Del 3 al 19 de junio, se convocó la 98ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, en Ginebra, Suiza.
A la cita deben concurrir representaciones de los 197 países miembros, cuya delegación tiene derecho a voz y voto y la componen dos representantes por el gobierno, uno de los empleadores y uno de los trabajadores; además, pueden ser acompañados por consejeros técnicos.
Los puntos por discutir serán: La elaboración de una recomendación autónoma sobre el VIH/SIDA en el mundo del trabajo y la igualdad de género como eje del trabajo decente.
El informe del Director General abordará el tema “El impacto que la crisis económica y financiera global tiene en el mundo del trabajo.
Los días lunes 15 y martes 16 de junio, habrá un debate denominado “Cumbre de la OIT sobre la crisis mundial del empleo”, con la participación de jefes de Estado y de gobierno, personalidades políticas, representantes empresariales, de sindicatos y de entidades internacionales.
Sesionará la Comisión de aplicación de convenios y recomendaciones, que trata todo lo relacionado con la información y las memorias presentadas por los gobiernos y el curso dado a los convenios y recomendaciones; y el informe de la Comisión de expertos en aplicación de convenios y Recomendaciones.
Es la Comisión de más nutrida participación, donde se concentra la atención de la Conferencia, por el impacto político que representa el examen sobre el cumplimiento de los convenios y recomendaciones por los Estados miembros. Esta Comisión convoca a cierto número de países, para que comparezcan representantes del gobierno y se refieran a los aspectos debidamente señalados en los informes de la Comisión de Expertos.
En realidad lo que significa en términos populares es sentar en el banquillo de los acusados al gobierno, en virtud de los procedimientos y el contenido del debate producido y su respectiva resolución que puede afectar sensiblemente la imagen internacional. En los últimos años se ha reducido a 27 los países convocados.
Costa Rica es uno de los más citados a comparecer, ante la cantidad de denuncias y observaciones de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones en sus informes.
Desde hace 30 años los representantes del gobierno han engañado a la OIT Anuncian que se adecuarán las leyes nacionales para que garanticen el ejercicio de la libertad sindical y la negociación colectiva y otros convenios sobre la jornada de trabajo, y luego se incumplen esos compromisos; igualmente, ignoran las resoluciones del Consejo de Administración y de la Comisión de aplicación de convenios y recomendaciones.
La Conferencia ha sido benevolente en sus resoluciones, ofreciendo asistencia técnica y otras excitativas de avanzar en reformas legislativas, pero ha sido en vano.
Probablemente, en ésta será llamado una vez más a comparecer nuestro gobierno, para que explique sobre los avances producidos en el país.
Los responsables de esta situación, son los que más hablan de democracia, libertad y su defensa de la imagen pública del país en el plano internacional.
Lo que deben entender es que todo tiene limite y los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo, forman parte de los derechos humanos fundamentales y que los países en donde realmente se practica a plenitud la democracia, con el pleno goce de los derechos civiles integrales para todos sus habitantes, se preocupan de no recibir este tipo de convocatorias porque efectivamente cuidan su imagen internacional.
Los trabajadores y trabajadoras costarricenses estaremos representados por Rodrigo Aguilar, presidente de la Confederación de Trabajadores Rérum Novárum.
Estaremos a la expectativa para conocer los resultados de la Conferencia en torno a la resolución que en esta oportunidad dictará sobre Costa Rica.