En los cables de WikiLeaks hasta ahora revelados, en dos ocasiones diferentes se menciona al exvicepresidente de la República, Kevin Casas, y en ambas él se refiere a la necesidad costarricense de contar con apoyo estadounidense en temas de “seguridad”.
Es imperativo no olvidar que Casas junto al entonces diputado y hoy embajador ante el Vaticano, Fernando Sánchez -además primo de Óscar y Rodrigo Arias-, redactaron el documento conocido como Memorando del Miedo, cuya existencia fue denunciada por este Semanario y que al calor de la campaña del referendo sobre el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (TLC), recomendaba al Poder Ejecutivo -entre otras cosas- “estimular el miedo” como arma de propaganda.
El primero de los cables en que figura Casas es el 06SANJOSE63 con fecha del 10 de enero del 2006 y se trata de una comunicación del embajador Mark Langdale al entonces asistente del Departamento de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon.
En esa comunicación, Langdale explica su iniciativa de realizar en Costa Rica unos Talleres de Planificación de Seguridad Nacional (NSPW por sus siglas en inglés) organizados por el Centro de Estudios de defensa Hemisférica (CHDS) y que ya se habían realizado en Panamá, Paraguay y Perú.
El cable apunta la importancia de realizar una aproximación al “nuevo liderazgo en Costa Rica antes de que asuman sus puestos y mientras aún forman su agenda de gobierno”. Langdale indica que desde el 7 de diciembre del 2006 -vía telefónica- Óscar Arias le manifestó que los talleres “podrían ser una buena idea” y que posteriormente el asesor político Fred Kaplan “discutió el concepto con mayor detalle con Kevin Casas”, quien “sugirió dar seguimiento al tema inmediatamente después de las elecciones”.
Meses después, el cable 06SANJOSE1650, del 28 de julio del 2006, se refiere a la visita al país que realizó Shannon en junio de ese año. Públicamente, Shannon se limitó a hablar de la necesidad de aprobar el TLC; sin embargo, la comunicación señala que poco después de su llegada al país, ese funcionario se reunió con Casas, Rodrigo Arias y el entonces ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, “para discutir temas de seguridad”.
El coautor del cuestionado Memorando del Miedo indicó en esa reunión, que Costa Rica “está en una espiral descendiente en materia de seguridad” y agregó que “no es del interés de Estados Unidos esperar a que toque fondo”.
Arias, por su parte, le informó al funcionario estadounidense que no esperaba grandes manifestaciones contra el TLC y Berrocal -aunque según el cable estuvo de acuerdo con ello- añadió que “el número de opositores al TLC dispuestos a llevar a cabo manifestaciones violentas es pequeño, quizás 500 o 600 estudiantes más 7000 u 8000 mil sindicalistas. Sin recursos adicionales para seguridad, sin embargo, incluso este pequeño número podría fácilmente abrumar a las fuerzas de seguridad”.
La socióloga Montserrat Sagot, quien forma parte de un esfuerzo ciudadano de traducción de los cables, recordó el hecho de que la Embajada y el gobierno de Estados Unidos “se preparaban para tener influencia en materia de seguridad en el gobierno de Óscar Arias desde antes de la elección”.
Al respecto, destacó que tras analizar que la relación con el expresidente “en términos de seguridad no iba a ser fácil, los estadounidenses buscaron los canales más aptos para tener mayor influencia, a través de personas más afines o permeables, como Rodrigo Arias, Kevin Casas y en menor medida Fernando Berrocal”.
Sobre el papel que jugó Casas, Sagot opinó que los cables difundidos muestran “a una persona con doble cara”, pues por un lado Casas “se precia a sí mismo de una gran vocación democrática y que uno de los temas que maneja es precisamente la gobernabilidad; pero, en estos documentos se refleja dónde estaba colocado desde antes de que se conociera el Memorando del Miedo, más interesado por temas de seguridad nacional”.
