En octubre de 1937 en la Dominicana del dictador Rafael Leónidas Trujillo se realiza una matanza de entre 20.000 y 35.000 campesinos negros de nacionalidad dominicana y padres haitianos.
A esta masacre comúnmente llamada del perejil, ya que la policía local para poder distinguir a los negros haitianos de los locales, llevaban casa por casa en su mano un ramo de perejil y hacían pronunciar a estos la “r”. Los que no la pronunciaban correctamente se sabía que su lengua materna era el creole y no el español.
Posteriormente fueron llevados mujeres, ancianos y niños a fincas donde fueron asesinados por las fuerzas trujillistas.También participaron alcaldes terratenientes y civiles dominicanos en la ejecución.
El Chivo, como el escritor Vargas Llosa llama en su obra biográfica al dictador caribeño, era racista y sentía temor ante el aumento de la población haitiana en su país, la pérdida de empleos de sus conciudadanos y por ende su popularidad y poder. Además que estos haitianos se situaban principalmente en las fincas fronterizas, el dictador temía la pérdida de ingresos por parte del fisco ante la aparición de ciudadanos con nacionalidad mixta.Un día antes del inicio de la matanza el 2 de octubre, Trujillo pronuncia en la provincia de Dajabón un discurso provocativo “antihaitiano”, y promete solucionar este problema. Esta finaliza el 8 de octubre y la mayor parte de los muertos son “tirados” al fronterizo río de nombre valga la redundancia, Masacre, escenario de una batalla anterior colonial entre España y Francia.
Los EE.UU. −que apoyaban a su aliado incondicional Trujillo pero tratando de evitar un pleito entre vecinos− ordenan reparaciones para los haitianos, pero estas nunca llegaron a la población. Acordémonos que este país había ocupado la isla de Haití desde 1915-1934 ordenada por el premio nobel de la paz Woodrow Wilson y para proteger intereses del Citibank. Los trabajadores haitianos de las plantaciones norteamericanas no son ejecutados en la masacre, pero se sabe que sus condiciones eran de esclavitud.
Para el segundo país en declarar su independencia en América Latina −solo después de los EE.UU.− y el primer país del mundo en liberar a los esclavos, incluso antes que los ingleses que se precian de hacerlo. ¿Por qué tanto sufrimiento. Haití no es reconocido por los EE.UU. de Thomas Jefferson inmediatamente después de su independencia en 1804, sino hasta 1862 por Abraham Lincoln.
Y el país no termina de sufrir en los finales del siglo XX y comienzos del XXI, con la dictadura declarada vitalicia de Jean Francois Duvalier y su hijo Jean Claude llamados comúnmente “Papa Doc” y “Baby Doc”, que empobrece a su población y la aterroriza a través de su policía secreta llamada “les tontons macoutes”.
Y por último el terremoto del 2010 de siete grados, que mató a 220.000 personas aproximadamente y dejó al país sin infraestructura.
Oh Haití, porque fuiste el primero en liberar a los esclavos….