La mayoría de muertes por cáncer mamario se pueden evitar mediante la detección temprana.
“El mensaje a los gobiernos hoy es no recorten gastos en salud y no recorten en prevención, porque lo vamos a pagar muy caro después”.
Así lo afirmó la economista Felicia Knaul en su exposición sobre la importancia de la detección temprana del cáncer de mama en las “V Jornadas de Economía de la Salud: Dra. Anna Gabriela Ross”, organizadas por el Posgrado en Economía de la Salud de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Knaul posee el título de doctorado en economía por la Universidad de Harvard y actualmente funge como directora del Programa “Tómatelo a “Pecho”, en México, el cual inició a raíz de su experiencia como sobreviviente del cáncer de mama.
Esta conferencia se realizó el pasado 21 de abril, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UCR y contó además con la presencia de la Vicerrectora de Acción Social, María Pérez y de Julia Fernández, como representante del Colegio de Médicos de Costa Rica.
DETECCIÓN TEMPRANA
Para Knaul, los períodos de crisis son los peores momentos en que un país puede recortar la inversión en salud, ya que al percibir menores ingresos, las familias tienen menos capacidad para financiar por sí mismas los servicios médicos.
“Mientras los efectos de una crisis económica pueden ser transitorios, los impactos de una crisis sanitaria pueden extenderse por mucho tiempo o incluso, ser permanentes”, explicó.
Por su parte la vicerrectora Pérez afirmó que las investigaciones acerca de este tipo de cáncer han determinado que es imposible evitarlo, aunque es posible disminuir el riesgo a través de la detección temprana.
Knaul afirma que entre los principales obstáculos se encuentran la inversión que generalmente debe realizar la mujer y el sistema de salud, debido a que este tipo de exámenes son complejos y costosos.
No obstante, postergar el tratamiento aumenta la inversión en servicios médicos y aumenta las probabilidades de muerte prematura en las pacientes.
Por ejemplo, se estima que en Estados Unidos existe un porcentaje de sobrevivencia del 98% para las mujeres a quienes se les detecta la enfermedad en su etapa inicial. En el caso de México, el 65% de las muertes por cáncer de mama en México son evitables si se llevan controles de detección temprana.
Knaul sostiene que el 45% de los casos de este padecimiento se presentan en países en vías de desarrollo, por lo que la inversión estatal en la prevención es prioritaria y no debe ser disminuida durante la crisis económica.
Tan sólo en América Latina y el Caribe se registran aproximadamente 35 mil muertes anuales a causa de este mal.
La economista afirmó que actualmente en Costa Rica predomina el cáncer de mama sobre el cérvico-uterino y que resulta sorprendente que en los países en vías de desarrollo no se realice anualmente un examen de mamas, cuando sí se lleva a cabo el papanicolau.
En este sentido, la economista comentó que la fundación “Tómatelo a pecho” ha promovido en México una serie de capacitaciones a promotores de la salud para que desde las consultas médicas básicas examinen los senos de sus pacientes.
Pese a que las mamografías son exámenes especializados que permiten detectar lesiones menores de dos centímetros, las exploraciones a través de palpaciones constituyen un método efectivo de detección temprana de cáncer porque no requiere de especialistas y aminora grandemente los costos.
Debido a ello, recomienda que los médicos de atención básica efectúen periódicamente exámenes de mama, que motiven a sus pacientes a realizarlos y que les brinden información acerca del riesgo de postergar la detección de tumores en los senos.