Trabajo en equipo, responsabilidad, actitud mental positiva, la calidad y el amor fueron los pilares extrafutbolísticos para el triunfo de la Selección
Alcides Alfaro, profesor universitario de la UCR y el ITCR en estrategia empresarial, trabaja ahora con la Selección Naciona
Cuando Costa Rica fue goleada por Honduras en el primer partido de la segunda fase de la eliminatoria al Mundial en Alemania 2006, la dirigencia del fútbol nacional dispuso llevar al grupo al profesional Alcides Alfaro.
Experto en programas de formación, estrategia empresarial, efectividad gerencial, recursos humanos y con más de un millón de horas impartidas de capacitación, se creyó con buen tino que este saprissista de corazón y amante del fútbol, podía ayudar a sacar del abismo al equipo de todos y a fe que lo logró.
El que muchos llaman erróneamente motivador de la Selección Nacional, concedió esta entrevista a UNIVERSIDAD.
¿Cómo encontró al grupo de seleccionados cuando usted llegó?
-Llegué al grupo después de que Honduras nos goleó 5-2, prácticamente 72 horas antes de viajar a Guatemala al segundo partido de la cuadrangular y desde el principio fui claro en el sentido de que en mi campo, no hay milagros; es como sembrar semilla de aguacate, se debe esperar la cosecha, dar chance y guardar el tiempo razonable para ver los resultados.
Se perdió en Guatemala 2-1 el segundo partido. ¿Qué pasó?
-Pesó mucho el comportamiento de Andy Herron y sobre esto empezamos a trabajar, porque como todo grupo humano, en este caso de futbolistas, teníamos jugadores de diferentes niveles culturales, distintos entornos, clubes diferentes y entramos de lleno al propósito de equilibrarlos, a todos, bajo cuatro dimensiones: las energías física, mental, espiritual y emocional.
Había una enorme necesidad de equilibrio en el grupo de manera que si reforzábamos estos cuatro aspectos, lo otro, el acicate que para los jugadores significaba el trabajo tesonero del técnico Jorge Luis Pinto, -yo diría que es un adicto al trabajo-, se podía dar la combinación perfecta para trasladar las voluntades individuales y la alta calidad de los jugadores en beneficio del seleccionado».
¿Fue esto un primer paso?
-Nos equipamos para el logro de metas y propósitos específicos.
Meta: lograr el pase, la clasificación a pesar de sumar dos derrotas. No podíamos perder otro punto.
Exito: alcanzar el propósito; lograr el resultado. Las dos cosas se dieron», dijo Alfaro.
El experto manifestó a UNIVERSIDAD que en una segunda fase definieron un compendio de valores de éxito con el propósito de transformar cada valor en una creencia fundamental del grupo.
«El primer valor fue el trabajo en equipo. Solo, es imposible triunfar. Ni Michael Jordan, ni Pelé, ni Maradona pueden ganar un partido ellos solos. Eso de que me echo el equipo al hombro es mentira.
‘El talento individual gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos’, le dijimos a los jugadores.
El segundo valor fue la responsabilidad, basada esta en amar lo que se hace y el compromiso con las normas del equipo.
La actitud mental positiva, la mentalidad de ganar, ganar y ganar fue el tercer valor, fundamentada en la relación entre jugadores, cuerpo técnico dirigentes y prensa.
Se debían respetar las jerarquías en las dos vías.
El cuarto valor fue la calidad, que significa ‘hacer las cosas correctas, correctamente desde la primera vez…todas las veces.
Se insistió en que como equipo se podían caer, pero igual se podían levantar y que la excelencia tenía que ser norma de sus vidas.
Antes de futbolistas profesionales, debían ser ciudadanos de calidad, padres, esposos, amigos, hermanos. Buenos en eso, antes de futbolistas.
El quinto valor fue el amor. A Dios. A nosotros mismos. A la familia. Al trabajo. Al país. A los valores patrios.
Les hicimos ver que a su edad, muchos jóvenes en otros países eran convocados para la guerra y ellos en cambio, lo eran para jugar».
