El Club de Esgrima de la Universidad de Costa Rica fue cerrado por supuesta falta de recursos.
Entre argumentos rebuscados y una votación cuestionable, en diciembre pasado, la Asociación Deportiva Universitaria (ADU) tomó la decisión de cerrar el Club de Esgrima y el Programa de Especialización Deportiva de Esgrima de la Universidad de Costa Rica.
Desde entonces, cartas van y vienen entre el director de la Oficina de Programas Deportivos, Recreativos y Artísticos, y presidente de la ADU, Gerardo Corrales Guevara, y el hasta entonces entrenador del club de esa disciplina, Luis Cruz Meléndez.
En el documento correspondiente a la sesión No. 28-2003 de la ADU, entre las razones del cierre se citan el incumplimiento de los objetivos por la escasa asistencia de estudiantes y bajos ingresos económicos del club que se encuentra entre los «autofinaciados», donde quien participa debe aportar una cuota con la que se cubre el pago al entrenador.
Además, se cuestiona la poca difusión de este deporte en los ámbitos nacional e interuniversitario, pero principalmente el alto costo de reposición del equipo necesario, el cual no se renueva desde 1989, por lo que se ha utilizado el que queda de esa compra, más el que la Asociación Costarricense de Esgrima y el propio Cruz prestaban al club.
Según el informe de Cruz, los ingresos del grupo siempre fueron suficientes para cubrir los pagos de entrenador y nunca significó una carga económica para la ADU; se obtuvieron buenos resultados en los campeonatos nacionales juvenil y mayor, y la asistencia, si bien es irregular, mantiene un número importante, considerando la poca difusión de este deporte.
Pero la lista de motivos no queda allí. Luego de que el entrenador envió una respuesta a los puntos en cuestión, la ADU mandó otro donde señala nuevos problemas: el club de Esgrima no cumplía con el porcentaje estipulado de participación de estudiantes que es de 75%, pues tenía 53% y no hubo liga universitaria.
En el texto se informa que no se adjuntaban los remanentes de 2002, ya que en ese año la ADU sufrió un desfalco de parte de su tesorero y con esto todos los programas fueron perjudicados. De este caso se tiene una propiedad en garantía y ya es de conocimiento del Ministerio Público.
Cruz aclaró que se realizaban esfuerzos para abrir grupos de esgrima en las otras universidades estatales, ya que el club de la UCR recibía estudiantes de esas instituciones.
Además, lamentó profundamente la situación del club, pues este ha sido por 15 años el pilar fundamental de la esgrima nacional, y consideró que se trata de una gran pérdida para quienes no gustan practicar deportes tradicionales como el fútbol o baloncesto.
«Tal ves mi error fue pedir la renovación de los implementos deportivos (armas, caretas), ya que no se hace desde 1989, con la intención de que repusieran aunque sea unas pocas armas, pero han tomado esta petición como pretexto para cerrar el club.
«Dicen que es un deporte elitista, lo cual no es cierto porque quienes forman parte del club, son de clase media y el acceso a este deporte lo tenían a través de la Universidad,» comentó.
Cruz destacó que del grupo saldrá el representante de Costa Rica, que gracias a la ayuda de la Federación Internacional de Esgrima, asistirá al Mundial de Bulgaria por celebrarse del 1 al 7 de abril.
También queda pendiente el reclamo que hacen los esgrimistas de un dinero que el club recolectó por concepto de una rifa, con el fin de comprar equipo, para lo que se depositó a la ADU un monto ¢148.000, pero ésta no se efectuó.
«NO SE PUEDE»
Según Corrales, la principal razón para cerrarlo es la falta de recursos económicos para reemplazar el equipo en mal estado, ya que sería una irresponsabilidad brindar un servicio sin tener las condiciones adecuadas, y además con materiales que no pertenecen a la institución, pues del material comprado en 1989 ya no queda nada.
Sin embargo, en el informe final de 2003, se hace un inventario en el que se indican las condiciones de uso: 9 caretas, 4 floretes de práctica, 3 floretes eléctricos, 3 sables de práctica bastante deteriorados, 3 espadas eléctricas y 4 plastrones. Esto sin tomar en cuenta las 10 caretas que pertenecen a la Escuela de Educación Física.
Al consultarle sobre si el porcentaje de participación estudiantil es motivo para cerrar un equipo, ya que disciplinas como natación (35%), porrismo (56%) y voleibol masculino (33%) tampoco cumplen con dicha cifra, Corrales respondió que no, que simplemente se incluye entre las causas «porque se debe mencionar todo».
Respecto al dinero, manifestó que no habría obstáculo en reintegrarlo a los miembros del club, pues ese monto no se ha tocado y nada más habría que esperar la resolución definitiva, y determinar un mecanismo administrativo adecuado que permita a la ADU devolverlo.
Alejandrina Mata Segreda, Vicerrectora de Vida Estudiantil, coincidió con Corrales en que la UCR no está en capacidad de comprar equipo nuevo para el club de esgrima y que la poca práctica en el nivel nacional impide el adecuado desarrollo de este deporte.
Sin embargo, se mostró anuente a buscar una solución, y plantea que se pase este club al área de recreación o bien se logre un convenio con la Asociación Costarricense de Esgrima, presidida por el entrenador Cruz.
Llama la atención de que se cierre el club por falta de recursos, mientras que en la oferta de cursos de este semestre se ofrezca esgrima como actividad deportiva, y aunque la Vicerrectora manifestó que el equipo usado en este es de la Escuela de Educación Física, en esa unidad académica indican que esto no es del todo cierto.
Guadalupe Delgado, instructora a cargo de la actividad deportiva, explicó que el equipo utilizado en su curso es el mismo usado por el Club, por lo que también están usan equipo de la Asociación Costarricense de Esgrima.
Para Delgado es una «verdadera barbaridad» el cierre del club, ya que su curso nutría de asistentes al mismo. «La Universidad tiene capacidad para atender un grupo de 30 personas e incluso tenemos una Maestra en la enseñanza de las Armas, graduada en Francia y dos muchachos que realizaron cursos internacionales. Es un asunto de intereses comunes,» concluyó.