbol se inicia el domingo 4 de agosto; contempla un Torneo de Apertura a dos vueltas y el de Clausura, igual; si hay un equipo distinto como ganador de uno u otro torneo, se juega una serie final que lo alarga una semana más.
Apertura y Clausura consisten de 44 fechas; el primero ya las tiene definidas y va del 4 de agosto al 22 de diciembre; en esta fase será muy difícil cederle fechas a la Selección Nacional.
El Clausura iría del 12 de enero al 25 de mayo de 2003 y en esta etapa hay que abrirle espacio al equipo tricolor, que debe jugar en enero el Torneo de Naciones de UNCAF.
Hermes Navarro ya hizo «lobby» con los directores de la Unión Nacional de Fútbol (UNAFUT) y no solo les pidió las siete fechas que obliga la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), para juegos interselecciones, dentro de una calendarización ya establecida por el máximo organismo rector del balompié en el mundo, sino que el actual presidente del ente federativo, solicitó prácticamente 3 meses (84 días) para el trabajo de preparación de la Selección Nacional.
Navarro quiere que el seleccionado cumpla con 12 partidos de fogueo, los siete de FIFA y cinco más y que trabaje microciclos de siete días, para amalgamar y conjuntar al grupo, con el propósito también de que esos partidos de práctica, le generen ingresos a la Federación, que debe cumplir urgentemente con los costos que va a generar las participaciones de las selecciones Sub 23, juvenil e infantil en torneos y eliminatorias internacionales, incluyendo el ciclo olímpico.
Sobra decir que se espera que Alexandre Guimaraes acepte la oferta que le hará la Comisión de Selecciones Nacionales, para que reanude su trabajo como técnico de la Selección Mayor y supervisor de las otras categorías.
EXISTE OTRA RUTA
Por ahora, el diálogo y la comunicación entre el jerarca de la Federación, Navarro y los directores de la UNAFUT, es cordial y positivo; muchos lo analizan como una prolongación de la luna de miel que el presidente de la Federación de Fútbol se garantizó, al invitar a los directores de la UNAFUT al Mundial de Corea y Japón, aceptada por todos los miembros de este organismo, a excepción de su presidente, Arcadio Quesada.
Hoy, la UNAFUT, otrora rival del presidente de la Federación, dado que ellos representan a los doce equipos de la primera división y se dan los roces entre selección y equipos por el calendario y desarrollo del campeonato, parece estar aliada con Hermes y le dice que sí a todos los planteamientos del jerarca. Pero, en cualquier momento, esta buena disposición se puede romper porque hay varios presidentes de club que no riman con los deseos y proyecciones del federativo.
Para ellos, ahora es época de campeonato y terminado el Mundial, feneció la etapa de la tricolor.
Incluso, se comenta la posibilidad de seguir el ejemplo que hoy dicta la dirigencia del fútbol mexicano, que ha paralizado todo lo relativo a su selección nacional mayor, por espacio de dos años.
México arrancará con su preparación para el Mundial en Alemania 2006, hasta el año 2004 y esto quiere ser imitado por algunos de los presidente de los clubes más fuertes del fútbol nacional, que son los que aportan más futbolistas a la tricolor.
Como se ve, esa armonía de hoy entre Hermes Navarro y sus invitados al Mundial, se puede quebrar en cualquier momento, una vez entren en acción algunos de los jerarcas de los equipos, a quienes gusta mucho la idea de formar una selección con el líder del campeonato como base, para ir a la UNCAF, quince días antes del torneo, y buscar esos fogueos de peso en el ámbito internacional para el seleccionado, en ruta al Mundial alemán, dos años antes de que se inicie la competencia y no desde ya, como aspira Navarro.
¿Guerra en puertas?
