Muchas mujeres han incursionado y han alcanzado grandes logros en el campo de la ciencia.
En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se celebran los grandes logros obtenidos en las luchas de las féminas contra los estereotipos e imposiciones del sistema patriarcal. Uno de ellos es la inserción en el mundo laboral y la incorporación a trabajos socialmente masculinizados, como los relacionados con las matemáticas, tecnologías o ciencias.
Lo anterior es notorio en el Centro de Biología Celular y Molecular (CIBCM ) de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde laboran una gran cantidad de científicas.
Una de ellas es la microbióloga y catedrática Ana Sittenfeld Appel, quien realiza investigación desde hace 26 años y actualmente trabaja en el área de la microbiología ecológica.
Sittenfeld, quien recientemente obtuvo el premio «Aportes a la creatividad y a la excelencia» entregado por The Florida Ice and Farm, considera que las cualidades de las personas dedicadas a la ciencias son independientes del género. «Tanto hombres como mujeres pueden tener la capacidad para ser científicos, » destacó.
Esta costarricense tuvo su primer hijo a los 18 años y el segundo a los 21, por tanto desde que inició sus estudios universitarios se vio obligada a distribuir el tiempo entre su carrera y sus labores maternas, lo cual logró gracias a mucho esfuerzo y dedicación, comentó.
Al igual que Sittenfeld, existen cientos de mujeres destacadas en el campo de la investigación. Solo dentro de la UCR se reportan 723 investigadoras, distribuidas en distintas áreas que van desde las letras hasta las ingenierías.
Muchas han logrado sobresalir y ser reconocidas. Por ejemplo Lisbeth Salazar Sánchez, galardonada recientemente con el Premio Nacional Clodomiro Picado Twight, el premio a la mejor presentación de afiche de científicos jóvenes de la Intenational Federatión Clinical Chemistry, y el primer lugar en trabajos libres en el LXIV Congreso Médico Nacional, por sus estudios en tromboembolismo venoso.
Otras premiadas fueron Liliana Chaves Brenes, Marietta Flores Días, Ileana Holst Schumacher, María Paz León Bratti, Mayra Cartín Brenes, Yamileth Angulo Ugalde y Sonia Alpízar Muñoz.
CONSTRUCCIONES SOCIALES
En nuestra sociedad existe un imaginario colectivo -creado por el sistema patriarcal- de que los hombres por su naturaleza poseen mejores cualidades para desenvolverse en la ciencia y la tecnología, excluyendo a las mujeres de estas actividades.
Sittenfeld afirma que el trabajo en la ciencias exige mucho tiempo y dedicación, por lo tanto hay que sacrificar muchas cosas y restarle tiempo a la familia. Desde esta perspectiva se le asocia con un trabajo de hombres, pues a las mujeres se les dicta que debían dedicarse a sus hijos e hijas. No obstante considera que con la inserción de la mujer en el mundo laboral esta percepción ha cambiado.
Así mismo, discrepa de que los hombres posean cualidades fisiológicas que los haga más aptos a este tipo de funciones que las mujeres.
«No es un problema de sexo, sino de construcción social, de estereotipos. Las diferencias fisiológicas no nos impiden entrar a ningún área. Las barreras son sociales, son imaginarias», enfatizó la socióloga Nora Garita Bonilla.
Garita coordina un equipo de investigación, conformado por Livia Herrero Castro y Mimi Prado Castro, el cual realiza un estudio sobre la construcción de los géneros en las ciencias, con el fin de conocer las causas y razones por las cuales algunas de estas se masculinizan.
La idea es descubrir cómo desde de la socialización primaria la comunidad infantil empieza a construir una serie de percepciones e imaginarios en torno a profesiones o carreras, dijo Garita.
Para esto iniciaron una serie de estudios que buscan determinar las maneras en que se transmiten algunas construcciones sociales de género. Bajo esta óptica, tanto los textos escolares como la forma en que el profesorado imparte lecciones son puntos clave en dicha investigación.
Detalló que en los libros de ciencia de primaria se exaltan a científicos como Clodomiro Picado, Franklin Chang, Isaac Newton. Empero, se hace referencia únicamente a una mujer, Marie Curie, cuando existen cientos de féminas que destacan en dicho campo. Esto de alguna manera segrega al género femenino, criticó.
De igual modo, se trabajará con la imagen de la mujer científica, para conocer cuáles factores le ayudaron a romper las barreras sociales e incursionar efectivamente en dicha profesión.
«Es necesario explicar por qué se ha llegado a estereotipar y masculinizar las ciencias, ya que entendiendo el proceso de construcción de esas representaciones sociales, se podrán hacer propuestas que reviertan esas tendencias», añadió Garita.
Así mismo, destacó que se pierden muchos talentos de niñas por estos prejuicios sociales, por lo que es urgente comenzar a reconstruir estas identidades de género.
