El eclipse de la conciencia moral

En la ética suele mencionarse la situación posible en que la conciencia moral prácticamente no se da; y no se da por varias razones:

En la ética suele mencionarse la situación posible en que la conciencia moral prácticamente no se da; y no se da por varias razones: por falta de una efectiva y cabal educación (formación humana), por alteración estricta de la sensibilidad propiamente humana. Esa situación o estado es la conciencia de intención nula o de conocimiento ignorante.

Una sociedad, en su totalidad o en parte, puede carecer de esa formación, y eso es dramático. En un caso la causa puede ser el descuido, negligencia u omisión, generalizados de las instituciones educativas o religiosas de la sociedad; en otros casos, la mínima sensibilidad moral puede estar disminuida o abolida por falta de ejemplos, por despecho y oportunismos, por viciosos procederes de los cuales aparentemente se obtiene provecho. El mínimo de humanidad para respetar, apreciar, valorar a los demás y a sí mismo.

Siempre es una tentación que esa conciencia moral alterada, aparezca por aquí o por allá, hoy o mañana.

La pregunta que se deben hacer los líderes de la sociedad es si ellos facilitan o entorpecen el desarrollo de esa distorsión de la conciencia moral. Los políticos, los deportistas, los artistas, las modelos, los ricos, guapas, guapos y famosos de la farándula, los docentes todos, deberían dar verdaderas y claras pautas para sembrar y cimentar el desarrollo de la justicia, del ejercicio de la libertad y la responsabilidad personales y colectivas, de la honestidad, de la integridad y de la superación personal corporal y espiritual. La búsqueda de una plenitud moral cada vez más progresiva, no puede ser excusable ni prorrogable sin infligir ello graves lesiones morales personales y colectivas. Es un deber de todo ser humano perfeccionar su conciencia y desarrollar cada vez más una sólida y activa personalidad moral. Repetimos, no se puede renunciar a ello sin cometer dolor y daño a sí mismo y a los demás, sea uno quien sea, el místico más afamado, el indigente más miserable, el trabajador más afanoso o el haragán más desaforado o el político promedio o el más excepcional o el más connotado o el aspirantillo a político más insignificante.

El deber de perfeccionamiento auténticamente moral es una tarea que corresponde a todos, independientemente de quién sea cada quien.

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

La Universidad de Costa Rica (UCR) le entregará el Premio Rodrigo Facio Brenes 2012 al Dr. Guido Miranda Gutiérrez, en reconocimiento a su destacada

Las ferias de ciencia y tecnología en Costa Rica representan una oportunidad para la niñez y la juventud que se forman en el sistema

La motivación es una palabra clave en las respuestas sobre los alcances del Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) Avancemos a las familias en

El sector bananero es de los principales morosos de la Caja. (Foto: archivo)La desaparición de 97 empresas bananeras que mantenían una morosidad  de ¢5,196

Las cuatro universidades públicas se beneficiarán del préstamo en cuanto a mejoras de infraestructura, equipo de investigación y el desarrollo académico de sus docentes.

En su derecho de respuesta “En honor a la verdad” publicado en la edición anterior (No.1958), la politóloga Ana Lucía Hernández Díaz reclama porque

Aún está por definir si el proyecto de reforma a la “Ley de delitos informáticos” llegará directamente al plenario legislativo. (Foto: archivo)Un gran signo

Quién  tomó la decisión o dio la orden de construir la controversial Ruta 1856, conocida como trocha fronteriza, es la pregunta de fondo que
Semanario Universidad