¿Qué fuentes literarias se utilizaron?
– Muchas horas de trabajo, de investigación, buscar en Internet como se trabaja en grupos, en clubes del primer mundo futbolístico y también transmitir mensajes y cosas simples.
Enfatizamos muchas horas con los jugadores en lo que denominamos la voluntad de trabajo basada en dos conceptos.
El primero, el desarrollo de hábitos para ganar.
Usamos testimonios del entrenador de fútbol americano, Vince Lombardi, quien una vez expresó que lo importante en la vida no es ganar, es lo único y para equiparar ese concepto en el seleccionado desarrollamos nos apoyamos en el modelo motivacional de Michael Jordan, reproducidos en la obra «Michael Jordan o el hábito de ganar», escrita por Juan Antonio Razo.
Así preparamos los partidos de visita en Canadá y Honduras, dos plazas difíciles, dado que en Canadá, Costa Rica nunca había ganado un partido eliminatorio y en Honduras, con excepción de la grandiosa victoria de Guimaraes en la eliminatoria anterior, la Selección tenía 40 años de no vencer».
¿Cuál fue el segundo concepto?
-La automotivación, como camino seguro de poder enfrentar con éxito la hora de la verdad», agregó Alcides
Y luego dijo: «nadie puede motivar a nadie, eso es mentira; es la gente la que se automotiva cuando se crean las condiciones correctas y un medio ambiente favorable que les permita a ellos motivarse.
La motivación es un estado mental superior que implica o conlleva responsabilidad y compromiso.
Superado el escollo con Canadá, a la que derrotamos en San José y en Vancouver, nos esperaba esa hora de la verdad en el juego crucial en San Pedro Sula.
Y vea que apelamos, diría que inteligentemente a la crítica situación del país, la desconfianza, la desmoralización para que fueran los jugadores del seleccionado los que asumieran el liderazgo que la Patria urgía.
Les dijimos que en sus manos estaba el darle a Costa Rica una gota de alegría y que ellos tenían el privilegio y la magia de unirnos a todos, ni los políticos, ni los árbitros, ni los sacerdotes, ni los periodistas, podían hacerlo.
Les hicimos ver que en medio de las denuncias de corrupción, el clásico entre Alajuelense y Saprissa se jugó a estadio lleno y que en el partido eliminatoria contra Guatemala, cuando en la TV pocas horas antes se miraba a los políticos ir presos a las celdas, se recaudaron ¢100 millones.
El poder de convocatoria del fútbol era innegable y la responsabilidad de ellos, como seleccionados, de darle alegría al pueblo era enorme, pero a la vez gratificante».
Entendido esto…¿cómo se preparó el último partido?
– Con el profesor Pinto preparamos en la concentración en Guápiles, una visualización de ese partido en Honduras y apuntamos 15 factores de riesgo.
Ya sabíamos que la prensa deportiva hondureña había espoleado a los fanáticos en contra de la Selección Nacional, que venían insultos contra Pinto, por colombiano, contra los jugadores negros, lo de culeros a los blancos, se apuntaron todos los detalles que se iban a topar en contra de nuestro grupo y nos adelantamos a conocer esos factores estresantes para neutralizarlo.
Costa Rica arribó a San Pedro Sula totalmente preparada para neutralizar los efectos contrarios y revertirlos en nuestro favor. Ustedes vieron que así sucedió», finalizó el también profesor universitario.
¿Cuáles son los jugadores que más aportan al grupo?
– José Luis López, José Francisco Porras, Alvaro Mesén, Carlos Hernández, Luis Marín y Paulo Wanchope.
Lic. Alcides Alfaro
Quince años de trayectoria en consultoría a nivel local e internacional.
Desarrollo de procesos de consultoría gerencial en diversos campos empresariales.
Diseño de programas de formación a más de 15.000 colaboradores de nivel gerencial, mandos medios y nivel operativo.
Administración de recursos humanos, seminarios y tesis de graduación.
Talleres en áreas de efectividad gerencial a nivel latinoamericano. Cargos de gerente en BAT, Pfizer, Kativo Chemical, H.B. Fuller