Quizás la principal virtud del libro «Volcanes de Costa Rica: colosos vivientes» es que no se limita a una serie de fotografías y características geológicas de los macizos volcánicos activos del país -como es lo tradicional en otros documentos similares-, sino que los presenta vinculados a su importante y rico entorno natural.
La compilación de este documento estuvo a cargo de la periodista y profesional en turismo ecológico Katiana Murillo Aguilar, quien aprovechó sus conocimientos para llevarnos con un lenguaje sencillo y ameno por todos los aspectos geológicos, históricos, biológicos, turísticos y geográficos, de cada coloso.
Sumado a un texto fácil de comprender, Volcanes de Costa Rica tiene la cualidad de haber integrado también como autores a profesionales en áreas complementarias. Federico Chavarría pertenece al Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, mientras que Alfonso Campos y Juan José Pucci son fotógrafos.
«Esta es una buena demostración de que el estudio de la diversidad natural pone a colaborar ciencias como la geología, la climatología la ecología, en pro de una visión integral del entorno, que incluye, desde luego, los quehaceres de la población humana. El ángulo humano tampoco queda fuera de esta obra», dice el biólogo Carlos Valerio en el prólogo del libro.
Las descripciones abarcan a los volcanes Arenal, Barva, Irazú, Poás, Rincón de la Vieja y Turrialba, con 115 fotografías de gran belleza tomadas desde diversos ángulos a cada macizo, y de la flora y fauna que los rodea, impresas sobre papel brillante.
Además, un cuadro brinda información sobre los servicios con que cuenta cada volcán, como senderos, áreas para acampar, duchas, servicios sanitarios, parqueos y otros. De igual manera, un mapa del país permite ubicarlos en sus respectivas cordilleras. Un ventaja extra del libro es que sus textos están presentados también en idioma inglés.
