Jaque a la autonomía universitaria

De momento, el Gobierno ha sido derrotado en su intención inmediata pero no en su intención estratégica e insistimos que moral, legal y constitucionalmente

En la misma línea de exigencia al CONARE, no debe aceptarse “tirar la bola hacia delante”, es decir, diferir el recorte presupuestario para el año o los años próximos.

De momento, el Gobierno ha sido derrotado en su intención inmediata pero no en su intención estratégica e insistimos que moral, legal y constitucionalmente no existe ninguna deuda con este Gobierno y más bien el Gobierno está en deuda con todo el país al incumplir con el 8% del PIB para la educación.

Se sabe que en el CONARE se manejan al menos dos tesis. Una sería “pagar” la supuesta deuda en el tiempo, algo así como en “abonos de polaco”. Otra lo sería “pagar” la deuda re-direccionando recursos, algo así como “partidas” con destinos específicos en los presupuestos institucionales.

Ambas tesis lesionan la autonomía universitaria. Pagar en el tiempo es al fin y al cabo conculcar los presupuestos. Y, comprometer destinos específicos – si no es conculcar – sí es permitir que el Gobierno imponga directa o indirectamente sus directrices en las políticas de planificación y presupuestación de las universidades, lo cual es potestad única y exclusiva de las propias universidades en virtud de su autonomía.

Hay que establecer que no se negociarán deudas. Esta debe ser una exigencia de las comunidades universitarias no sólo al Gobierno sino también al CONARE (los rectores y la rectora son simples depositarios de la representación universitaria. Hay entre ellos proclives al Gobierno).

La negociación debe darse en consulta con las comunidades universitarias, informándolas y decidiendo con su participación democrática. Debe definirse entre las comunidades universitarias cuál sería la fórmula de financiamiento que mayor garantice presupuesto justo y creciente a las universidades. El CONARE aún no ha propuesto ni informado nada al respecto.

En el contexto de una crisis especulativa, con variables macroeconómicas oficialmente manipulables y fuera del control nacional, la actual referencia al PIB debe redimensionarse (el FMI recién proyectó crecimiento cero de la economía mundial este año, el Banco Central proyecta una inflación anual por arriba del 11% y una desaceleración mayor en el crecimiento económico, es decir, en el PIB, etc.). En nuestra opinión, las universidades públicas en este contexto deben garantizar sus presupuestos mediante la exigencia del 8% del PIB para toda la educación nacional.

Esto aumentaría su propio porcentaje de financiamiento y permitiría encontrar a un gran aliado en todo el sector de la educación costarricense. El 8% del PIB no requiere una reforma constitucional, basta la decisión política de incluirlo en los presupuestos nacionales. En fin, aquí todo se vale menos los discursos falaces de “socarse la faja”.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

Charlas,  talleres, ponencias e instalación de software libre son algunas de las actividades que se realizarán el sábado 25 de abril durante el Festival

Dice el adagio popular que dos cabezas piensan mejor que una, pero para que una idea se convierta en innovación, es necesario que se

A pesar de ello, los médicos atienden mareos, los niños juegan encerrados en los cuartos, los técnicos arreglan las luces que chisporrotean, los guardias

De momento, el Gobierno ha sido derrotado en su intención inmediata pero no en su intención estratégica e insistimos que moral, legal y constitucionalmente

El festival internacional Meet in Beijin 2009 será el escenario de una obra inspirada en el grabador, poeta y escritor costarricense Francisco Amighetti. Danza,

Se busca así  crear ambientes simples que faciliten el movimiento de las personas y  el paso de la luz natural. De esta manera, ofrecen

Así lo manifestó José Ángel Vallejos, miembro de ese Comité, quien explicó que el Informe no fue recibido porque no consideraron apropiada la manera

La libre empresa, que conlleva la ganancia máxima, no respeta al prójimo, ni la naturaleza; privilegia la acumulación individual de la riqueza, en detrimento
Semanario Universidad