Para muchas personas la lucha que inició este año, respecto al cierre (de promociones) de psicología, es sólo por una carrera. A esto, la unión con la carrera de turismo y otros estudiantes de otras carreras, ha sido calificada de múltiples formas: por un lado, personas formadas e identificadas con la UCR han señalado a este movimiento como la muestra de que los años en la UCR ha dado como resultado que un grupo de estudiantes se comprometan con la lucha social, el bienestar de su comunidad, o sea, un grupo de estudiantes que son las y los estudiantes que quiere la UCR. No se debe olvidar que también se nos ha tildado de terroristas, pero si el terrorismo actuara tan visiblemente como hemos actuado nosotros y nosotras, no se llamaría terrorismo, ni podría actuar como tal, puesto que se sabría de antemano lo que va suceder.
Volviendo a la causa de esta lucha, ya se debe dejar de ver como la lucha de carreras por sus objetivos; es claro que en la actual coyuntura del país, donde las y los estudiantes luchan por un FEES justo para las U públicas, además del debilitamiento de las instituciones públicas como la CCSS y el ICE, y saliendo de Costa Rica las luchas en Chile respecto a la educación, se puede ver cómo esta lucha en la Sede de Limón se ha vuelto parte de la lucha por la defensa de modelo de universidad, por la U del pueblo, no de las empresas o el Gobierno, por la regionalización, investigación, acción social.
De igual modo, esta lucha se ha vuelto por la búsqueda de equidad para una sede que por años sus estudiantes han estado en pasividad; las y los estudiantes hemos callado ante múltiples actos como el cierre y apertura de carreras sin criterios de peso, sin evaluaciones o investigaciones confiables, no estudios de mercado, puesto que la UCR no responde al mercado laboral, sino a la necesidad social.
De esta manera, estudiantes de las carreras de turismo y psicología, estamos demostrando que nos hemos forjado en una universidad pública, creemos en la lucha como una forma de liberarse de la opresión, de conceder a las mayorías populares la oportunidad de expresarse ante las grandes mayorías, frente a quien o quienes muevan los hilos del poder.
Asimismo, cuestionamos: ¿Qué clase de psicólogos o psicólogas seríamos si no trabajáramos por y para el pueblo? ¿Y qué clase de personas serían las de turismo ecológico y de otras carreras si respondiéramos a lo que el mercado, las empresas y/o el Gobierno nos dictan? Sería responder a los deseos de las clases dominantes y no mirar las necesidades de nuestro pueblo.
Por último, es preciso que las autoridades de esta Alma Máter se den cuenta de que no es sólo un cierre de carrera; si así fuera, ya esto habría acabado, puesto que no hay argumentos válidos para este cierre y hay presupuesto para la continuidad de la carrera y cumplir con la regionalización. ¿Sólo las y los estudiantes de la Sede de Limón vemos la realidad? No hay que estar acá para ver la realidad, a vista de todos y todas está la realidad.