“El capitalismo es un gran mercado de poderes donde solo comercian los ladrones y es mortal hablar del verdadero dueño del único poder: el pueblo”. Roque Dalton, en “Historias y poemas de una lucha de clases”.
En esta parte hablamos del Paquetazo Tributario, porque este afecta el mercado laboral, más aún afecta la vida del pueblo costarricense. Obviamente proyectos que tiendan a evitar la evasión fiscal son parte del funcionamiento del Gobierno. Este debe velar para que los impuestos lleguen a las arcas del Estado (la sociedad está informada del incumplimiento de las responsabilidades del Estado y de algunas empresas privadas que debiendo pagar a la CCSS no lo hacen, causando un deterioro en la salud del pueblo). Se conocen las exoneraciones o premios fiscales que disfrutan algunas entidades privadas por realizar operaciones lucrativas, sin contar las que se benefician ilegalmente. Ellos siempre se las arreglan para disfrutar esos privilegios. Ahora se quiere gravar a la población (que paga aumentos en el agua, electricidad, transporte, gasolina, ropa, mantenimiento de los estudios de sus hijos, comedera, etc.) con nuevos impuestos; ¿adónde irían a parar esos nuevos impuestos? La estrategia del Gobierno es pescar en aguas revueltas; por ello presenta 9 proyectos (¿a ver cuáles le pegan?) para regular los gastos e ingresos. En la ley general sobe todas las ventas, el valor agregado, viene a sustituir al impuesto regresivo (es decir el que pagan todos por igual) de ventas; pasaría en dos años de un 13% a un 15%. Además, los impuestos gravan las pensiones con cargo al presupuesto nacional (en el caso del Régimen de Reparto del Magisterio Nacional, no se realizó un fondo, los gobiernos incumplieron su responsabilidad y a esos pensionados se les culpa del déficit fiscal, se les trata como delincuentes), los aguinaldos, las anualidades y dedicación exclusiva. Pretenden eliminar las convenciones colectivas. Otro proyecto es el de caja única; el Estado va a administrar los dineros que no utilizan ciertas entidades (superávit). Muchos todavía se preguntan: (¿de dónde se tomó la plata, quiénes pagaron o la pagarán? Igualmente sucedió con las casas para los pobres que se debían construir cuando Rodrigo Arias era funcionario de un exgobierno; los recursos se consumieron en asesorías. Igual con la carretera a San Ramón –OAS−, sin que hicieran nada; esto solo para enumerar algunas que nos parecen fechorías). La reflexión lleva a pensar que si hay superávit (se pagaron asesoramientos) en educación, muchos niños y jóvenes se quedaron sin becas y no se mejoró la infraestructura escolar; claro, las asesorías lo justifican. Los “politiquillos profesionales” padecen amnesia, olvidan todo, sus frases son: no me consta, no me acuerdo, cuándo fue, cuándo pasó, pero mire usted, ahora tenemos un verdadero proyecto de país y vamos a ser izquierdistas para sacar a miles de la pobreza extrema; parafrasean así a Everett Reimer en la Escuela ha Muerto: “La asignatura principal sería, naturalmente la educación moral del pececillo. Se les enseñaría que, para un pececillo, lo más grande y lo más bello es entregarse con alegría, y que todos deberían creer en los tiburones, sobre todo cuando estos les dijeran que iban a proveer un bello futuro. A los pececillos se les haría creer que ese futuro solo estaría garantizado cuando aprendiesen a ser obedientes”. Es decir, borregos con la patria que los ricos burgueses mucho lo agradecerán”. Llamamos a todo el pueblo y a los universitarios a resistir el embate neoliberal que se está gestando (continuará).
0 comments