La renuncia a la política

Ahora bien, siendo así, acaso se pueda tomar esta manifestación recurrente como síntoma de algo más. Quizá habría una discrepancia, entre las expectativas de

En los últimos años cualquier costarricense de a pie podría albergar la sospecha de que la renuncia en altos cargos públicos se ha vuelto más recurrente. No es para menos. En lo que va de esta administración Chinchilla, ya han renunciado dos Ministras, dos Viceministras, y un diputado.Esto sólo para muestra, pues en la pasada administración Arias y en las administraciones todavía anteriores, ha venido siendo noticia la renuncia en todo tipo de puestos del gobierno, y nótese, no ha trascendido ninguna renuncia por condiciones laborales; se sabe que estos puestos son muy bien remunerados, se cuenta con asistentes y múltiples recursos, lo cual lleva a sospechar que sea política la posible motivación del retiro prematuro de un puesto.

Ahora bien, siendo así, acaso se pueda tomar esta manifestación recurrente como síntoma de algo más. Quizá habría una discrepancia, entre las expectativas de la persona que asume el puesto y la realidad que confronta, que le lleva a renunciar; esto en el marco de las influencias ya harto demostradas de los Arias Sánchez. Recapitulando entonces, la gran duda es que si la política se entiende como una contienda abierta de intereses, parece ser que algunos políticos de profesión no están dispuestos a comprometerse, prefieren apartarse antes que denunciar o luchar por lo que consideren digno y oportuno de la gestión posible en su cargo.

Aunado a la sensación de que las renuncias son ya algo del curso natural de la política, esto se podría unir a aquella otra sospecha de que la gente honesta no se mete en política, porque corrompe. El saldo es que se alimenta la apatía por la incursión en la política y quienes llegan a altos cargos, y renuncian, dan la impresión de que si no se puede hacer lo que se quería en un primer momento, no hay cabida para la negociación, la disputa, el debate y toda confrontación esperable en la política.

Las influencias y proyectos indeseables en política se deben combatir en las calles como en los parlamentos y despachos, pero en este país se criminalizan y reprueban las manifestaciones (aunque no sean violentas) ciudadanas, y además se ve con frecuencia la renuncia a la disputa por vías formales; lo anterior facilita la gestión de otros, mucho más ávidos de poder, que se instalaron hace mucho en la política estatal y siguen ahí, incluso sin necesidad de un puesto, lo cual les hace peligrosos, pues gozan aparentemente de las mismas facilidades de antes sin la responsabilidad de rendir cuentas en calidad de funcionarios públicos.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

La legislación minera es escasa en el mundo y más en Costa Rica; los derechos de los obreros son inexistentes. Pero lo más importante

Los diputados de oposición valoraron positivamente la receptividad de la presidenta Laura Chinchilla, ante su solicitud para que la mandataria tome cartas en el

La comisión especial legislativa que investigará el presunto tráfico de influencias en el Poder Judicial y el manejo de los fondos donados por el

El pintor José Vargas siempre anda buscando ventanas para mirar al mundo y esa pasión lo llevó a rastrear dicha noción en el renacimiento

Se han hecho fortunas enteras en Centroamérica y en Costa Rica, disminuyendo cada vez más el nivel de calidad de vida de la fuerza

Como organización de trabajadores que representamos al mayor número de educadores de este país, se  nos participó en la exposición del resumen de este

“Las operadoras privadas Claro (de México) y Telefónica (España) vienen a descremar el mercado, sólo interesadas en la parte más atractiva del negocio”, aseguró

La Procuraduría General de la República dio el aval al procurador ambiental, Mauricio Castro, para que redactara el recurso de casación que presentó
Semanario Universidad