La Dra. Yamileth González García es la primera rectora de la UCR en sus 60 años de vida académica.
«Una de mis prioridades va a ser la atención integral de la vida estudiantil, tanto lo que tiene que ver con la excelencia académica como con problemas cotidianos que enfrenta el estudiantado».
Así priorizó la Dra. Yamileth González García su labor a partir del 19 de mayo, durante la primera entrevista con el equipo de la sección de universitarias de este Semanario como rectora electa de la Universidad de Costa Rica.
Esa atención incluye una serie de demandas que le fueron planteadas por el estudiantado durante la campaña electoral, entre las cuales está mejorar la atención socioeconómica que les brinda la Institución, en cuanto a alimentación y el régimen becario, así como los espacios de participación y discusión; recuperar las sodas internas como espacios de tertulia, mejorar la iluminación y la seguridad del campus.
También se refirió a la necesidad de propiciar espacios culturales, deportivos y recreativos adecuados, al proceso de admisión, el aumento del acceso estudiantil a la UCR, su participación y liderazgo en las distintas instancias universitarias.En la conversación con la primera Rectora de la UCR participaron Alejandra Araya Rojas, Johan Umaña Venegas, Alonso Mata Blanco, Eunice Báens Sánchez y Javier Córdoba Morales, junto con la coordinadora del equipo -Lisbeth Huertas Jiménez- quien la editó.
¿Como se mejorará el servicio de comedor?
-Uno como estudiante siempre anda con el tiempo limitado y esas filas ha veces le hacen perder hasta dos horas. Vamos a negociar con el comedor y tratar de mejorar el servicio hacia otras sodas del campus o fuera de este, así como establecerlo en los alrededores de los hospitales donde reciben clases estudiantes del área de salud.
También hay que pensar en la calidad nutricional, para lo cual hablaremos con la Escuela de Nutrición.
Otra propuesta es poner hornos de microondas en las unidades académicas para que quienes traen sus alimentos de la casa puedan calentarlos y comer en un lugar adecuado.
¿Qué propone en cuanto al Régimen de Atención Socioeconómica?
-Lo primero será revisar el monto de la beca 11 porque no da la posibilidad al estudiante de tener una vida digna.
Además voy a plantear la creación de un fondo de apoyo al becario en la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, que le garantice mejores condiciones y le auxilie en momentos especiales.
¿Respecto a los espacios culturales, recreativos y deportivos qué propone?
– El ser humano se forma integralmente, por eso queremos aportar bastante en el desarrollo cultural, deportivo y recreativo. Eso implica fortalecer los ámbitos existentes y hacer esfuerzos especiales para consolidar los distintos grupos.
Así mismo, restablecer en el campus las actividades de los fines de semana que durante un tiempo se realizaron para el disfrute de la comunidad universitaria y de Montes de Oca, pues la Universidad tiene que abrirse más hacia su entorno. También se impulsará la creación de un centro cultural que dé cabida a las distintas expresiones artísticas.
¿Cómo se puede fortalecer la participación estudiantil?
-Hay que tratar de propiciar que el estudiantado asuma su liderazgo abriendo mayores espacios de participación y tratando de que asuman la que ya tienen en los espacios existentes, que es de un 25%, pero no es asumida en todas sus dimensiones, como es el caso del Sistema de Estudios de Posgrado y el Sistema de Bibliotecas, Documentación e Información, donde el movimiento estudiantil tiene un asiento y ha costado muchísimo que lo asuma.
Hay que crear conciencia sobre todos los espacios de participación donde es necesaria su presencia, pues son parte de todo este proceso de fortalecer liderazgos y participación de la Universidad, cuyos esfuerzos tenemos que hacerlos entre todos: docentes, estudiantes y personal administrativo.
Uno de los grandes retos para los próximos años es aumentar el ingreso de estudiantes a la Universidad. ¿Qué medidas va a implementar para ello?
– El estudio que hace la administración actual sobre la capacidad instalada de la Universidad nos va a permitir conocer la cantidad de aulas y laboratorios que tenemos y en ese tanto definir políticas sobre acceso y cobertura.
Por otro lado, hay que aprovechar más el potencial que tienen las sedes universitarias en las regiones.
El país nos pide como universidad pública que recibamos más estudiantes, entonces el FEES debe ser más fuerte pues se requieren muchos más recursos.
¿Qué planes tiene para buscar un proceso de admisión más democrático?
Ese proceso se ha venido mejorando, pero requiere de ajustes. Yo creo que la UCR es una universidad para los mejores, sin importar su condición, pero lógicamente tenemos que crear las condiciones para que muchos de esos buenos que no tienen la capacidad económica también puedan estudiar en la mejor universidad de este país.
¿A partir del 19 de mayo, cuáles serán los proyectos más inmediatos que tomará en cuenta?
Aparte de atender la problemática estudiantil de manera más integral, impulsar una mayor modernización, de la que se ha hecho, de todos los servicios administrativos, la parte docente, las condiciones laborales, el mejoramiento académico, incluso frente a la problemática de tanta jubilación que demanda planes de reinserción de personas graduadas nuestras.
¿Planea continuar con el plan quinquenal de la Oficina Ejecutora del Plan de Inversiones (OEPI) en cuanto a infraestructura?
Claro que si, la universidad tiene permanentemente que preocuparse por la infraestructura, comprar nuevos terrenos y mejorar la planta física.
