La derrota electoral del Frente Farabundo Martí (FMLN) en las elecciones parlamentarias y municipales de El Salvador del pasado 11 de marzo abrió el debate sobre el desempeño de la izquierda en el Gobierno, precisamente cuando, en gran parte de América Latina, las tradicionales opciones políticas se derrumban, mientras el electorado busca una gran variedad de alternativas.
Desde Argentina a Cuba, pasando por Uruguay, Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, el fracaso de la política neoliberal aplicada en el último cuarto de siglo abrió la puerta para esa búsqueda. Ahora, después de uno o dos períodos en el Gobierno, según el caso, las diversas alternativas de izquierda enfrentan de nuevo el desafío de las urnas, como ocurrió en Brasil, Argentina, Nicaragua y, este año, en El Salvador. En Venezuela, las elecciones se llevarán a cabo en octubre.NADA NUEVO
Después de 20 años de gobierno de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), luego de la firma de los acuerdos de paz de 1992, el Frente Farabundo Martí llegó al Gobierno en una especie de coalición con sectores independientes que llevó a la presidencia, el 1 de junio del 2009, a Mauricio Funes, un hombre que no pertenecía al partido.
Ahora, a tres años de esos comicios (cuando el candidato del Fmln logró 51,3% de los votos), las elecciones parlamentarias y municipales para el período 2012-2015 le dieron nuevamente una mayoría parlamentaria relativa a ARENA, en un resultado estrecho que se presta para diversas interpretaciones.
Para Felipe Ortiz, del Sindicato de Periodistas de El Salvador, ARENA apuesta al “perdón y el olvido” de las consecuencias de sus políticas durante los cuatro gobiernos que se sucedieron luego de los acuerdos de paz de enero de 1992.
“El capitalismo salvaje se dio en todas sus dimensiones –afirma– recordando que se privatizaron las telecomunicaciones, las pensiones y la banca (que quedó en manos de sus partidarios, quienes luego la vendieron a las multinacionales), dolarizaron el país, firmaron el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, profundizando las disparidades sociales y disparando los índices de violencia en el país”, señaló.
En su opinión, el dilema de El Salvador es que esa derecha “no tiene nada nuevo que ofrecer” y los resultados de sus gobiernos incluyen el que casi 2,5 millones de salvadoreños tuvieran que emigrar y aunque los datos oficiales indican que el desempleo afectaba a menos de 10% de la población, más de 40% se encontraba subempleada. Las remesas familiares sumaron, el año pasado, $3.600 millones.
La idea de que los resultados se deben más a los errores del FMLN que a avances de ARENA la expresa el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Scranton (Pensilvania), Mike Allison. Allison destaca que la votación de ARENA se ha mantenido estable, al lograr 34 asientos parlamentarios en 2006; 32, en el 2009, y 33, en estas elecciones.
Para Roberto Pineda, pastor luterano, la derrota del FMLN obedeció, más que a las propuestas alternativas de la conservadora ARENA, a errores propios del partido.
Hoy las tropas de asalto de ARENA lograron penetrar simultáneamente en los principales bastiones del FMLN, causaron daño, y lograron tomárselos por los siguientes tres años. El camino hacia casa presidencial para la derecha se ha acortado. Este es el primer dato” dijo Pineda.
Los analistas destacan tres problemas particularmente graves para la vida de los salvadoreños: la delincuencia, el desempleo y el alto costo de la vida, para los cuales el actual Gobierno no ha podido ofrecer soluciones adecuadas.
Es claro que esta derrota obedece más a errores propios del FMLN que a fortalezas estratégicas de ARENA”, agregó.
DILEMA DEL FMLN
Pero el FMLN enfrenta también diversos desafíos. Por un lado, sus discrepancias con el presidente Funes mantuvieron una permanente tensión en esferas del Gobierno. Las bases del FMLN, afirmó Allison, “están desencantadas con el desempeño de Funes”, especialmente con la falta de avances en el área económica y de seguridad.
El pastor Pineda estimó que esos factores contribuyeron a la “existencia de un alto nivel de ausentismo del llamado ‘voto duro’ e incluso la pasividad de un sector de la misma militancia del FMLN”.
