Sacerdotes piden al Tribunal un papel “valiente” en las elecciones.
Un sector de sacerdotes de la Iglesia Católica pidió al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que no se repita la historia de las pasadas elecciones de 2006 y el proceso de referendo de octubre de 2007, en los cuales se dieron, en su opinión, “masivos delitos electorales extra-urnas, basados en el ejercicio del poder financiero y mediático a través de encuestas comerciales y campañas de guerra sicológica o propaganda masiva”.
“Reclamamos enérgicamente una actitud proactiva, más valiente y menos esquiva del Tribunal Supremo de Elecciones”, recalcaron en una carta enviada al diario digital InformaTico, los curas Miguel Picado, Francisco Soto, Jesús Doncel, Ronal Vargas, Gustavo Meneses, Gerardo Fernández y Gerardo Vargas.
Expresaron que tras el referendo del 2007, sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), “se han suscitado múltiples inquietudes y resquemores en amplios sectores ciudadanos que vienen a poner en entredicho la imagen, credibilidad y confianza en los magistrados del TSE y la institución misma”, comentaron.
Los curas se refirieron puntualmente a “injerencias indebidas de fuerzas locales y extranjeras que desplegaron, ilegítima e impunemente, todo su poderío en el plano electoral a favor de los intereses que promovieron la aprobación del TLC, incluidos los más poderosos medios de difusión”.
“Se teme que para las elecciones del 2010, hechos como los acaecidos en aquella y otras ocasiones se repitan y minen sin remedio los fundamentos de nuestra democracia y vida republicana”, apunta el documento.
En un anexo al texto principal, los firmantes puntualizaron “irregularidades electorales y la conducta problemática del TSE”, en el que se refirieron a varias irregularidades que se dieron en las elecciones del 2006.
Incluyen una denuncia hecha por UNIVERSIDAD sobre la participación de empresarios foráneos interesados en la apertura en las telecomunicaciones en el financiamiento de la campaña de Arias (Ver UNIVERSIDAD del 4 de octubre del 2007).
También sobre el referendo el anexo se refiere al nebuloso origen de los fondos con que el grupo Por Costa Rica financió campañas a favor del TLC, la intromisión del entonces embajador de Estados Unidos Mark Langdale y el comportamiento de los medios de comunicación durante las horas inmediatamente anteriores a la elección.
DOS VERSIONES
Ronal Vargas, de la diócesis de Tilarán, destacó en primer lugar que son muchos más los sacerdotes que participan del documento de los que los firmaron. “El documento fue circulando entre nosotros por Internet durante seis meses, algunos hicieron sus aportes y al final se recabó una cantidad de firmas pero se pensó que lo mejor era que firmara un sacerdote por cada diócesis”.
El cura señaló que la iniciativa obedece a la preocupación que sienten por que “se repita lo que desgraciadamente sucedió en el 2006 y referendo, el TSE tuvo perfil bajo y hasta cierto punto prostituido y no se dio su lugar como máximo poder el día de elecciones y los siguientes”.
Vargas acusó al TSE de haber dado largas a muchos asuntos y “cuando definió nos dejo un sinsabor a quienes amamos la democracia del país y creíamos en la neutralidad del Tribunal”.
El presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, dijo a UNIVERSIDAD que el estrecho resultado de las elecciones del 4 de febrero de 2006 generó “una serie de argumentos falaces sobre el desempeño del TSE”, a partir de “informaciones distorsionadas”.
Citó de ejemplo que “esa noche un grupo políticamente interesado difundió la versión de que habían 700 mesas inconsistentes, lo cual era totalmente falaz pues se trató de que no se pudo procesar el mensaje de esas mesas, que al final fueron contadas en buena lid”.
Añadió que “ese mensaje de inconformidad caló en cierto sector de la opinión pública que actualmente mantiene esa visión”.
“Aún así, las encuestas colocan al TSE a la vanguardia de la confianza ciudadana, no por ello nos desatendemos de que hay un sector de la población que se tragó esta leyenda negra y lo enfrentamos con transparencia de la información”, destacó.
Sobre las críticas a la actuación de esta órgano electoral en el proceso de referendo, Sobrado consideró que la institución sí reaccionó de manera eficaz ante las diferentes situaciones que se presentaron.
En su opinión, el TSE se posicionó “de manera mucho más firme” frente a los diferentes actores del proceso político, “intervino de manera dura, incluso a través de medidas cautelares detuvo un sistema de transporte privado de electores”.
Sentenció que “si el TSE no hubiera tenido la firmeza que tuvo en el desenlace de las elecciones del 2006 o del crispado referendo, la paz social del país se hubiera puesto en peligro, cumplimos un papel histórico importante al manejar dos procesos electorales que en otros países generaron crisis de institucionalidad electoral”.
