Siguiendo con el tema de los concursos, para el efecto del nombramiento, se elabora la P3 y luego se saca el boletín con las condiciones, la unidad es la que se encarga de digitar los requisitos y la experiencia, para que queden de acuerdo a lo que ocupa la persona que escoge y aquí es donde empieza el desfile de personas que tratamos de participar, ya sea porque deseamos salir de donde estamos o queremos subir de puesto, casi siempre, léase que escribí “casi siempre”, ya tiene nombre y apellido; debo decir que hay excepciones, y por supuesto que todos sabemos que el procedimiento es así: se debe sacar el boletín, aunque tengo entendido que una jefatura puede hacer un nombramiento temporal de hasta seis meses, sin sacar la plaza a concurso, lo cual generaría que esa persona sea la más apropiada en caso de concurso interno, ya que tendría la experiencia más “fresquita” y también que se puede seguir nombrando si nadie denuncia o solicita que se saque a concurso −corríjame por favor si me equivoco−; en lo concerniente a la terna, que ya no son tres personas, sino diez, quince o más, se puede decir que para algunas jefaturas es una clara oportunidad de ver cómo anda el mercado laboral interno de la UCR; he escuchado que algunas personas participan y ni siquiera las llaman a entrevista.
A mayo pasado, he participado en cinco concursos, de los cuales tres ya pasaron y dos están en trámite; puedo hablar de los tres anteriores; de estos solo a uno me llamaron a entrevista, los otros dos que eran el mismo puesto (permítame explicarle: el primero era para nombrar interinamente y el segundo, tres meses después, era para la propiedad); no me llamaron. Siguiendo con el tema de la entrevista, debo decir que fue enriquecedora como tal; la persona que me atendió me dejó maravillado con su forma de ser; al final de la entrevista me dijo que si tenía algo más que aportar y le dije que sí; me pareció oportuno decirle que el no darle la oportunidad a la gente que trabajaba en su oficina, sería dañino para el clima laboral, porque si no, qué oportunidad irían a tener ahora y en un futuro los que están en puestos menores al que estaba en concurso; gracias a Dios le dieron la oportunidad a una persona de ahí mismo, generando al menos dos oportunidades más de crecimiento laboral interino en una unidad de esa sección; eso fue el año pasado; para enero de este año −por medio del correo de brujas− me di cuenta de quién fue la persona favorecida (la elección era lógica) y si mal no recuerdo, como un mes después me llegó un oficio dándome las gracias por participar: mejor tarde que nunca, digo yo; de los otros dos concursos nada.
Por el momento, esto sería todo en relación con los concursos internos; tenga por seguro que si hay que agregar algo más y que sea pertinente a los temas tratados, se lo haré saber por este medio; en resumen, si lo llaman a uno para decir que lo escogieron, excelente, y si no, que por lo menos la sección de Reclutamiento y Selección sea la encargada de avisar por mera cortesía a los participantes no elegidos, y que den el mensaje de las gracias por participar y que será en otra oportunidad.
En el próximo artículo, me referiré al tema de los nombramientos y está dirigido al jefe de la ORH-UCR.