Por: Francella Chaves, Alejandra Mora y Francisco Ruiz
El servicio de autobús interno de la Universidad de Costa Rica (UCR) atraviesa por una etapa de cambios, entre ellos el traslado de las paradas de las busetas hacia la Facultad de Ciencias Sociales y los buses hacia las Instalaciones Deportivas.
A partir del pasado lunes 11 de mayo, ambas paradas pasaron de estar frente a la Biblioteca Carlos Monge, para ubicarse ahora frente a la Facultad de Educación, en el caso de Ciencias Sociales, y en la Facultad de Ingeniería, en el caso de Instalaciones Deportivas.
Este es el tercer cambio que se hace en lo que va del semestre, pero según Ana Zúñiga, directora de la Sección de Transportes, es el cambio “definitivo”.
“Se decide dividir las paradas (…) para mayor accesibilidad y evitar esa conglomeración y ese caos que se ha generado últimamente”, dijo Zúñiga, quien agregó que “esas paradas (las nuevas) tienen ya la bahía (…) y se ubican ahí por estrategia”, ya que se encuentran en los extremos del campus, para que así sea accesible a los que viajan en buses externos de la Universidad.
Según datos de la Sección de Transportes, el 70% de la población universitaria se moviliza por medio de buses que la Universidad pone a disposición hacia diferentes partes del Gran Área Metropolitana (GAM).
También se han identificado cuatro “horas pico”, que corresponden a minutos antes y después de las 10 a.m., 1 p.m., 4 p.m. y 5 p.m.
De acuerdo con Zúñiga, solo el servicio hacia Ciencias Sociales transporta entre 3.500 y 4.000 personas diarias.
Mejoras
Actualmente, el servicio de transporte dispone de dos buses, tres C y seis choferes; ahora bien, se planea adquirir dos buses, para sustituir las tres busetas de Ciencias Sociales –las cuales se utilizarán para giras estudiantiles–, y contratar dos choferes; aunque no se precisó la fecha de estos cambios serían preliminarmente para mediados del próximo semestre.
La directora de Transportes, además, indicó que se harán mejoras en las nuevas paradas, como instalación de toldos temporales y que posteriormente la Sección de Mantenimiento y Construcción hará paraderos. Los dos primeros serán construidos en la Facultad de Educación y en las Instalaciones Deportivas, para lo cual tampoco hay fecha exacta de finalización del proyecto.
Los buses que serán comprados son llamados “de piso bajo”, lo que facilitará el acceso de personas en sillas de ruedas y brindará mayor comodidad a los usuarios.
Según Zúñiga, estos buses rondan los ¢60 millones cada uno y el costo total del servicio de transporte interno es de ¢12 millones mensuales, incluida logística, gasolina, salarios de choferes y pago de horas extra.
A pesar del buen panorama que pintan desde la Sección de Transportes, los usuarios califican de “malo” el servicio.
“He estado en las instalaciones deportivas esperando el bus y no pasa, o no pasa a la hora que tiene que pasar”, dijo Ariela Leandro, estudiante de Psicología, quien agregó que le parece “muy malo que pasen cambiando las paradas”.
Otros usuarios afirman que es una “jugadera” y que ahora les quedará más largo. “La mayoría de las paradas (de buses externos) se concentran en esta área (frente al Pretil) y a mucha gente casi que le da solamente tiempo de bajarse del bus y tomar la micro”, dijo Katia Chacón, funcionaria de la UCR; para ella, la parada actual es más accesible.
“Me parece que no está muy bien organizado. Empezó muy bien, pero conforme ha avanzado el semestre hay más tiempo entre un bus y el otro”, comentó José Fernando Brenes, estudiante de Ingeniería Industrial.
Una de las quejas más recurrentes en los usuarios es la forma en que la Sección de Transportes comunica los cambios, ya que muchos afirman que nunca se dan cuenta. “Somos las mismas asociaciones las que nos encargamos de publicar en grupos, para que la gente sepa”, aseveró Leandro.
Pese a esto, Zúñiga sostiene que los esfuerzos para que la información llegue a los estudiantes han sido por varios medios.
Mientras tanto, dos de cuatro choferes consultados afirmaron no tener un espacio definido para comer y descansar, sumado a que están trabajando muchas horas extra por la demanda de servicio y la poca cantidad de choferes que hay.
Lo primero fue desmentido por Zúñiga, quien aseguró que sí cuentan con un espacio para ellos en el Edificio de Máquinas, en la Ciudad de la Investigación. Sobre las horas extra, prometió que se reducirán en cuanto se contrate a los nuevos choferes.
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