Conforme se acercan las elecciones en nuestro país y se adquiere más sensibilidad ante el tema ambiental en todos los sectores de nuestra sociedad, nace el debate sobre los denominados “Partidos Verdes” (Ambientalistas-Ecologistas).
Este debate se viene dando en casi todo el mundo, nuestro país no es la excepción; vemos la incursión de estos en la política en países como Canadá, México, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina y Brasil, donde hasta han llegado a disputar la silla presidencial y como consecuencia de esta lucha democrática han conseguido tener poder político, teniendo congresistas o diputados; la presencia y el poder que están tomando es una realidad. En Alemania por ejemplo, parecen ejercer una verdadera presión a las fuerzas políticas perfectamente organizadas, pujantes y con una capacidad de convocatoria importante.
Esta realidad mundial nos hace plantearnos la pregunta de la necesidad o no de partidos políticos verdes en el escenario político, primero a nivel mundial y en segundo a nivel político nacional.
Las diferentes agrupaciones políticas ya consolidadas, y muy subjetivamente hablando, defienden sus ideologías, que van a seguir los que forman parte de ellos a la hora de la toma de decisiones. Para que me entiendan: yo no conozco a la persona (no sé lo que piensan, no sé que sienten, tampoco sé que respetan), esto porque solo lo veo como candidato; sin embargo, debería de tener claro lo que este partido político representa y qué decisión tomara en diferentes situaciones.
Veamos el tema de la “Fecundación in vitro”; no sé que piensa el diputado X respecto al tema internamente, sin embargo, si este legislador es de un partido ya conocido, es fácil saber qué decisión tomara cuando llegue la votación.
Bajo este concepto, si un partido es de tendencias verdes o ecologistas, ante temas de esta naturaleza, sabremos de antemano cuáles serán sus decisiones. Así el sector estará confiado o más tranquilo en la decisión que se tomará (carácter predecible de las decisiones políticas desde la perspectiva ideológica).
Los temas ecológicos y ambientales en la mayoría de los casos son apolíticos, y se deben de tratar de forma más técnico-científica, la parte política queda en un segundo plano, siendo esta también importante en la toma de decisiones.
Estando de esta forma las cosas, es importante preguntarnos: ¿se necesitan partidos verdes en nuestro país, sabiendo que estos por oficio, convicción e ideológicamente defenderán la parte ambiental sin escatimar nada?, o ¿bastará simplemente con la creación de “Comisiones” de políticos tradicionales, que tratarán temas ecológicos dentro de la perspectiva, línea y credo partidario, que no necesariamente es ambiental?
La respuesta la tiene usted, el electorado.