Un buen ejemplo de gozar del tiempo libre que otorga la jubilación es el programa que se ofrece en las piscinas de Goicoechea para las personas de la tercera edad.
Los varones son los más golpeados por la jubilación debido a que se ven desplazados de su mundo socialmente construido que es el trabajo.
Sin estar preparados para hacer un uso adecuado de su tiempo libre, son devueltos al hogar, espacio definido como femenino, donde muchos enfrentan la no aceptación y hasta la agresión en algunos casos.
Esto hace que el golpe sea doble, lo que los desmotiva y sumerge en grandes depresiones que los afecta fuertemente, cuya salida es mantenerse fuera del hogar la mayor parte del día.
No así las mujeres pensionadas, a quienes les sobra actividades que realizar y siempre les hace falta tiempo.
Esto es corroborado por una investigación realizada por Francisco Meléndez Córdoba, para optar por el grado de Máster en Gereontología. Esta se denomina «El adulto mayor y el buen uso de su tiempo libre», cuyos resultados serán presentados el 27 de agosto en la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, como parte del ciclo de charlas organizada para agosto por la Maestría Interdisciplinaria de Gereontología.
FUERA DE CASA
Meléndez trabajó con quince adultos mayores que pasan el día en el parque de Alajuela, en busca de interacción con sus pares, y con el «Programa pastoral gereontológico para la atención para el adulto mayor», ubicado en Gravilias de Desamparados.
Explicó a UNIVERSIDAD que es precisamente por ese doble desplazamiento que en los parques se encuentran numerosos hombres mayores que pasan todo el día ahí y solo van a sus casas a almorzar.
«Pasan el rato añorando los viejos tiempos, contando chistes y arreglando el mundo. Muy pocos toman iniciativas para buscar otra tarea en que ocuparse», amplió.
También en el centro se determinó que las personas de la tercera edad mientras sean bien atendidas en el aspecto alimentario están contentas, pues ahí tienen con quien conversar.
Sin embargo, en ambos sectores se encontró gran resentimiento con la familia y en especial contra la compañera. Los del centro porque añoran el regreso al hogar y los de afuera porque se sienten excluidos.
De esta manera, la jubilación más que años dorados se transforman en años oscuros.
QUE HACER
Como parte de su tesis, Meléndez hace una propuesta que probó en los grupos estudiados, para facilitarle espacios adecuados a este sector de la población.
Plantea la necesidad de espacios de interacción entre iguales y de explorar con ellos su tremendo potencial para propiciar el «empoderamiento», pues son personas que aún tienen un gran potencial para generar ideas e invertir positivamente su tiempo libre.
Como parte del trabajo, desarrolló con los grupos estudiados distintas actividades recreativas y culturales planteadas por ellos mismos, así como talleres de capacitación para grupos pequeños.
Entre estas, los desplazados plantearon ofrecer servicios por medio de la profesión de cada quien, por habilidades especiales, por idiomas mediante traducciones, por medio de adopción para entretener a grupos de menores de edad como el programa «El abuelo cuenta cuentos», y por servicios de cocina que incluye talleres y la elaboración de un recetario. Para diciembre se organizó una cantata navideña que fue llevada a varias partes del país.
Sobre el material recogido, Meléndez manifestó que esto es prueba de que el retiro laboral no implica jubilación del cerebro.
Agregó que el envejecimiento se tiene que ver como una realidad desde temprana edad y no como una patología, sino como un desgaste normal. Por eso es necesario generar una cultura del envejecimiento, para lo cual hay que trabajar con el adulto mayor, que es quien conoce sus necesidades y requerimientos.
En Costa Rica hay 301.474 personas adultas mayores, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC). De esta cifra, 143.833 son varones y 157.641 mujeres, quienes representan más de la mitad de esa población.
Al respecto, Meléndez dijo que el varón muere más rápido porque la jubilación acelera este proceso al ser desplazados y minimizados.
El INEC estima que para 2025 el país tendrá unas 700.000 personas de la tercera edad.
MUJERES MAS PREPARADAS
Sobre esta diferencia entre hombres y mujeres se consultó a María Eugenia Dengo, quien dictó una conferencia sobre el uso del tiempo en la Universidad de Costa Rica, en el mes de abril, tema sobre el cual UNIVERSIDAD publicó una nota en la edición 1522.
Para Dengo, catedrática pensionada y profesora emérita de la UCR, el tiempo es oro y la vida es tiempo, tiempo vivido y tiempo que se vive y vivirá mientras dure la vida.
Para disfrutarlo en la tercera edad y vivir esta de manera positiva, es necesario cultivar intereses variados y externos a lo cotidiano desde temprana edad.
Afirmó que efectivamente el retiro afecta más a los hombres porque de pronto se encuentran con mucho tiempo y sin que hacer.
«Las mujeres siempre tenemos actividades en que ocuparnos, tanto profesionales como sociales, culturales y vecinales», agregó.
Los varones se deprimen porque no encuentran por donde encausar su vida, no saben qué hacer por falta de un proyecto nuevo.
Asegura que a ella más bien le hace falta tiempo para hacer todo lo que quiere.
En diciembre publicó una segunda edición revisada del libro de su padre titulado «Roberto Brenes Mesén», publicado por la EUNED en 1974.
Actualmente está corrigiendo la obra «Escritos y discursos de Omar Dengo, -su padre- publicado en 1961 por el MEP. A sus 75 años se ocupa además de dictar charlas, de los asuntos comunales, disfrutar a sus nietos y compartir con la familia.
Charlas y talleres para agosto
Miércoles 6, «Sexualidad en el adulto mayor», M.Sc. Olga Gamboa Espinoza.
Miércoles 13, «Biología del envejecimiento», M.Sc. Olga Murillo Bolaños.
Miércoles 20, «Adulto mayor, recreación y deporte», M.Sc. Carlos Ballesteros Umaña.
Miércoles 27, «El adulto mayor y el buen uso de su tiempo libre», Francisco Meléndez Córdoba.
Lugar: Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, aula 01