Otros factores internos afectaron también al partido. “Mucho ha pesado en este resultado, desde el acomodamiento de algunos cuadros del FMLN en posiciones de Gobierno hasta acciones de dudoso desempeño por parte de otros, el divorcio con las masas, la carencia de sentido estratégico y la incapacidad de lograr una sólida unidad, alcanzada por la derecha en más de una oportunidad en América Latina, como ocurrió en Chile, han sido factores a tener en cuenta”, dijo el escritor guatemalteco Francisco Alvarado.
El presidente de la Asamblea Legislativa y vocero del FMLN, Roberto Lorenzana, afirmó, luego de conocidos los resultados electorales, que «vamos a estudiar con mente fría sus causas y las lecciones de este proceso para hacer las readecuaciones que sean necesarias y posibles».
Carmen Elena Villacorta, una salvadoreña especialista en estudios latinoamericanos, dijo en la revista “Nuestra América” que, en su opinión, el electorado expresó al FMLN un reclamo por su “falta de radicalidad”.
Eso significa, explicó, “estar al tanto de los problemas más acuciantes de la población y buscar con tesón, determinación y valentía todos los caminos posibles hacia su solución. La razones por las cuales el abstencionismo de un porcentaje importante de simpatizantes del Frente condujo a la pérdida de importantes bastiones rojos en el área metropolitana de San Salvador y de curules en la Asamblea Legislativa se vinculan con eso: el FMLN no ha estado trabajando con pleno compromiso y dedicación en la solución de los problemas de las mayorías”.
“El autoritarismo, la terquedad y la sordera que pesan sobre las estructuras del partido están impidiendo asumir los problemas de El Salvador con la radicalidad que la realidad está demandando”, enfatizó.
El FMLN tendrá que decidir, entre otras cosas, si irá nuevamente a las elecciones presidenciales con un candidato ajeno al partido, una decisión particularmente difícil dado los resultados de esta primera experiencia.
“En un año a más tardar, el FMLN deberá decidir quién llenará la candidatura presidencial”, recordó Felipe Ortiz. Si hay necesidad de alianzas, ¿con quién hacerlas?, se preguntó.
El profesor Allis menciona la posible candidatura del actual vicepresidente de El Salvador, Sánchez Ceren, un importante dirigente guerrillero en el período de la guerra civil. Otra posibilidad sería, en su opinión, la candidatura de un candidato “más moderado”, como el seis veces alcalde de Santa Tecla, en el departamento de La Libertad, Óscar Ortiz. Desgraciadamente, agrega, “él podría ser demasiado moderado o demasiado independiente –como el presidente Funes– para alguna gente de línea dura del FMLN”.
Probablemente, el desafío no será solo la elección del candidato, sino, el de renovar el estilo de un partido que salió de la lucha guerrillera hacia el terreno de la política electoral, sin experiencia en las tareas de Gobierno.
Resultados electorales El Salvador
El domingo 11 marzo, los salvadoreños acudieron a las urnas para elegir 84 diputados y 262 alcaldes.
El principal partido de oposición, la derechista ARENA, obtuvo un 39,7% de votos válidos, que le dan 33 diputados; mientras el oficialista Frente Farabundo Martí logró 36,8% de los votos, es decir, 31 diputados. En las elecciones de 2009, el Frente había logrado 35 curules, tres más que Arena. Una relación que ahora se invierte.
Para la aprobación de leyes se necesitan 43 votos. Ninguno tiene mayoría absoluta en la cámara, por lo que serán decisivos los votos de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), una disidencia de ARENA encabezada por el expresidentes Antonio Saca, que logró 11 curules.
Por otra parte, el arenero alcalde capitalino Norman Quijano se proclamó ganador de las elecciones municipales y gobernará San Salvador por un segundo período. Superó ampliamente al candidato del Frente, Jorge Schafik Handal, hijo del ya fallecido e histórico dirigente del FMLN con su mismo nombre. El escrutinio preliminar le daba a Quijano un 63,3% de los votos, contra 32,6% de Handal. ARENA ganó nueve de las 14 capitales departamentales, además de algunas municipalidades emblemáticas del FMLN.
El abstencionismo estimado en 50%, cerca de 4,5 millones de votantes, podría haber restado votos al Frente Farabundo Martí, según analistas.