Este tema me recuerda mis tiempos de docente en la Universidad de Costa Rica, cuando trataba de convencer a los estudiantes de que para ver al microscopio los detalles de un microorganismo, era necesario usar un lente de poco poder (para ubicar el objeto de nuestra atención), y luego uno de alto poder, a fin de observar sus detalles.
La costumbre de enfocar directamente con el mayor poder estaba tan arraigada que para convencerles realizaba un ejercicio muy sencillo. Les escribía, con letra grande, una palabra en la pizarra y solicitaba a un estudiante que, con las puntillas de sus zapatos pegadas al rodapié y con la nariz a escasos 10 centímetros de la pizarra, leyera la palabra escrita. Este ejercicio nos demostraba, al mismo tiempo que nos hacía reír, la imposibilidad de ver aquello que se tiene demasiado cerca!!
La magnitud y la duración del impacto que tendrá en nuestras vidas la fuerte crisis financiera mundial y los desaciertos de este gobierno son motivo de gran preocupación. El número de familias pobres y los extremos que alcanzará su pobreza van en aumento.
Cuando vemos que el 19% de las familias costarricenses no han podido cubrir sus necesidades básicas de alimentación y de vivienda en tiempos en que el país ha tenido un crecimiento económico de 6,5% , cuando sentimos temor al caminar por nuestras calles, cuando palpamos el deterioro de nuestra educación pública y observamos el aumento de la deserción estudiantil. Cuando vamos a la feria del agricultor o al supermercado y vemos que el dinero que llevamos ya no nos alcanza para nada porque el deterioro de nuestros salarios, del salario de la clase trabajadora de este país, es real!
Cuando vemos que día a día se destruyen nuestros bosques, y se atenta contra la diversidad de nuestra fauna y flora, que por años nos ha dado una ventaja comparativa al atraer a miles de turistas que vienen a nuestro país en busca de un encuentro con la naturaleza. Cuando vemos que hemos vendido la mitad de nuestras tierras guanacastecas… que las hemos cambiado por collares y espejos! Nos damos cuenta de que Costa Rica requiere de un cambio. Comprendemos entonces cómo muchos costarricenses hablan de conformar una coalición que asegure el triunfo electoral y político en el 2010.
Mencionan la necesidad de presentarnos bajo una sola bandera que una a todos los costarricenses que creemos en una sociedad solidaria y responsable. Plantean la necesidad de una democracia participativa, de agrupar a todos los costarricenses que han dejado de votar durante los últimos años cansados de la corrupción e inanición de los últimos gobiernos. Pero al igual que mis estudiantes están cometiendo un error. El árbol nos impide ver el bosque!
La alternativa que buscamos ya existe. Ya tenemos esa opción para el cambio. Una opción que promueve un desarrollo humano, sostenible y en armonía con el medio ambiente. Una opción abierta a todos los costarricenses sin importar su sexo, nivel socioeconómico o edad, una opción que promueve la diversidad, la equidad, la ética y el respeto a la institucionalidad. Una opción inclusiva, que ha logrado unir gente que militó en diversos partidos políticos con el sólo propósito de abrazar una agenda de compromiso, de trabajo, de transparencia. Nuestra opción es el PAC. Un partido que llegó para quedarse. El partido del futuro.