Los andamios asumen una función protagónica en Deconstruxión. (Foto: cortesía Danza U)
Mario López y Pablo Miranda se impusieron el reto de convertir un andamio en un protagonista más de la obra Deconstruxión, que será representada en el Teatro Montes de Oca entre el 23 y 25 de mayo.
En el primer fin de semana de estreno, el teatro estuvo prácticamente lleno y las primeras críticas, según López, fueron favorables, lo que hace prever que el cierre de las presentaciones contará con una relevante cantidad de público.
López, Miranda, Mainor Gutiérrez y Jimena Muñoz forman el elenco estelar de Deconstruxión. La propuesta nació de la observación de cómo un andamio es un elemento presente en la cotidianidad y en el ámbito de la construcción desempeña una función destacada. A partir de ese ejercicio de observación y de un trabajo que les llevó el documentar esa idea, surgió la pieza.
A pesar de que los andamios se emplean, por lo general, en diferentes montajes, tanto de danza como de teatro, la importancia en Deconstruxión es que no es un elemento más. Por el contrario, se convierte en un elemento flexible y protagónico, sobre el que gira toda la obra de Danza Universitaria.
“Deconstruxión es un espectáculo experimental a partir de las posibilidades que ofrecen grandes estructuras metálicas –como los andamios– a nivel de movimiento y sensaciones, construyendo y deconstruyendo a partir de piezas de movimiento, de la misma forma que se arman y se desarman poco a poco las estructuras”, destaca Danza U en el comunicado de prensa.
López, por su parte, expresó que la gran importancia que en este caso adquiere el andamio es que lo trasladan de ser un componente de la construcción a un elemento que cobra otra dimensión en el escenario.
“Puedo decir que se convierte en un protagonista más de la obra, porque lo armamos, lo modificamos, lo hacemos pequeño, lo hacemos grande, lo hacemos más flexible. Cobra vida en la obra”, dijo a UNIVERSIDAD.
“Cuando se usa un andamio en una obra, se emplea para diversas funciones pero nosotros hemos cambiado su simbología; por eso, el andamio no aparece como un elemento rígido, sino que es otro personaje que se mueve y cambia de lugar y tiene varias posibilidades”, agregó.
Las funciones de este 23 y 24 son a las 8 p.m.; la del domingo 25, a las 6 de la tarde. El valor de las entradas es de ¢4000 para el público en general y de ¢2000 para estudiantes.
INVESTIGACIÓN
Aunque una vez que la obra es presentada en escena todo parece fluir con naturalidad, lo cierto es que Deconstruxión requirió de un período de investigación de cinco meses; ese proceso, que por lo general es invisibilizado, busca mostrarse en la obra.
López precisó que desde enero han trabajado de forma constante en investigar las posibilidades que ofrece un andamio para entrar en relación con él en escena y desarrollar un lenguaje en torno a este elemento constructivo.
Las posibilidades de movimiento que se tienen en torno a él, según los tamaños que se vayan marcando en escena, fue parte de lo indagado en el período que duró la investigación.
La idea es que la obra sirva para que el público tenga conciencia de varios de los elementos que intervienen en una propuesta; en esta oportunidad, los productores quisieron romper con el uso de un elemento que comúnmente es marginal en los montajes.
En ese sentido, también ha procurado romper moldes con las tareas que asumen los bailarines. Gutiérrez, por ejemplo, además de intervenir de forma directa como bailarín, tiene a su cargo el manejo de las luces y la parte técnica.
La complejidad de estar haciendo dos cosas a la vez –bailar y confirmar que las luces son las adecuadas para el movimiento justo– hace que la exigencia sea mayor para los protagonistas y, en especial, para Gutiérrez que tiene doble función.
El nombre que lleva la pieza busca, desde este punto, provocar una reflexión en el espectador. Ha de pensar, añade López, que hacer una obra no solo es llegar y subirse al escenario, sino que, por el contrario, hay muchos elementos que intervienen y que en la mayoría de las situaciones se pasan por alto.
Deconstruxión, con “x” en vez de doble “c”, apela a que se vea la propuesta de distinta manera, a la luz de una estética diferente.
“En la escenografía hay algunas ‘equis’, algunas ‘eles’, por lo que la palabra con ‘x’ también responde a esto”, dijo.
Con este montaje, Danza Universitaria continúa con su línea de presentar espectáculos que respondan a la danza contemporánea y que, como es el caso, sirvan a la vez para la experimentación.
Aunque la obra solo se presentará dos fines de semana, se espera que se abran otros espacios en los que pueda ser vista por otros públicos, dado el esfuerzo de investigación y creación que ella conlleva.
Como parte de la proyección social de la Universidad de Costa Rica (UCR) y de Danza U, este grupo acostumbra a realizar giras y talleres en distintas zonas del país durante el año.
