En su comparecencia en la Comisión de Ingreso y Gasto Público, el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez trastabilló ante los diputados, incurrió en contradicciones e imprecisiones que provocaron que los legisladores mocionaran para convocar al presidente Luis Guillermo Solís, para ofrecer su testimonio en la Asamblea Legislativa. Al final de la jornada, los legisladores rechazaron las mociones en ese sentido.
Durante la segunda parte de su declaración el ministro Jiménez señaló este jueves que su inacción respecto a la crisis que provocó la noticia sobre el ofrecimiento de embajadas a la Procuradora Ana Lorena Brenes, obedeció a que el Presidente Solís llevó personalmente una investigación sobre el tema.
Consultado sobre si existía evidencia documental sobre esa investigación que llevó el Presidente Jiménez señaló que no había documentos sobre el tema.
Por esta razón el diputado de Alianza Democrática Cristiana, Mario Redondo, aseguró que impulsará una moción para convocar la comparecencia del mandatario Solís a la comisión para indagarlo sobre los detalles de esa investigación.
Durante la sesión la diputada Rosibel Ramos del PUSC le pidió a Melvin Jiménez su renuncia, «no le haga más daño al país, señor ministro renuncie», a lo que el Ministro respondió que la diputada estaba en su derecho a pedirla.
En el mismo sentido el diputado cristiano Fabricio Alvarado le preguntó a Jiménez, ¿Cree usted don Melvin con todos los cuestionamientos que ha habido hasta ahora que puede usted restablecer relaciones exitosas como ministro con los diputados de la Asamblea legislativa? ¿No considera mejor abandonar su cargo por el bien del caminar de esta administración Solís?
A lo que el ministro Jiménez respondió que respetaba la opinión de los legisladores pero que aún «algunos me siguen manifestando su total apoyo»
Durante la comparecencia Jiménez alegó que hubo dos etapas en la reunión que el entonces viceministro Daniel Soley con la Procuradora, una primera etapa oficial y calificó de «privada» la sección en donde ambos funcionarios conversaron en una cafetería y donde Soley efectuó el ofrecimiento de las embajadas.
«Yo no lo mandé (a Soley) a nada en particular fue una reunión privada la que tuvo con la señora Procuradora», alegó Jiménez.