Empresario permitirá apertura de sus transacciones bancarias a la policía y los diputados.
La casa de cambio Vinir S.A. fue utilizada por prominentes políticos durante su estadía de varios años en el Centro Comercial Trejos Montealegre (Escazú)
Uno de los puntos centrales en el escándalo por donaciones del extranjero y establecimiento de estructuras paralelas para la pasada campaña electoral se destaparía con la apertura de las cuentas corrientes del empresario Vinicio Esquivel, dueño de la compañía Vinir S.A., donde el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) hizo gran parte de los cambios de cheques para financiar dicha contienda.
Los políticos de oposición como Luis Gerardo Villanueva y del Bloque Patriótico como Humberto Arce, así como los fiscales encargados de investigar el caso, esperan con gran ansia la apertura de esas transacciones financieras de las cuales Esquivel dijo que «la pista no se perdió, ahí está».
La confesión, hecha recientemente en la Comisión Especial que investiga el financiamiento de los partidos políticos fue reveladora, no solo por la forma tan abierta con que se dijo, sino porque indica que aún faltan importantes detalles por conocerse.
El tinglado de relaciones económicas, financieras y de poder político durante la campaña electoral incluyó, según reconoce el mismo Esquivel, al Presidente de la República, Abel Pacheco y a la Primera Dama, Leila Rodríguez.
RAPIDEZ, CLAVE DEL NEGOCIO
Vinir S.A. sirvió para cambiar millonarias sumas en cheques, los cuales en su mayoría, fueron tramitados personalmente por Rodolfo Montero, exadministrador del «grupo cívico» que ayudó al mandatario a recolectar dineros.
Esa casa cambiaria trabajó tradicionalmente en uno de los locales del Centro Comercial Trejos Montealegre en Escazú, donde se apersonaban clientes que eran políticos conocidos.
Aunque en principio se había dicho que la exprimera Vicepresidenta de la República y expresidenta del parlamento, Rina Contreras, fue quien presentó a Vinicio Esquivel con el presidente, el mismo empresario aclaró en su comparecencia ante los diputados que Pacheco y su esposo eran ya clientes de él desde antes de la contienda electoral. A Contreras dijo conocerla desde la adolescencia y aseguró haber sido compañero de Pacheco en el Colegio La Salle.
«Generalmente los cheques eran girados a nombre de don Abel, pero también de otras personas», dijo el empresario. Sin embargo, ninguno de los diputados le preguntó quiénes eran. Tampoco lo quiso aclarar su abogada Marlene Abarca a consultas hechas con posterioridad por este Semanario.
Para estos políticos la conveniencia de ir a Vinir S.A. era la rapidez con que les cambiaban los cheques en momento de gran premura.
¿EMPRESARIO APOLÍTICO?
Aunque Esquivel consideró que no estaba metido en política, más adelante en los interrogatorios que le hicieron los parlamentarios reconoció que hizo donaciones por $1.500 para un almuerzo organizado para el hoy presidente y de $5.000 para una rifa efectuada con el mismo objetivo de recolección.
Incluso, detalló que ese almuerzo se hizo en la finca La Argentina que pertenece a Ana María Rivera, otra de las colaboradoras en la recolección de fondos para el cuestionado mandatario.
La amistad entre Esquivel y Pacheco trasciende el círculo financiero y el empresario reconoció que en el pasado compró algunas pinturas hechas por Leila Rodríguez. Dijo «no acordarse» de haberlas comprado como forma de contribuir con las donaciones.
Aseguró ser amigo de todos los que estuvieron en altos puestos de recolección de dinero para la campaña. Cobraba el 1% de interés por el cambio de cada cheque, un negocio que, por cierto, dijo que está en proceso de cierre porque se vio perjudicado ante el escándalo suscitado mediante la prensa.
Su abogada desmintió que Esquivel estuviera vinculado con casinos a los cuales, supuestamente, debe cifras millonarias. Sus fuertes deudas –algunas estimaciones hablan de $5 millones– y el polémica tema en que se envolvió lo han dejado al parecer en una situación económica difícil.
El financista negó tener vinculación con el lavado de dólares y alegó que su amistad con Marc Harris –un hombre de negocios ligado con esta actividad ilícita en 13 cuentas bancarias, detenido por el Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés)– no implica que también esté metido en este negocio.
«Mis operaciones siempre fueron verificadas por el Banco de Costa Rica que es donde tuve mis cuentas», aseveró.
Sin embargo, admitió en otro momento de la comparecencia legislativa que tenía una relación de 13 años con clientes que pertenecen a los «Sportbooks» o sitios de apuestas electrónicas en Internet. (Ver nota aparte: «Costa Rica, paraíso de los lavadores»).
«Creo que Marc va a salir bien librado» porque la DEA no le encuentra aún pruebas, dijo Esquivel sobre Harris, quien aparece en Internet en un capítulo especial dedicado a personas que han cometido fraudes, estafas, lavado de dólares y están ligados con el narcotráfico (www.offshorealert.com).
Esquivel tiene una cercana relación de amistad con Harris, detenido en Nicaragua por la DEA. El mismo negociante costarricense admite que estrechó vínculos con él a través de la política «Conozca a su cliente» que sirve para que las casas de cambio sean más transparentes ante el público.
Francisco Fonseca, uno de los fiscales que investiga el caso asegura que faltan muchas indagaciones por hacer si es que se han de efectuar cargos contra Vinicio Esquivel y otros implicados, pero no descarta posibles ligámenes con actos delictivos o actividades irregulares.
«No porque Vinir S.A. se vio envuelta en un escándalo o que Vinicio Esquivel esté cuestionado es suficiente prueba para acusar o, incluso, que sea prueba de una investigación», aseveró el funcionario.
«Se trata de indagar sobre los hechos ilícitos, no por la persona de que se trate».
Vinir Financial Services, que es otra de las empresas que perteneció a Esquivel, trabajó como una «off shore» –en el extranjero– y estaba en las Islas Vírgenes.
Era utilizada para transacciones sobre todo para foráneos que venían o radicaban en Costa Rica, pero sobre algún tipo de nexo con Vinir S.A. o respecto del manejo que hacía su dueño de esta compañía, prefirió no brindar detalle a la mencionada comisión.
Empresa próspera y silenciosa
La casa de cambio Vinir S.A., perteneciente al empresario Vinicio Esquivel –quien fue llamado a comparecer en la Asamblea Legislativa por haber cambiado cheques de donaciones para la pasada campaña electoral–ha sido un lucrativo negocio según el propio decir de su dueño. Algunas de las actividades de esta compañía han sido:
* El tipo de cambio en Colombia favorecía traer dólares en efectivo y cambiarlos en esa empresa para ganar un porcentaje.
Al decir de Esquivel, ese tipo de negocio era registrado y controlado por organismos colombianos que supuestamente se aseguraban de que no existiera ningún tipo de irregularidad.
* Este empresario asegura que corroboró en el Banco Central de Costa Rica (BCCR) que el citado tipo de negocio era legal. Luego estableció un ligamen con el Banco de Costa Rica donde abrió cuentas corrientes para hacer transacciones. «Todos los movimientos de dinero han sido reportados a la Superintendencia General de Entidades Financieras» (SUGEF), dijo.
* Las casas de cambio, según la legislación, no se ven obligadas a inscribirse ante la SUGEF y pueden actuar libremente. Vinir S.A. sí estaba inscrita según pudo corroborar este periódico.