La Universidad de Costa Rica ha sido clave para el desarrollo nacional y para sostener la paz y la justicia social en nuestro país. Cumplimos 73 años de construir democracia y de ser una luz de esperanza para nuestra sociedad.
Las personas que han marcado huella en Costa Rica han sido hijos o hijas de la Universidad de Costa Rica y de la educación pública en general. Por eso debemos fortalecer la Universidad, dignificarla y por supuesto celebrar en grande su 73 aniversario.
Celebrarlo con música como lo hizo la Orquesta Sinfónica de la UCR, el sábado 24 de agosto en el Teatro Nacional, con un magistral concierto con música de Wolfgang Amadeus Mozart. Celebrarlo también con un merecido reconocimiento a los científicos costarricenses destacados como lo hicimos el lunes 26 de agosto al darle el Doctorado Honoris Causa al Dr. Franklin Chang-Díaz, propuesto por la Facultad de Ingeniería.Es momento también de volver a recordar los principios orientadores de nuestro quehacer universitario, estipulados en el artículo 4 del Estatuto Orgánico: a-la educación superior como un derecho, b-la excelencia académica y la igualdad de oportunidades, c-la libertad de Cátedra, d- respeto a la diversidad de etnias y culturas, e-respeto a las personas y a la libre expresión, f- compromiso con el medio ambiente y g- una acción planificada para contribuir a elevar el desarrollo humano y la calidad humana de los habitantes del país.
Estos principios especifican lo estipulado en el artículo 3, “La Universidad debe contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común…” (Estatuto Orgánico).
La Universidad de Costa Rica debe renovarse siempre, ponerse al día con las innovaciones tecnológicas y las pautas en investigación, pero jamás debe poner en riesgo ninguno de sus principios orientadores.
Estamos en una época en la que el modelo de universidad moderna ha entrado en crisis, diferentes tipos de crisis como bien lo plantea Sousa Santos en su libro sobre la Universidad del Siglo XXI, crisis de hegemonía, crisis de legitimidad y crisis institucional. Sin embargo, la Universidad de Costa Rica cuenta con una trayectoria particular en la región centroamericana y latinoamericana. La estabilidad de la que ha gozado desde su fundación le ha permitido un desarrollo particular y privilegiado en América Latina; por eso no podemos decir que la Universidad de Costa Rica tiene una crisis de legitimidad, porque los títulos de la UCR siguen teniendo una validez y un sello de prestigio y excelencia a nivel nacional y regional. No estamos tampoco en crisis institucional, porque esta crisis se produce cuando el Estado desfinancia a las universidades públicas y en nuestro país existe una conciencia clara de que el FEES debe crecer y no disminuir.
El movimiento estudiantil por su parte y la FEUR en general, han logrado cambios importantes para mejorar la condición estudiantil, como la Reforma al Reglamento de Becas, la apertura de las bibliotecas por más tiempo, entre muchos otros logros.
Este es un país donde aún podemos ponernos de acuerdo en materia de Educación Superior Pública. La historia de nuestra Universidad marca una huella imborrable y nos marca la senda del futuro. Toda reforma institucional que se realice en nuestra Universidad deberá siempre poner como norte los principios orientadores de nuestro quehacer universitario. Y aún cuando la presión exterior de la globalización educativa sea muy fuerte, nuestra Universidad tiene fuerte sus raíces y su centro para no olvidar nunca su compromiso con el pueblo costarricense.