El INBio ha catalogado más de 3.5 millones de especies, principalmente de insectos, plantas y hongos. (Foto: INBio)

Luego de conocer que el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) no podrá continuar tutelando las colecciones biológicas albergadas hasta el momento en sus instalaciones, la Universidad de Costa Rica (UCR) pujará para asegurar el mantenimiento de estas.

La reducción en la cooperación internacional provocó que dicha institución solicitara un rescate económico al Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), y a la cartera de Agricultura y Ganadería (MAG).

Gustavo Gutiérrez, director de la Escuela de Biología, reveló el interés de la UCR por poseer las colecciones del INBio, al asegurar que de ser alguno de los dos ministerios los que se hagan cargo del cuido de las colecciones, el futuro de estas podría ser “nada alentador”.

“Esto no puede estar en manos del MINAE ni del MAG, porque se requiere de conocimiento técnico y científico para que estas colecciones salgan a flote y se mantengan”, expresó Gutiérrez.

A su parecer, esos ministerios no poseen la experticia necesaria para sustentar el trabajo que se debe realizar con las colecciones; “estos recursos son extremadamente valiosos en el ámbito mundial y no hay posibilidad alguna que esto se exponga a un riesgo mínimo en manos del Estado”.

Cabe recordar que el INBio fue creado en 1989 y desde entonces ha catalogado a más de 3.5 millones de especies, principalmente de insectos, plantas y hongos.

El director general del INBio, Randall García, confirmó que los acercamientos con la UCR  han sido fructíferos; pero, la transición no se podrá hacer de la noche a la mañana, ya que el proceso debe ser guiado por la Procuraduría General de la República.

Al mismo tiempo, Gutiérrez reconoció que la UCR no cuenta con las condiciones necesarias para garantizar el traspaso en este momento.

La Escuela de Biología y la Facultad de Ciencias Agroalimentarias presentaron una propuesta formal a la Rectoría de la UCR, con el fin de que se valoren los beneficios del traslado de las colecciones.

FINANZAS EN ROJO

Financieramente, el INBio dejó de ser rentable desde hace casi 8 años; el déficit es producto de la merma en los programas de cooperación internacional, que daban sustento a los proyectos esbozados por la organización privada, hizo ver Randall García.

Mientras que en los primeros años de la década de los noventas, el INBio podía recaudar hasta $5 millones del aporte de países como Noruega, Holanda o Corea, en la segunda mitad de la década pasada las donaciones del extranjero se redujeron drásticamente, y en los últimos años si acaso llegaban a $500.000 anuales.

De acuerdo con García, al iniciarse la diminución del aporte extranjero se buscó diversificar la labor realizada por el Instituto y generar fondos propios, pero los recaudados  no permitieron financiar todas las actividades.

Es por eso que la institución mantiene acercamientos con el MINAE y el MAG, tendientes a salvaguardar la colección biológica y traspasar la infraestructura ubicada en Santo Domingo de Heredia.

De estos acercamientos ya hay garantía de que el MAG asumirá los costos de la electricidad por los próximos 5 años, que es uno de los costos más elevados.

MOLESTIA CON MINISTRO

Por otro lado, recientemente el jerarca del MINAE, René Castro, declaró a la agencia internacional de noticias EFE, que la colección biológica del INBio es «la más importante del mundo tropical» y que se trata de un «legado» que el Estado mantendrá con altos estándares científicos.

Dichas declaraciones generaron molestia en la citada Escuela de Biología, cuyo director  aclaró que aunque no le resta mérito a esta colección, no se puede comparar con las que poseen el Museo Nacional y la UCR.

Gutiérrez aseveró que “nada más falso que eso, porque ignora la contribución que ha hecho el Museo desde finales del siglo XIX y la UCR hace más de 70 años”. Estima que lo dicho por el ministro “insulta la labor realizada por las instituciones públicas”.

