A pesar de que duró cinco meses en entregarle al Consejo Universitario un informe sobre las relaciones entre la UCR y la FUNDEVI, la junta administradora de esta fundación deberá repetirlo y entregarlo a más tardar el 30 de noviembre, con las deficiencias de forma y fondo corregidas.
Por deficiencias de forma y contenido, el Consejo Universitario ordenó a la junta administradora de la FUNDEVI repetir el informe anual solicitado en setiembre del año pasado.
El Consejo Universitario (CU) acordó rechazar y solicitarle a la Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación (FUNDEVI) la reelaboración -que contemple las normas de presentación para este tipo de documento- del informe sobre finanzas, mecanismos de gestión y control, y criterios de inversión, que le habían solicitado hace un año a esta entidad.
La decisión de rechazarlo la tomó el órgano legislador universitario el pasado 24 de setiembre, tras considerar que dicho informe era deficiente en cuanto a forma y contenido. Por lo tanto pidió a los directivos de FUNDEVI que lo reelaboren y entreguen de nuevo antes del 30 de noviembre próximo.
El documento debía incluir las actividades que desarrolla la Universidad con el apoyo de la FUNDEVI; los informes financieros del periodo -incluidos los de la auditoría externa-; y los criterios empleados para determinar las inversiones, apoyos con los fondos generados, los procedimientos aplicados.
De igual manera, el Consejo pidió que detallaran «los mecanismos de gestión y de control que permiten garantizar la calidad y la pertinencia de las actividades que se desarrollan, así como la evaluación continua de las mismas».
Cabe recordar, que el Consejo Universitario dispuso en su sesión del 18 de setiembre del 2001, solicitarle a los vicerrectores que integran la junta administradora de la FUNDEVI (Yamileth González, Leda Muñoz y Ramiro Barrantes) un informe anual sobre la relaciones de la UCR con esta fundación.
Posteriormente, la Vicerrectora de Investigación y presidenta de la junta administradora de la Fundación -González- gestionó ante el CU una prórroga de un mes para entregar el documento y este extendió el plazo al 15 de diciembre.
El documento finalmente lo entregaron los vicerrectores el 12 de febrero del presente año y el Consejo acordó el 11 de junio trasladarlo para su análisis a la comisión especial de ese órgano, coordinado por Olimpia López.
RECHAZO
Tras estudiar el informe, la comisión recomendó rechazarlo por aspectos formales de su presentación que «no es la adecuada» y por eso «no cumple con las normas mínimas de presentación de informes».
Los miembros de la comisión llamaron la atención de que un informe de esta fundación «no puede ser un resumen al que se adjuntan grandes anexos que no se mencionan ni se analizan en el texto; es esencial que la totalidad de la información se provea en forma clara, amplia y rigurosa».
Respecto a la parte de finanzas, los miembros se quejaron de que «no se mencionan o no se incluyen los informes financieros, balances, ni tampoco los estados financieros auditados e informes de los auditores externos».
En referencia a los datos sobre los criterios seguidos para invertir y asignar apoyos con los fondos generados por la FUNDEVI, la comisión calificó el informe de «impreciso y no responde a la solicitud del CU».
Los miembros expresaron particular molestia por la afirmación que los vicerrectores hicieron en el informe, cuando alegaron que algunas de las exigencias «no se ajustan a derecho y escapan a las funciones y misión del CU».
En este sentido, los miembros de este grupo estimaron indispensable «recordar que FUNDEVI se creó con el fin de que respondiera al bienestar institucional y debe apegarse a los lineamientos de la UCR».
«El objetivo -agregaron- de solicitar a FUNDEVI un informe anual es conocer las labores que realiza la Universidad a través de esta fundación y de esta forma, cumplir con su deber de velar porque se cumplan los principios y fines de la institución y se utilicen apropiadamente los recursos».
Durante la discusión del informe en el plenario del CU, el rector Gabriel Macaya comentó que este es «un dictamen que le parece fuerte, un poco difícil de manejar y que no va a contribuir a mejorar la discusión de este asunto»; al ser sometido el asunto a votación, fue el único que lo hizo en contra.