“En las reuniones no se le ve preocupado por aumentar la colaboración estadounidense en temas de desarrollo, sino de contención de manifestaciones sociales y criminalidad. Los cables confirman lo que vimos en el Memorando”, criticó.
¿TALLERES MILITARES?
Según su propio sitio en Internet, el Centro de Estudios de Defensa Hemisférica fue creado en 1997 por el entonces secretario de Defensa de Estados Unidos, William Terry, luego de que dos años antes -en una cumbre continental de ministros de defensa- “autoridades latinoamericanas civiles y de defensa militar, manifestaron su profunda preocupación ante la relativa falta de civiles preparados para lidiar con temas militares y de defensa en sus países”.
El CHDS está adscrito a la Universidad de Defensa Nacional (NDU), la cual es dirigida por el Estado Mayor Conjunto (JCS). Se trata de un cuerpo colegiado que agrupa a figuras de los más altos niveles de las diversas ramas de las fuerzas armadas estadounidenses y cuyas responsabilidades, según el sitio oficial, son la “dirección estratégica unificada de las fuerzas de combate”, “su operación bajo un comando unificado” y su “integración en un equipo eficiente de fuerzas terrestres, navales y aéreas”.
Es notorio además que para apuntalar la iniciativa de los mencionados talleres de “seguridad nacional”, Langdale solicitó el apoyo del general John Craddock, quien entre el 2004 y el 2006, dirigió el Comando Sur del ejército estadounidense. El Comando Sur es uno de diez comandos establecidos globalmente por el Departamento de Defensa del Gobierno de Estados Unidos y de manera particular le corresponde, entre otras cosas, “la fuerza protectora de los recursos de las fuerzas armadas de Estados Unidos” en Centro y Suramérica, y el Caribe, según su sitio en Internet.
En un cable fechado el 13 de enero del 2006, Langdale le solicita ayuda económica para la realización de los talleres: “Apreciaría que usted considere la participación y financiamiento del Comando Sur en el NSPW de Costa Rica”, ya que ese taller “nos daría la oportunidad de influenciar en las políticas de seguridad del gobierno de Arias en la dirección correcta y asegurar el apoyo de Arias para adoptar un enfoque regional para hacer frente a los retos de seguridad en común en Centroamérica. Ello valdría la pena una pequeña inversión”.
Otro elemento interesante es que Craddock, luego de desempeñarse en el Comando Sur, fue colocado en el puesto de Comandante Supremo Aliado en Europa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En el cable 06SANJOSE63, Langdale explica que los talleres reunirían a altos miembros de la administración Arias, junto a sus contrapartes del Gobierno de Estados Unidos, para “formular un borrador de estrategia de seguridad nacional”.
“Esto me parece un vehículo ideal para que avancen nuestros intereses en Costa Rica con la nueva administración”, apuntó el Embajador.
Héroe del silencio
Al exvicepresidente Kevin Casas se le enviaron preguntas sobre su mención en los cables de WikiLeaks y su interés por realizar los talleres NSPW, a la dirección que consta en su página institucional del Instituto Brookings donde labora, en la cual incluso se reproducen recientes artículos suyos publicados en prensa hasta en el mes de febrero.
En esa página, a Casas -quien en el famoso Memorando además incluyó criterios como la necesidad de “cubrirnos las espaldas” ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE)- se le consigna como “experto” en temas como la “promoción de la democracia” o “financiamiento de campañas”.
Al cierre de esta edición (lunes 14) aún no se contaba con respuesta alguna por parte de Casas. Las preguntas que se le enviaron son las siguientes:
-¿Se trató de algún tipo de adiestramiento estratégico militar?
-¿Se realizaron los mencionados talleres? ¿Quiénes participaron?
-¿Por qué en aquel entonces no se habló públicamente de la iniciativa?
-¿Se ocupó usted de otros asuntos relacionados con la «seguridad» del Estado durante su gestión en el Poder Ejecutivo?
