Insectidumbres

Leer este libro implica efectuar  un viaje por un universo poblado de los más diversos insectos, con formas y actitudes particulares, que los caracteriza

El poemario Insectidumbres (2009) escrito por Carlos Manuel Villalobos, actual Vicerrector de Vida Estudiantil de la Universidad de Costa Rica, ofrece al público lector un interesante espacio de posibilidades líricas en el que deben considerarse diferentes ámbitos o espacios discursivos, entre los que sobresale el discurso entomológico, el discurso sexual, el discurso religioso e inclusive un discurso político y económico, los cuales se encuentran estrictamente relacionados entre sí.

Leer este libro implica efectuar  un viaje por un universo poblado de los más diversos insectos, con formas y actitudes particulares, que los caracteriza con tópicos como belleza, fealdad, agradable, desagradable… Baste para ello mencionar algunos como la avispa, la termita, el escarabajo,  las hormigas, las cigarras, las orugas,  las luciérnagas,  los chinches,  las libélulas, las moscas y las cucarachas, entre otros.

En todos los casos, sobresale una cuidadosa elaboración metafórica,  como puede apreciarse en el texto “La floración del insecto”, dedicado a las orugas, en el que el yo lírico se interroga: “¿Qué modista hijo de Dalí/le ha pintado los labios a las orugas” (…) “¿Cómo explicar entonces/que se hayan robado el arco iris/para pintarse la cintura?”.

En otros textos, como “Hada madrina”, cuyo motivo principal son las cucarachas, ya no se ficcionaliza la maravilla estética externa de los insectos sino una dimensión más interna y cercana al ser humano: “¿Cuándo por fin aceptaremos/que sin excepción/ahijados somos de estas hadas pequeñitas?”

La exploración del universo de los insectos en sus diversas manifestaciones domina todo el poemario y le sirve también al enunciador para desplegar una visión amplia de la realidad, en la que por un lado, muchos insectos aparecen como ejemplo, por sus cualidades de trabajadores, solidarios, compañeros y altruistas, mientras que por el otro, generan en el ser humano una actitud de distanciamiento y hasta de rechazo por sus formas, olores y actitudes.  Además de lo anterior, Villalobos también se preocupa por construir una imagen crítica de la realidad, como se observa en el poema “Acepciones infinitas”  donde denuncia de manera explícita el sentido utilitario que se le confiere a  los insectos (y a otros animales), así como el irrespeto a éstos, sin excluir tampoco las connotaciones políticas e ideológicas.

En fin, el autor con este singular poemario da un aporte muy significativo a la poesía costarricense, principalmente por dedicarlo de manera completa a los insectos, por una retórica basada en la interrogación, el humor y el tono coloquial, así como por provocarnos una profunda reflexión, aún no resuelta, sobre cuáles deben de ser nuestros modos de relación con los insectos si aspiramos a un mundo armónico y equilibrado entre las especies que habitamos nuestro planeta.

 

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

En un patético discurso a su “compañero de lucha en los procesos de paz de Esquipulas II de hace 22 años”, el canciller del

Este se asemeja, de muchas maneras, a un guión que se ha venido utilizando por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos,

Una de las primeras decisiones de Laura Pacheco, Viceministra de Cultura fue nombrar en agosto del año pasado a Gustavo Rojas como director de

Cuatro estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica lograron ubicarse entre las 25 primeras posiciones del ránking en la

Porque nos urge  darle rienda suelta al sentido común, en todo momento, lugar y circunstancia. También para asumir nuestras elecciones, de todo tipo y

En 1949 se promulgó la actual Constitución Política y en ella, se reconoce por primera vez en la historia el derecho político de las

La hipertensión y la diabetes se han convertido en las principales causas de consulta médica en el cantón de Montes de Oca y el

Es común que cuando te topas con alguna persona, a la que por alguna razón le debes decir tu profesión, su oído les falle
Semanario Universidad