Libros de perro azul

Al considerar la cantidad de títulos que mensualmente se publican en Costa Rica y la agitada labor de las editoriales institucionales, aparte de las múltiples publicaciones de tipo oficial o especializado, no cabe duda de que la producción editorial costarricense es la más vigorosa de Centroamérica.

Aunque eso no quiere decir que ocurra lo mismo con la producción literaria, pues muchos textos, como se comprueba cada vez que hay un encuentro de escritores de la región, duermen en el archivo de inéditos.

Escribir es un arte, pero la edición es una industria.

La necesidad de comunicar el fruto de su escritura muchas veces lleva a los autores a la frustración, cuando enfrentan el duro mundo de las editoriales.

Algunos optan por la paciencia y esperan que las editoriales oficiales favorezcan su publicación, otros, más atrevidos, atisban las convocatorias de concursos y envuelven su esperanza en fotocopias y seudónimos, hay quienes arman su libro, pagan una imprenta y sacan el número de ejemplares que puedan caberles bajo el brazo con una mano en el bolsillo.

Por eso, la labor de las editoriales independientes ha sido fundamental históricamente en el desarrollo de la literatura.

En Costa Rica ha sido todo un fenómeno el trabajo de la editorial Perro Azul. En sus escasos siete años de existencia, esta editorial privada ha dado un ejemplo de trabajo en ese campo. La serie de títulos con que cuenta, la calidad de sus publicaciones, la diversidad temática de sus colecciones, marcan una referencia en el quehacer cultural costarricense.

Lo que inició como un proyecto modesto ha logrado reunir en sus autores nacionales y extranjeros firmas de primer orden.

El empecinamiento de su director, Carlos Aguilar, ha hecho que la editorial no ceda a la tentación de editar libros de texto o la reimpresión de autores clásicos, como han hecho algunas otras editoriales independientes para sobrevivir.

Además, la diversidad temática es una característica que ha dado prestigio a sus colecciones.

Escritores consagrados y algunos primerizos conforman el variado ramillete de Perro Azul.

Poetas reconocidos como Mauricio Molina, Luis Chávez, Osvaldo Sauma, hasta narradores como Virgilo Mora. Algunos novelistas contemporáneos como Catalina Murillo o Alexander Obando, han visto sus primeras publicaciones con esta editorial. También en el tema de pensamiento contemporáneo, Helio Gallardo o Alexander Jiménez se han sumado a la compilación de títulos.

Aquí algunos títulos editados por Perro Azul que están en librerías y que sirven como muestra del trabajo que hemos querido destacar.

Autor de obras como Cachaza, La loca Prado o Las trampas del gato, V.A.  Mora o Polo Moro, como también ha firmado algunas veces, es uno de esos autores costarricenses que se salen del saco. Su obra narrativa ha sido analizada por destacados estudiosos literarios como María Amoretti, su voz como creador se distingue claramente.

En esta extensa novela autobiográfica narra momentos de una niñez en Costa Rica, las experiencias como joven estudiante en México, la inserción la sociedad de Estados Unidos, el intrincado mundo de la ciudad de Nueva York. Como dice Margarita Borreguero en el prólogo, no se trata de un relato ajustado a un desarrollo cronológico, sino vivencial. Esto hace al lector partícipe del texto y de los mundos que el autor invita a presenciar con una mirada aguda, descarnada pero profundamente sensible.

Merece este libro un comentario más extenso que ya ofreceremos más adelante.

Dentro de la colección miradas Subjetivas, que ha promovido el Centro Cultural Español, y cuyas ediciones han estado a Cargo de Perro Azul, ahora le tocó el turno a la danza. La licenciada en Historia del arte y bailarina veterana Marta Ávila ofrece aquí un libro único en su género y de necesaria consulta para aproximarse a uno de los movimientos de producción artística más vigorosos con que cuenta actualmente Costa Rica.

En realidad la historia de la danza en este país es corta y el desarrollo que ha tenido es acelerado. Como lo permite ver esta investigación, que en tres secciones nos lleva por un vistazo al mundo dancístico nacional en un periodo de diez años, de 1993 a 2004. Inicia con una abreviada historia desde los años 20 cuando Margarita Ezquivel y luego Margarita Bertheau iniciaron el movimiento.

En su segunda parte hace un recuento de trabajos presentado y sobre el desarrollo de la actividad y distintos grupos y coréografos en las fechas señaladas y cierra con un acertado resumen de entrevistas con creadores y bailarines. Acertado porque permite recibir la voz de los mismos artistas y sus opiniones tan pocas veces conocidas acerca de la danza en Costa Rica.

Estos 21 relatos de Carla Pravisani dan a conocer a una narradora con recursos, acertada con el lenguaje y buena estructura narrativa. Personajes y situaciones bien construidos sugieren un mundo literario propio. Posiblemente la autora prepare algo de mayor envergadura que relatos cortos.

Novela intimista que a la vez permite ver una época de la sociedad costarricense que aunque no muy lejana en el tiempo, parece incluso extraña a la contemporánea. Roxana Pinto asumió el oficio literario con seriedad, trabaja bien la palabra, narra con soltura la historia de esta mujer y se atreve con algunos recursos formales en el texto.

Dos teóricos e investigadores de la literatura ofrecen aquí una compilación necesaria sobre autoras contemporáneas, en realidad poco conocidas la mayoría de ellas. El problema de la escasa difusión del trabajo literario en nuestras sociedades muchas veces los académicos ayudan a paliarlo. Este es el caso de esta buena investigación que permite un panorama provocador que confirma que la producción literaria latinoamericana escrita por mujeres es diversa y rica en recursos y propuestas.

Aunque proveniente de otro desempeño social, como él mismo lo confiesa, José Francisco Correa se atrevió a reunir estos relatos de su cosecha, revisarlos cuidadosamente y darlos a conocer. Las sociedades de Costa Rica y Nicaragua, algo de su  tradición están en estos textos a ratos insólitos y a ratos divertidos que el autor ofrece con generosidad y sin aspavientos.

Algo similar a lo de Correa ocurre con este otro volumen de narraciones. Gerardo Contreras llama a la reflexión desde la anécdota. Historias breves, cotidianas, en ocasiones paradójicas, nos hacen darle otra mirada al mundo inmediato que nos rodea.

Eso es este libro, breves historias para compartir.

Este volumen reúne artículos muy atinados y esclarecedores acerca del tema de la multiculturalidad y la tolerancia en la sociedad contemporánea.

Los autores son firmas de primer orden sobre el tema y en estos breves textos ofrecen una reflexión desde sus lugares como investigadores o funcionarios de organismos internacionales.

El tema de las migraciones es uno de los principales en el inicio de este siglo. Mientras la globalización parece ser el concepto virtual con que se intenta analizar el presente, las migraciones son el concepto real que pretende ocultarse y que resulta el principal síntoma de la sociedad contemporánea.

Alexander Jiménez ha promovido varios encuentros sobre esta cuestión, algunos en las Tertulias del Farolito, patrocinado por el Centro Cultural Español.

Este libro reúne algunas ponencias presentadas en esas actividades y sin duda resulta un material de interés para comprender y reflexionar acerca de este fenómeno social.

La residencia del argentino Roberto Fragomeno en Costa Rica ha sido un acierto para la academia y en particular para la escuela de filosofía. Tanto por la riqueza de su provocadora propuesta como profesor y como por sus aportes como intelectual; tal es el caso de este libro que ya habíamos comentado en una ocasión anterior y que reflexiona acerca del tema ineludible de la condición postmoderna.