Con la salud del pueblo no se lucra

Sin embargo,  no todas las  personas tienen acceso a esos productos, ya que para miles de costarricenses que viven en la pobreza, el precio

Un aspecto clave para el combate de epidemias es el uso de métodos de desinfección y esterilización. Para  enfrentar la amenaza de la influenza AH1N1, la utilización de productos de higiene personal resulta fundamental. El propio Gobierno de la República ha hecho un llamado a la población para incrementar las medidas de higiene. 

Sin embargo,  no todas las  personas tienen acceso a esos productos, ya que para miles de costarricenses que viven en la pobreza, el precio les impide adquirirlos.  Dicho llamado se ha  visto limitado por los impuestos que pesan sobre tales artículos, aumentando así  el riesgo de expansión de la pandemia.
Hasta el momento el Poder Ejecutivo no ha hecho lo necesario para facilitar la adquisición de los productos y, por el contrario, ha trasladado su  responsabilidad al sector privado. Así quedó en evidencia en el  discurso del Presidente de la República del 1º de mayo, quien solicitó a las casas farmacéuticas no aumentar los precios de esos artículos ni enriquecerse a costa de la congoja del pueblo.
Comparto el llamado del señor presidente para que el sector privado, voluntaria y solidariamente, se sume a las medidas de protección que requiere la situación actual, pero no podemos pasar por alto la legítima necesidad de que el propio Estado no lucre a expensas de la angustia de las personas, manteniendo elevados impuestos sobre artículos fundamentales para hacer frente a esta pandemia.
El muchos casos eso significa que un padre de familia deba sacrificar la compra de un pedazo de carne para poder adquirir un  frasco de  alcohol en gel para que su hijo no se exponga al contagio en la escuela. Asimismo, aquel estudiante que tenga que viajar a pie para ahorrar dinero para sus enseres de aseo personal o aquella humilde escuela que deba destinar recursos para estos fines a costa de disminuir la cantidad de alimentos para su comedor. Recordemos que para una familia pobre ¢1.000. pueden significar la diferencia entre  almorzar solo arroz y frijoles o tener la oportunidad de agregarle algo más.
Es por ello que la  Fracción del Movimiento Libertario presentó el Proyecto de Ley denominado: “Incentivo en acciones preventivas contra las enfermedades infecto-contagiosas”, que a la corriente legislativa bajo el Expediente Nº 17.367. Con este se pretende exonerar de impuestos estos productos para hacerlos más accesibles a la población; en algunos casos el precio se reduciría a la mitad.  Se debe pensar de una manera solidaria; no es bueno que los intermediarios se enriquezcan con la desgracia de las personas que enfrentan peligro de muerte si no se tratan con las respectivas medidas sanitarias. También es inmoral que el Estado lucre con los impuestos a los productos necesarios para  garantizar la salud de la población.

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