Música popular independiente en Costa Rica es un hervidero

En respuesta a la ebullición experimentada por la música alternativa en nuestro país, los sectores público y privado establecen alianzas para impulsar a sus creadores.

Como sucede en los movimientos cuando son orgánicos, el sector musical independiente en el país ha sacudido de manera dinámica a entidades públicas y privadas para responder a sus necesidades y demandas vitales de creación artística, emprendimiento y productividad.

Prueba de ello es la implementación de la denominada plataforma “Conecta Costa Rica Música”, que este jueves 23 y viernes 24 de julio se reunirá en el Teatro 1887, en el Centro Nacional de la Cultura (Cenac).

El objetivo de la actividad es dar los primeros pasos estatales para la capacitación profesional a músicos independientes sobre sellos discográficos, manejadores, productores artísticos y ejecutivos, cono el fin de facilitarles herramientas de gestión, producción, distribución, integración, venta y desarrollo de proyectos musicales.

Mediante una serie de talleres, conferencias y debates a cargo de expertos internacionales y nacionales en el campo de la industria musical, la propuesta es llevada a cabo por el Ministerio de Cultura y Juventud, el Instituto Nacional de la Música, el Centro Nacional de la Música e Ibermúsicas.

En “Conecta Costa Rica Música” participarán Sergio Arbeláez, de Colombia-México; Ricardo Lira Ayara y Cristian Lucero, de Chile; Fer Isella, de Argentina; así como los costarricenses Roberto Montero, Carol Campos, Luigi Jiménez, Luis Monge y Esteban Monge.

La ministra de Cultura, Sylvie Durán, dará una conferencia magistral sobre esta iniciativa, como uno de los primeros esfuerzos públicos de capacitación para músicos por parte de especialistas, productores y gestores; además de su incursión en el mercado regional, la participación en ruedas de negocios y la circulación de la producción musical nacional en distintos ámbitos.

Crecimiento exponencial

El diagnóstico de Roberto Montero, de la empresa Epicentro, acerca del panorama de la industria de la música independiente en Costa Rica es que la materia prima abunda y es de gran calidad. “Lo que yo me he topado una y otra vez es que la gente reconoce el talento interpretativo y la creación musical de nuestro país”, señaló.

En este contexto, adelantó el dato arrojado por un análisis previo de la Cuenta Satélite de Cultura del Banco Central y del Ministerio de Cultura, que logró identificar unas 400 agrupaciones activas.

En criterio de Montero, se deben acomodar los diferentes elementos del mercado musical para que sea un entorno más justo y que propicie un mayor crecimiento. Mencionó la necesidad de efectuar un análisis de aspectos como cuánto se paga por concierto, cuáles son las condiciones de las salas de música en vivo, así como la necesidad de promotores locales que inviertan en nuestro talento.

También hizo referencia a los músicos que visibilizan la escena local en el exterior y a la existencia de la herramienta de Internet, que permite que la música creada en Costa Rica pueda ser escuchada en cualquier parte del mundo.

“Es un momento en el cual artistas nacionales figuran en los carteles de los festivales de diferentes géneros”, indicó Montero.

Asimismo, considera primordial la alianza público-privada, liderada por la Unidad de Cultura y Economía del MCJ (UCE-MCJ), mediante la cual un grupo de trabajo con representantes de músicos, promotores, entidades de gestión de cobro de derechos de autor como la Asociación Costarricense de Compositores Musicales (ACAM) y la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musicales (AIEM), entre otros, elabora el Plan estratégico para la industria de la música que se presentará en el segundo semestre de este año.

Al respecto, Anahí Moyano, de la UCE-MCJ, confirmó que los indicadores del sector acopiados por la Cuenta Satélite de Cultura serán de gran utilidad para obtener un panorama más preciso de lo que sucede en el movimiento musical del país.

La información, oficializada a finales de este año, arroja de antemano, por ejemplo, que la producción fonográfica ha cedido espacio a la presentación de conciertos en vivo, dos de las fuentes generadoras de ingreso para los músicos. Igualmente, pone sobre la mesa la relevancia de la economía creativa, como un factor esencial del sector productivo del país.

Moyano resaltó la importancia de la medición para concretar las acciones prioritarias del Plan estratégico de la industria del sector musical, dirigidas hacia una mayor competitividad, empleo y productividad, y con ello dinamizar los emprendimientos culturales y las pequeñas y medianas empresas (Pymes) dedicadas a diversos ámbitos del sector.

Experiencias colman el vaso

Es un error pensar que los músicos independientes no han caminado su propio camino; ya cumplieron su mayoría de edad y, precisamente por esta razón, están a punto de caramelo para procesos de visibilización y apoyo en las esferas públicas y privadas.

Con propuestas de autogestión novedosas y empoderadas, el sector musical independiente alternativo forma parte indiscutible de una industria que crece en forma vigorosa.

Estos grupos crean y producen sus propios materiales discográficos, ya sea en formato digital o físico, negocian sus conciertos en vivo y buscan lugares donde presentarse dentro y –algunos− fuera del país, realizan sus videos y mercadean una gama de bienes que van más allá de la música que hacen, entre otras acciones que emprenden en su diaria labor.

Sin importar si su formación ha sido académica o autodidacta, el público que los sigue se siente plenamente identificado con sus propuestas, los aglomera y los hace sentir comunidad.

Sobre este contexto tiene conocimiento a profundidad Montero, de Epicentro, invitado a participar en “Conecta Costa Rica Música” para compartir su experiencia tejida en el ámbito privado.

Montero detalló que su compañía es “una plataforma para la promoción permanente de talento emergente iberoamericano de música”. Basada en Costa Rica desde el 2014, tiene como finalidad la creación de circuitos para compartir experiencias entre músicos y artistas de la región.

El año pasado llevaron a cabo un ciclo de cuatro conferencias sobre distribución digital, circulación en festivales internacionales y el papel de los medios en la escena musical emergente. Allí presentaron un caso estudiado sobre la ciudad de Monterrey, en México, pues lo consideraron similar al comportamiento musical independiente en nuestro país.

En marzo pasado, la empresa efectuó el “Mercado de verano de Epicentro”, en la Casa del Cuño. La iniciativa conformó una vitrina de música nacional, en la cual 90 artistas vendieron sus productos.

Además, ofreció un curso práctico de cómo buscar financiamiento para el sector y varias charlas –entre ellas sobre los derechos de autor intelectual– e invitaron a expertos para iniciar una serie de acciones para la consolidación de emprendimientos musicales, específicamente de sellos discográficos.

“Ahora no hay que pensar en la grandes empresas multinacionales, sino en múltiples sellos pequeños que interactúan en un mercado mucho más democrático”, destacó el promotor.