Mientras tanto, para el Director del INBio las colecciones que se albergan en Santo Domingo de Heredia −independientemente de la cantidad− revisten otro tipo de importancia.

“Las colecciones tienen un valor en la información que poseen. Pero el fin no es solo académico, sino la utilidad que esta tiene para la sociedad, más que por el tamaño; el mayor aporte es que las colecciones estén abiertas al público”, argumentó García.

Al menos 24 directores y curadores de los museos, herbarios y otras colecciones de la Escuela de Biología, del Museo de Insectos y el decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, firmaron un pronunciamiento donde hacen pública su molestia con el ministro René Castro.

Sindicato impugna intromisión del MINAE

Un deterioro en el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) es el efecto que podría acaecer, de prosperar la intervención del MINAE en el rescate financiero del INBio, auguran representantes del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Ambiente y Energía (Sitraminae).

Pese a que no existe algún compromiso que obligue al MINAE  a destinar fondos para darles mantenimiento a las colecciones biológicas e instalaciones del INBio, algunos de sus funcionarios ya pronostican impactos negativos.

Roberto Molina, secretario general del Sindicato, afirmó que antes de comprometer al Ministerio, el organismo no gubernamental debería dar cuentas claras del manejo de los fondos que percibió durante más de dos décadas.

“Todas las investigaciones de las áreas silvestres con que ganaron premios y los dineros por concepto de cooperación, ¿dónde están?; me gustaría saberlo”, criticó Molina, quien cree que “lo que quieren es manosear el fondo de parques”.

Dichas aseveraciones son desmentidas por el director general del INBio, Randall García, quien adujo que por ahora solo hay “ruido” respecto al tema, pues se pensó que de concretarse esa negociación se quitaría plata a los parques, pero no se les tocaría el  presupuesto, al ser fondos adicionales.

Mientras tanto, Molina advirtió que “no vamos a permitir esa alcahuetería; no es justo que tengamos que asumir esos costos, ya que no hay dinero para la cartera de ambiente, pero sí  lo hay para levantarle los costos a esa organización”.

Randall García:

El INBio no fue planeado como una empresa

Con tan solo un mes como director general del INBio, Randall García asumió  la misión de salvar a la organización de la quiebra financiera, producto de la disminución de cooperación internacional.

¿Llegan tarde las decisiones para salvar al INBio de la situación financiera actual?

-Debimos haber tomado decisiones fuertes hace un tiempo, tratamos de ser valientes pero no pudimos generar los ingresos que necesitábamos.

La institución tiene una deuda de $7 millones de dólares por concepto de  construcción de sus instalaciones. ¿Quién cancelaría esa deuda?

-Esa deuda tenemos que pagarla como INBio, para que la institución siga adelante. Las dos cosas que nos generan más gastos es lo que trasladamos; ya con las finanzas saneadas podemos seguir con el INBio.

Se traslada el mantenimiento de colecciones y de instalaciones del INBio Parque. ¿Este traslado será mediante una compra del Estado?

-Todavía no tengo claro el mecanismo a seguir. Tenemos que pagar las deudas; eso es un hecho. Pero, el tema no es solo plata, ya que podríamos vender las instalaciones a una inmobiliaria; lo que queremos es que el parque siga.

El Instituto recibió fondos en nombre del país. ¿Podría decirse que los dineros que ingresaron tuvieron un buen manejo?

-La inversión se hizo de la manera correcta, ya que era plata para proyectos y se hicieron tal y como estaban planteados; pero, el INBio tiene el pecado de no haber sido planeado como una empresa; tenemos origen académico y nunca se diseñó como una empresa que hubiera pensado en ahorrar para tiempos difíciles; simplemente se limitaba a hacer bien los proyectos y quedar bien con los compromisos que había. El manejo financiero no fue el que se le tuvo que dar, pensando más como una empresa y a largo plazo. Tengo que reconocer que en eso fallamos.