“Ella” se encuentra ante un precipicio, está al borde ante la soledad y las relaciones abusivas. “Es el drama contemporáneo, somos generaciones que encaran la preocupación de no seguir perpetuando el abuso y que al otro lado de la balanza encuentran la soledad y la amargura; todo esto nos lleva a plantearnos cómo nos relacionamos y cómo entendemos el tipo de relaciones que gestamos”.
Así explicó Dayanara Guevara el hilo conductor de su pieza teatral “Simulacros”, la cual se presenta los días 13, 14 y 15 de julio en el Instituto de México e integra música, danza y proyección multimedia, bajo la dirección de María Bonilla y en funciones gratuitas a las 7 p.m.
“Simulacros” forma parte de las colecciones “Tinta en Serie” –que recoge obras de la dramaturgia costarricense (ver recuadro)- y se trata de un atípico monólogo en el cual intervienen ocho personajes además de la protagonista, identificada sencillamente como “Ella” a secas.
Bonilla comentó que se trata de una obra “extraña y compleja”, pues está estructurada en “escenas que atraviesan el monólogo de una mujer sobre sus amigas y sus hombres”.
Explicó que “Ella” reflexiona sobre sus relaciones afectuosas, perversiones, el aborto, la identidad o la sumisión de la mujer, así como el suicidio, la soledad y las relaciones casuales.
“A través de esas escenas emerge la esperanza de que en las relaciones surja la equidad a partir de la disposición de no ignorar el pasado y aceptar a las personas con todo el equipaje que traen consigo”, añadió.
La directora indicó que la pieza presenta una estructura novedosa, ya que “Ella” conduce su monólogo interior acompañado por las escenas que establece con los otros personajes. “Habla consigo misma, en busca de explicaciones posibles, de las causas y motivos de sus vivencias”.
En ese sentido, en la pieza se reconoce que el amor es “una posibilidad de perversión, dolor, desengaño y situaciones límite, pero es el único placer que da sentido a la vida y por eso la esperanza radica en optar por el amor”.
CUERDA FLOJA
“Simulacros” es la segunda pieza teatral de Guevara y la puesta en escena es protagonizada por Moy Arburola, en el papel protagónico; a ella se suman Douglas Cubero, la propia Guevara, Allan Hernández, Laura Herrera, Bernardo Mena, Selma Solórzano, Leonardo Torres y Maritza Toruño.
Guevara, quien además de teatro estudió psicología, explicó que este monólogo es un intento que “Ella” hace en busca de reencontrarse tras lo perdido en las relaciones. “Los personajes hacen simulacros, es decir, escenas sobre el juego de lo que se hubiera hecho o se hubiera querido hacer o decir en situaciones particulares, y a eso se debe el hecho de que quede la sensación de que Ella ensaya”.
En ese sentido, detalló que la obra tiene profundidad respecto a la búsqueda por llegar a la psicología de esos procesos. “En el monólogo se emplea un lenguaje más cotidiano para adentrarse en discursos sociales como el machismo, o lo que significa el hecho de ser mujer u hombre. Hay un mundo enorme detrás de lo que se dice en la vida cotidiana”, puntualizó.
Guevara además hizo ver que cada escena está construida con su propia poesía, sin que ello signifique que se desvirtúe ese “proceso muy natural”.
En la vida cotidiana –agregó- mantenemos conversaciones cortas detrás de las cuales existe todo un mundo, de manera que esta pieza teatral se preocupa por averiguar en qué desembocan esas realidades.
Al respecto, destacó la necesidad por “resignificar” la palabra amor: “la gente dice ‘te amo’, pero dentro del juego de esa palabra se encuentran maltratos y abusos”.
Es por eso que la pieza plantea la disyuntiva de cruzar una “cuerda floja”, desde la soledad hacia ese elusivo y a veces ambiguo “amor”, sobre el precipicio de las relaciones abusivas y los desencantos: “cruzarla requiere valor y quedarse es perder la batalla”.
Tinta en serie
“Simulacros”, de Dayanara Guevara, forma parte de una serie de textos nuevos que serán presentados el próximo lunes 18 de julio, como parte de las colecciones Tinta en Serie, editadas bajo el sello de SI Productores.
Ese día, a las 7 p.m. en el Instituto Cultural de México, también se presentarán los textos “En el cristal de mi infancia” de Roxana Campos; “La hija de Barbazul” de Rodrigo Soto y “La dramaturgia que inventó una identidad” de María Bonilla, quien explicó que Tinta en Serie abarca tres colecciones.
La primera se denomina “Dramaturgia Costarricense Contemporánea”, dedicada a la edición de textos originales y con la edición de “Simulacros” -su producción más reciente- alcanza los 19 títulos publicados.
La segunda es “Versiones y Visiones Dramatúrgicas” y se destina a la publicación de textos que no necesariamente son originales, sino adaptaciones. La tercera es “Teoría y Crítica Teatral”, bajo la cual ve la luz el citado texto de Bonilla.
La directora y actriz detalló que de cada texto se editan 500 ejemplares, de los cuales el autor recibe entre 150 y 200, quien es el único que vende. Añadió que de los restantes, 100 se reparten al Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI) y los demás entre grupos teatrales independientes y universidades extranjeras.
“El objetivo es la difusión; buscamos ofrecer a los autores la posibilidad de que sean leídos por los diferentes grupos y que las obras sean montadas. Así, los libros son cartas de presentación de los autores: pueden mostrar un texto publicado”, lo cual cubre una necesidad real, en vista de que “muchos dramaturgos con textos importantes no son publicados”.
Por su parte, Dayanara Guevara opinó que “representa la posibilidad de guardar una memoria de la producción teatral, que es efímera; luego de las funciones se acaba y esta iniciativa abre la posibilidad de contar la historia de la dramaturgia”.
Bonilla aclaró que no se pretende realizar una historiografía de la dramaturgia -que no se ha hecho-, aunque es una base para ello.