Anthony Maingot, de la Universidad Internacional de Florida, asegura que los «paraísos fiscales» facilitan los remiendos financieros
Algunas empresas fomentan prácticas corruptas al disfrazar pérdidas financieras.
De una forma ingeniosa grandes empresas auditoras de los Estados Unidos «arreglan» los estados financieros de sus clientes para que evadan los impuestos y enseñen cifras ilusorias, según Anthony Maingot, un estudioso de la corrupción en el mundo globalizado.
Como parte de una charla que ofreció en la sede costarricense de la Facultad de Ciencias Sociales (FLACSO), este catedrático de la Universidad Internacional de Florida dijo que en EE.UU. no se han definido como corruptos estos actos, a pesar de escándalos financieros como los de la firma Enron y otros que vinculan a transnacionales como Bristol-Myers Squibb y Xerox. (Ver cuadro aparte: «Astutos, pero descubiertos»).
En la actividad estuvieron presentes el secretario general de FLACSO, Francisco Rojas Aravena, además de especialistas en economía, relaciones internacionales, politólogos y política comercial.
Maingot detalló que 68 países son considerados «paraísos fiscales» en los que existen cerca de $5 billones «estacionados», como parte de las evasiones hechas por empresas desde Estados Unidos.
Considera que en estos hechos intervienen además varios países del Tercer Mundo. Ejemplificó que la compañía de seguros más grande del mundo, la American International Group (AIG), se ha visto involucrada en este juego de contabilidad en la que «se socializan las pérdidas y se gana en lo personal».
«El caso de AIG fue descubierto y los organismos gubernamentales de control saben que sus escondites de dinero están en Barbados y las Bermudas», destacó.
En este caso, que es de los más recientes, se calcula que accionistas y pensionados perdieron $82.000 millones.
La Security Exchange Commission (Comisión de Seguridad de Valores, lo que en Costa Rica sería la Superintendencia General de Valores -SUGEVAL-) se mantiene vigilante de los escándalos que han abierto los ojos de millones de usuarios de servicios especializados o de los mismos gerentes … unos involucrados, otros no, aunque algunos están pensando en «jugársela» …
LLUVIA DE CORRUPTELA
La lista de empresas cuestionadas no acaba allí. Maingot rememoró a la Time/Warner -la multinacional a la cual pertenecen los estudios cinematográficos Warner Brothers y el noticiero CNN-, que habría «escondido» unos $689 millones.
Otra prestigiosa empresa como TYCO «maquilló» $102 millones y la larga lista incluye a cerca del 60% de las que integran las 500 compañías más importantes, según el ránkin de la revista estadounidense Fortune.
Como parte de las auditoras que brindan asesorías contables para efectos de evasión -incluidos los bonos anuales dados a los gerentes para incentivar la máxima consecución de sus metas- está la empresa Price Waterhouse, dijo Maingot. Esta, a criterio del académico, «da consejos para esconder o modificar las contabilidades de sus clientes y si eso no es corrupción, ¿qué lo será?», recalcó.
En Costa Rica existe una sucursal de esta compañía llamada Price Waterhouse Coopers Consultores.
Sobre las aseveraciones de Maingot el socio administrador de la firma, Ernesto Hempe, advirtió que «los comentarios del mencionado profesor se refieren a situaciones aparentemente ocurridas en los Estados Unidos y la información que nosotros manejamos es exclusivamente la que ha aparecido en los medios de información».
Añadió que «de cualquier manera, nuestras políticas nos impiden efectuar comentarios sobre asuntos relacionados con nuestros clientes u otras firmas de nuestra red ubicadas fuera del territorio costarricense. Refirió a Peter Horowitz, vocero de la empresa en los Estados Unidos para que diera más datos.
MAR DE CONTROLES Y CONTRADICCIONES
Maingot opina que en Estados Unidos se dará un debate acerca de si el Estado moderno debe ser interventor en la economía para regular este tipo de prácticas que favorecen a los más ricos, quienes más bien deberían aportar más al fisco, mientras que las clases media y baja no tienen «escapatoria».
Los neoconservadores, subrayó, quieren desmantelar al Estado para que la empresa privada se encargue de la mayoría de los servicios públicos, como de cierta manera impulsó el exmandatario estadounidense Franklin Delano Roosevelt.
Pero un Estado más fortalecido y menos burocrático en el que creen los demócratas, debe seguir impulsando políticas sociales sin darle tanto énfasis solo a la parte económica. En el centro de este dilema están los países denominados «paraísos fiscales» , entre ellos las Bermudas y la Isla de Antigua. «Por razones de empleo se permiten estas cosas», dijo el especialista.
«La producción de azúcar en el Caribe va para abajo. En cambio el tráfico de droga aumenta y la soberanía de las naciones se pone en entredicho».
Tan delicada es la situación «que el gobierno de Estados Unidos le ha pedido las listas de sus clientes a las casas de tarjetas de crédito Visa, MasterCard y American Express para indagar si algunos de sus clientes envían fondos a los paraísos fiscales».
¿LA SOLUCIÓN?
Encontrar la respuesta a tan complejo entramado no es fácil, pero sí posible según dice Maingot.
Reconoce que para las naciones caribeñas es difícil ser soberanas y libres si son pobres y dependen económicamente de un intercambio comercial con EE.UU.
«Parece que las cosas tuvieron que llegar a un nivel de deterioro en muchas partes del mundo antes de que el Banco Mundial y otras agencias multilaterales comenzaran a ponerles condiciones a sus préstamos».
Agregó que «esto sucedió después de que el nexo entre corrupción y subdesarrollo había quedado establecido».
La conferencia de Maingot estuvo basado en su libro «The United States and The Caribbean: Modifying Hegemony and Sovereignty» («Los Estados Unidos y El Caribe: Modificando la hegemonía y la soberanía»).
El escrito analiza la dimensión caribeña del gran escándalo de la corporación Enron: 800 cuentas secretas y entidades ficticias en el Caribe (692 en las Islas Caimán) para esconder la verdadera situación financiera de esa multinacional.
Esto es lo que el docente llama «privatizar las ganancias, socializar las pérdidas».
CÓMO LO HACEN …
La práctica consiste en esconder la verdadera posición financiera de las compañías, ocultando a los inversionistas y al gobierno las pérdidas mientras se crean cuentas secretas para recompensar a los altos gerentes (CEO, por sus siglas en inglés).
La Institución Brookings advirtió que en solo cinco meses del 2002 los escándalos de este tipo le costaron a la economía estadounidense $35.000 millones.
Durante ese lapso el Fondo de Pensiones de Empleados Públicos del Estado de Nueva York perdió $9.000 millones por un fraude cometido por WorldCom, según publicó el periódico Wall Street del 8 de abril de este año.
Paralelamente, existen 68 países con más de 4.000 bancos y 100.000 compañías de negocios internacionales en los que se calcula que esconden más de $5 trillones.
Estados Unidos debería generar una fuerte acción interna y externa para controlar la corrupción junto con los países donde existen los «paraísos» que los llevarán a una ruina completa, afirmó Maingot.