Ley de Premios Nacionales es una mala copia de la de Chile

La escritora y actriz Arabella Salaberry afirmó a UNIVERSIDAD que la nueva Ley de Premios Nacionales de Cultura es una mala copia de la

La escritora y actriz Arabella Salaberry afirmó a UNIVERSIDAD que la nueva Ley de Premios Nacionales de Cultura es una mala copia de la de Chile y que cada vez hay más repudio en la comunidad artística del país por ser una propuesta incongruente con la realidad.

La semana pasada, Alberto Cañas, ganador del Premio Nacional Pío Víquez de Periodismo, expresó en este medio que la nueva ley era “un disparate y una barbaridad”, sentimiento que parece ser compartido por la comunidad artística.

Cañas recordó que hizo una serie de artículos en La República en contra de la ley y que aún sigue esperando una respuesta pública de los encargados de promoverla y defenderla en la Asamblea Legislativa.

 

La iniciativa ya fue dictaminada por la subcomisión de Asuntos Sociales del Congreso. En esta, participa la diputada Rita Chaves, del PASE, a quien se le llamó numerosas veces para conocer su opinión. Aunque dijo que atendería a este medio, al final no contestó ninguno de los dos números telefónicos (celulares). También, se le dejó un mensaje con su secretaria en el Congreso.

La ley cuenta con el respaldo del Partido Liberación Nacional y fue impulsada por Alicia Fournier junto con su “bancada”.

Pese al descontento de los creadores, el Ministerio de Cultura y Juventud se mantiene firme en reducir a nueve los premios actuales. Si se aprueba la reforma, los premios quedarían de la siguiente manera: El Magón, Emilia Prieto (que sustituye al de Cultura Popular), danza, literatura, música, teatro, artes interdisciplinarias, artes visuales y audiovisuales.

En la actualidad, existen los premios Magón, de Cultura Popular, el Clodomiro Picado Twight en Ciencia y Tecnología, el Aquileo J. Echeverría de música en la rama de la composición, y el Aquileo J. Echeverría en literatura en las áreas de cuento, novela, poesía y libro no ubicable.

Además, están los Aquileo en artes plásticas, en historia, en ensayo, así como los premios de dramaturgia y teatro con sus subcategorías como mejor director, mejor actor protagónico, mejor actriz protagónica, mejor escenografía, mejor actor de reparto y mejor actriz de reparto.

En danza, se destaca a la mejor obra coreográfica, al mejor intérprete y al mejor grupo.

Mientras tanto, en música se resalta a la mejor agrupación coral y la categoría ya citada.  En periodismo, se tiene al Pío Víquez y al Joaquín García Monge para la rama de la difusión cultural en este campo.

En total, son 14 categorías con sus divisiones, lo que permite distinguir a muchos artistas, pensadores, pintores, creadores, etc.

Todo ello, según Salaberry, se acabará si los diputados terminan por darle  el apoyo al proyecto gestado en el 2010.

La idea del Ministro Obregón es que esas nueve áreas incluyan muchas de las subcategorías que hoy existen. Por ejemplo, habrá un único premio en literatura, que contemplaría a la poesía, al cuento, al ensayo y a la novela.

“Es realmente una contradicción lo que se está proponiendo, porque es muy diferente evaluar una novela que una obra en poesía. No se puede poner a competir a un escenógrafo con un director en teatro; son dos funciones muy distintas”, puntualizó.

EL CASO CHILENO

Chile, por su parte, tiene las siguientes categorías para premios nacionales: literatura, periodismo, ciencias exactas, ciencias naturales, ciencias aplicadas y tecnológicas, historia, ciencias de la educación, artes plásticas, artes musicales, artes de la representación y audiovisuales, de humanidades y ciencias sociales.

En cuanto a la relación que se estable con Chile, Salaberry detalló que esos premios reconocen toda una trayectoria, y no la labor de un año, como ocurre con los galardones costarricenses.

Son dos realidades muy distintas; parece ser, explicó, que es el modelo chileno el que se quiere instaurar en un contexto totalmente diferente.

Es tal la diferencia, que un premiado chileno recibe en efectivo $12.500 (¢6 millones) y una pensión vitalicia significativa.

Los premios en Chile, además, se entregan cada dos años. Uno de los ganadores en literatura, por ejemplo, ha sido, en dos ocasiones, Hernán Rivera Letelier, quien luego obtuvo el Alfaguara de novela por “El arte de la resurrección”.

Para la mencionada escritora, la principal razón de la reforma es económica, por lo que insta al Ministerio de Cultura a que busque alternativas para financiar los premios.

Esta versión tampoco es aceptada por la cúpula que dirige el Ministerio de Cultura en la actualidad, al sostener que se trata de una reforma integral que le dará mayor categoría a los galardonados.

“De todas maneras, la dotación económica de los premios casi es simbólica. Lo importante es que los artistas sientan ese estímulo, y contrario a lo que dice el ministro Obregón, no existe apoyo de los creadores como él dice”, aseveró Salaberry.

En criterio de la Asociación de Escritoras, que agrupa a 60 integrantes, la ley representa un verdadero retroceso para los creadores costarricenses, pese al gran aporte que todos en su conjunto dan.

Controversial e inoportuna: así se percibe, en el mundo artístico costarricense, la nueva ley de Premios Nacionales de Cultura, la cual esconde -en criterio de los artistas- un único fin: reducir el gasto en los premios.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

La “sólida” institucionalidad que ubica a Costa Rica dentro de las democracias más consolidadas de la región, suele atribuirse a la “lucidez” de la

'Voces del "boom"' recupera las entrevistas que el escritor y crítico catalán Robert Saladrigas realizó hace más de 40 años a unos autores latinoamericanos.

El hecho de que en su momento la Sala Constitucional (IV) haya detenido los procesos de investigación que pudieron haber llevado al Tribunal Supremo

Costa Rica  le debe a este insigne ciudadano, recién fallecido, una serie de  obras de la mayor importancia. Entre estas destaca de manera especial 

El dragado del río San Juan por parte de Nicaragua, la invasión a isla Calero-Los Portillos, y el proyecto de la llamada trocha “soberanía”

El Diccionario de la Real Academia Española recoge el término judicialización, entendiendo por éste la “acción y efecto de judicializar”; y precisamente para judicializar

Un arte espectral, recién publicado por el sello Backlist (Planeta), nos regala las valiosas reflexiones de un peso pesado de la literatura del siglo

El artista nacional Néstor Zeledón calificó como “muy dolorosa” la destrucción de una escultura suya ubicada en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, limítrofe
Semanario Universidad