En este aspecto, hay que terminar la ciudad de las ingenierías, crear una torre de parqueos para resolver este problema, construir una estación para las rutas de buses estudiantiles e invertir en el mejoramiento de edificios como el de físico matemáticas y el de ciencias sociales.
¿Cómo vislumbra la situación financiera de la UCR para su periodo como Rectora?
-Una de las grandes diferencias entre la Universidad que yo recibo y la que recibió el Dr. Gabriel Macaya Trejos es la de tener un equilibrio financiero adecuado, que fue un esfuerzo grande. Es un gran reto mantener la Universidad con las finanzas sanas, las que posibilitan acciones de inversión y de desarrollo académico importantes.
¿Cómo será su relación con los medios?
-Nunca he tenido problemas con los medios, todo lo contrario, hice mi tesis de licenciatura sobre el pensamiento de Castro Madriz y la libertad de prensa en Costa Rica. Mi vinculación con la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva durante muchos años también me acerca a los medios.
Yo creo en la libertad de expresión y si diferimos, la mejor manera es expresar cada quien sus ideas, pero en un debate limpio. Creo en el periodismo científico, donde se busquen todas las fuentes, un periodismo que acentué valores. Creo en la posibilidad de los medios universitarios de participar en los grandes debates internos y nacionales y muestren toda esa riqueza que tenemos. No le temo a la crítica, pero debe ser de frente y que no distorsione documentos e informaciones, que sea equilibrada.
¿Cuál será su posición respecto a la independencia de los medios universitarios?
– Tienen que tener independencia, como corresponde a un medio de comunicación, pero deben tener claro que no son un medio comercial, ni de un partido político, ni de un sindicato. Son medios universitarios que deben tener una posición crítica en el debate interno y externo, pero que también respondan a la divulgación de toda esa riqueza que tiene la Universidad. Que haya un equilibrio entre los temas nacionales e institucionales.
¿Su posición respecto al TLC?
-Estoy en contra del TLC tal como está. La UCR debió asumir el liderazgo en el tema desde hace bastante tiempo pues se debe a las mayorías de este país y tiene que velar por lo que atente contra ellas. Sin duda el TLC tiene sus oportunidades y beneficios como nichos para grupos específicos, pero hay tantas discusiones alrededor del desarrollo agropecuario, el asunto de los genéricos, el sector salud, la propiedad intelectual y el mismo futuro de la educación superior y la educación básica. Debemos articular todo eso y plantearlo como Universidad a la sociedad, a la Asamblea Legislativa.
En cuanto a la educación, tenemos que tener muy claro lo que un tratado de esta naturaleza se propone. ¿Nos van a cambiar la trayectoria que hemos tenido en todos los niveles? ¿Nos van a pedir una educación más técnica? ¿Una basada solo en la formación secundaria? ¿Se buscará debilitar la educación pública para propiciar la privada? ¿Les va a interesar la generación de conocimiento y el desarrollo de investigación?
Tenemos que estar muy alertas sobre qué tipo de educación nos va a pedir el TLC, porque no está explicitado. Para la Organización Mundial del Comercio la educación ya no es un bien de servicio, sino una mercancía.
En la UCR la persona que ocupa la Rectoría es designada por un número reducido de docentes y estudiantes. ¿Qué acciones implementará para propiciar su democratización?
-Hay que terminar con el interinazgo para aumentar la participación de docentes y con ella la estudiantil, que es el 25% de la primera. Así como terminar el proceso que garantiza la participación administrativa aprobada en el VI Congreso Universitario y que está en manos de la Asamblea Colegiada.
El vínculo externo fue la piedra en el zapato para usted durante la pasada campaña electoral.
– Recibimos una Universidad donde el vínculo externo era como tierra de nadie. Habían 20 fundaciones y 450 proyectos que las personas dirigían directamente en FUNDEVI sin que la Universidad participara en nada.
Empezamos con un proceso cuidadoso y difícil para que el control pasara a las instancias universitarias: que el consejo científico de las unidades académicas aprobara los proyectos; que pasaran luego a la dirección de escuela, facultad, centro o instituto de investigación; que pasaran a la vicerrectoría correspondiente y después de todo ese análisis académico presupuestario fueran a la Oficina de Administración Financiera (OAF) o FUNDEVI.
Fue un proceso largo porque había que cambiar culturas, pero lo conseguimos y eso para mí es fundamental porque es devolverle a la Universidad el control del vínculo remunerado.
Además creamos un manual de procedimientos que en 14 años de la Fundación no había existido, creamos una auditoría interna que no existía, pusimos a funcionar la asamblea de la Fundación con los decanos coordinadores de área. Establecimos el Comité de Vigilancia que nunca había funcionado y debía estar integrado por el Contralor, el jefe de la Oficina Jurídica y el jefe de la OAF, aunque nunca quisieron asumir. Lo transformamos en una fiscalía y le pedimos al decano de la Facultad de Derecho, a la directora de la Escuela de Administración de Negocios y a un jefe administrativo que lo integraran y está trabajando permanentemente.
Los lineamientos de vinculación los hicimos nosotros en la Vicerrectoría e incluso algunos los escribí yo; el Fondo de Desarrollo Institucional lo planteamos nosotros. Antes los excedentes de la Fundación los manejaba cada vicerrectoría, ahora no.
Hemos creado mecanismos de control a FUNDEVI que habrá que seguir mejorando.
Le devolvemos a la Universidad una fundación que tiene asumido su quehacer académico con una cancha marcada.