Con excepción del Semanario Universidad y del programa Diagnóstico (TV), ningún otro medio -escrito, televisado, radiofónico- en Costa Rica ha presentado la realidad política de Venezuela sin alinearse a la manipulación mediática dirigida desde Washington contra el proceso revolucionario bolivariano en Venezuela. Inclusive, caen en la cuenta de pasar las multitudinarias manifestaciones de apoyo al presidente Chávez, como si fueran las concentraciones de la oposición. O sea, la oficialidad periodística costarricense se ha sumado a la campaña internacional e imperial de acabar con Chávez. Y ni hablar de las parcialidades y sesgos que suele presentar CNN, que apadrina a Teletica en noticias internacionales.
Entre las «razones» por las que se oponen a Chávez está el hecho de que éste es un amigo de la Revolución cubana; esto no perdona el poder mediático. Para Bush, Chávez es otro maldito que, con Fidel tratan de desestabilizar las democracias en la región. (¿Sabrá esta fiera lo que significa democracia?). La bestia lo ha declarado peligroso. El proceso de transformación en Venezuela se llama Revolución Bolivariana, en honor a Simón Bolivar. ¿Alguno de los halcones -esto es imposible pedírselo a Bush- sabrá quien fue este Libertador? De la ignorancia de todos estos individuos ya está enterado el mundo. Ilustremos para la gente, no para las bestias.
En Venezuela hay varios cientos de colaboradores cubanos participando en los programas sociales Plan Barrio Adentro, Misión Robinson, Rivas, Vuelvan Caras y otros; se trata de profesionales médicos, educadores, entrenadores deportivos, técnicos de la FAO y la Agricultura Urbana. Ellos no han ido al país de Bolivar a hacer turismo ni a instalarse en cómodas oficinas; trabajan en cerros, barrios populares, lugares inhóspitos y en zonas a más de 3 600 metros de altura. Ahí ponen y exponen su humanismo y profesión al servicio de los más pobres. Esta gran obra en lugar de alegrar al poder mediático, le asusta. Y al imperio le avergüenza e incomoda, pues ni el mismo Cuerpo de Paz de los Estados Unidos con cuantiosas sumas de dinero, es capaz de superar la obra social que Cuba realiza en el mundo.
Los médicos en el Plan Barrio Adentro velan por la vida de un millón y medio de seres humanos olvidados durante más de cuatro décadas. Y los educadores en el programa Misión Robinson tienen como objetivo alfabetizar a un millón y medio de personas; empezaron en julio del 2003 y no debe quedar ni un solo analfabeto a finales del 2004. A este noble gesto de Cuba y a la loable tarea del gobierno de Venezuela, la tiranía mediática venezolana -y extranjera- llama «cubanización» (¡si esto es cubanización, otros pueblos de América Latina desean también ser cubanizados!). Y han desatado una campaña de calumnias y desinformación contra Chávez.
El 15 de agosto Venezuela tuvo un referendo sobre la revocatoria del mandato del presidente Hugo Chávez y de diversos diputados. La Revolución Bolivariana llega a esas justas electorales acompañada de obras sociales nunca antes vistas en la historia de este país. La oposición llega dividida y debilitada, pero patrocinada desde Washington, que sólo aceptaría los resultados si son favorables a la oposición. Les queda poco tiempo y han hecho de todo para evitar que el gobierno de Hugo Chávez se consolide.
Pero de esto no se informa en Costa Rica, porque la prensa oficial está silenciada desde el Norte.
