Óscar Arias Sánchez: Reconozco que desde Milicom quiero romper el monopolio de telecomunicaciones.
El expresidente de la República, Óscar Arias Sánchez aseguró que en caso de llegar de nuevo a la Presidencia de la República crearía la figura de superintendencias que -como ha sucedido en Europa y algunos servicios de Estados Unidos- velan de cerca «porque no se presten para convertirse en monopolios privados».
A esa conclusión llegó luego de consultarle si considera necesaria lo que él denomina «la apertura de los monopolios del Estado» creados por el mismo Partido Liberación Nacional (PLN) al que pertenece.
Algunos de estos monopolios son el del Instituto Nacional de Seguros (INS) y el de telecomunicaciones representado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Sobre este tema y el del retorno de la elección directa de diputados que decidió el pasado 27 de marzo el Partido Liberación Nacional (PLN) conversó el precandidato presidencial con UNIVERSIDAD.
Incluso, aclaró aseveraciones que hizo el legislador verdiblanco José Miguel Corrales sobre el papel que Arias juega como la cara de la oligarquía nacional de los partidos políticos tradicionales: el PLN y Unidad Social Cristiana (PUSC).
El diputado José Miguel Corrales asegura que la reciente modificación en el sistema electoral de diputados obedece en parte a una estrategia que usted tiene con el PUSC para influir -como oligarquía sin distingos políticos- en la futura elección de parlamentarios. ¿Qué opina al respecto?
– Déjeme decirle una cosa antes de las preguntas. Acabo de salir a la prensa a contarle a Costa Rica que voy a aspirar a la Presidencia de la República. El Semanario UNIVERSIDAD desde hace meses viene publicando reportajes sobre mi persona, tanto es así que la mitad del periódico (edición anterior) est* dedicado a mí: que estoy metido en el Grupo Sama, que el Ingenio Taboga contaminaría el Río Tempisque y no sé qué otras cosas … y mire, yo con Corrales, discúlpeme usted, no quiero polemizar, no le quiero contestar porque eso sería inmiscuirme en la campaña. Déjelo que él diga lo que quiera, tiene sus obsesiones, esas fantasías de que yo me puse de acuerdo con la Unidad y mis nexos con el Grupo Nación por las acciones que el Grupo Sama tiene en él. (…) Corrales es bueno para decir tonterías y mentiras.
Le aclaro que el periódico no es que tome una actitud personalista contra usted, sino que abordamos temas que otros medios no abordan del todo o lo hacemos desde un punto de vista crítico.
– ¿Ustedes estuvieron en la última comparecencia mía en la Asamblea Legislativa? (efectuada el pasado miércoles). Los diputados sacaron el Semanario UNIVERSIDAD, los mencionaban a ustedes sobre lo publicado la última edición. Hablaron del tema del Río Tempisque (edición 1565) y el Ingenio Taboga.
En todo caso, es innegable que entre periodistas, diputados e integrantes de la Casa Presidencial se habla mucho de una aparente estrategia entre usted y el PUSC, dadas sus posibilidades de llegar a ser otra vez presidente.
– Honestamente, desde hace más de 40 años he venido diciendo, tanto a mis estudiantes en la academia como demostrándolo en mi práctica política, que la verdadera esencia de la democracia no puede llevar a una concentración del poder político y económico.
¿Y cómo explica que usted sugiriera a don Rolando Laclé para presidente de la Asamblea Legislativa por considerarlo con «experiencia», «espíritu conciliador», además de ser «su amigo y que tiene toda la fe» de que va a ocupar ese cargo a partir del 1 de mayo cuando se escoja un nuevo jerarca?
– En una comida hecha aquí (se infiere que fue en su casa de habitación, pues allí se le llamó para esta entrevista telefónica) el 15 de marzo sugerí que me parecía que era la mejor persona para presidir el congreso por su experiencia. Efectivamente tiene un gran espíritu conciliador, es capaz. Durante las últimas cuatro décadas he dicho que se debe tener más valor para coincidir que para disentir. Por eso creo que se deben escoger los mejores, indistintamente de su bandería política.
El apoyo que usted hace al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos le procuraría a sus grupos inversionistas buenos negocios. ¿Cómo creer que no tiene interés en él por eso y no solo por el país, como asegura?
– No me interesan los negocios con empresas de Estados Unidos. Soy nieto de Julio Sánchez y de Juan Rafael Arias, de gran honorabilidad y debo seguir su ejemplo. No hay vinculación entre el TLC y mis negocios.
En caso de que llegara a ser presidente, ¿cómo aseguraría que esos intereses no se den? Usted quiere romper el monopolio de telecomunicaciones desde el caso de Milicom en 1987 y la Sala Constitucional se lo prohibió. Por cierto, su abogado era su hoy contrincante, Antonio Álvarez. ¿Propondría entes reguladores como las superintendencias para controlar una ruptura?
-Reconozco que desde Milicom quiero romper el monopolio de telecomunicaciones. Soy un convencido de que el TLC y la apertura conllevará un aumento de la inversión extranjera; no podemos estar condenados a ser fenicios. No hay mayor instrumento para generar riqueza que el proceso de desgravación arancelaria que conllevaría este tratado y que, de por sí, comenzó en el gobierno de Luis Alberto Monge (1982-1986). Fue algo que se hizo entonces unilateralmente y nadie lo cuestionó. Esta es la oportunidad más grande que nos ha llegado desde Perafán de Rivera (uno de los conquistadores españoles en Costa Rica). El mundo cambió. Debemos orientarnos hacia el modelo «Export Led Growth» («Exportaciones basadas en el crecimiento»).