Morados y manudos celebran una nueva edición del clásico del fútbol nacional en medio de cercanos contratiempos.
El domingo 14 de abril se celebrará una nueva edición del clásico del fútbol nacional.
Hace pocos días, el Saprissa perdió dos partidos seguidos con Uruguay de Coronado y Puntarenas, y el Alajuelense cayó frente al Herediano. En ese momento, los morados ocuparon el segundo lugar de la clasificación con 25 puntos, mientras que los manudos descendieron al sexto puesto con 22 unidades.
Aunque el Saprissa siguió ocupando un lugar en zona de clasificación —mientras la Liga quedaba fuera de ella—, se publicitó una crisis mediática de los morados que estalló a lo interno del club, provocó encerronas y llamadas fuertes de atención a los jugadores y acaparó desde luego las portadas de todos los medios de comunicación deportivos. ¡Saprissa estaba en la calle! Lo curioso es que se dio a entender que el Alajuelense no.
Quizá fue Ronald González, director técnico del Saprissa, e
l detonante de la situación. Un minuto después de que su equipo cayera 3-2 ante Puntarenas en el propio estadio Ricardo Saprissa, el entrenador dijo sentirse avergonzado como saprissista y pidió disculpas a dirigentes y aficionados. Después, en el vestidor, le rezó el rosario a sus discípulos y, pocas horas antes del siguiente compromiso frente al líder Cartaginés, anunció cinco variantes de fondo en la formación del equipo. Fueron a la reserva Douglas Sequeira, Manfred Russell, José Carlos Cancela, Luis Diego Cordero y Cristian Lagos, que dieron paso a Alexander Robinson, Yeltsin Tejeda, Diego Estrada, Deiver Vega y Ariel Rodríguez. Saprissa derrotó al Cartaginés 3-1 y apagó la crisis.
En la acera del campeón nacional, a pesar de la derrota ante el Team y quedar fuera de zona de clasificación, no pasó absolutamente nada. Un diario deportivo trató de armar bronca entre Manuel Keosseian, Mauricio Montero y la dirigencia del equipo, pero las bombetas no reventaron.
Mientras el Saprissa era un hervidero, el Alajuelense un manantial, una situación difícil de analizar, salvo que las derrotas moradas se dieron frente a equipos supuestamente más débiles en el papel; en cambio, la de los erizos fue ante su tradicional rival en el clásico de provincias.
En la fecha del fin de semana pasado, ya se dijo que el Saprissa apagó el incendio aniquilando al líder Cartaginés, un triunfo valioso por los antecedentes en la familia morada ya reseñados; en cambio, la Liga se las vio a palitos para doblegar, apenas 1-0, al “sotanero” y casi descendido San Carlos en el Morera Soto, con otra demostración de poco fútbol. A pesar de esta pírrica victoria, el campeón continuó fuera de zona de clasificación, a la espera del resultado del partido del miércoles 10 de abril con Pérez Zeledón.
Desde luego que los manudos se juegan la temporada en ese partido contra los guerreros del sur en el Valle de El General, porque de ganarlo, provocan un triple empate en el segundo lugar, precisamente con Pérez Zeledón y Saprissa, los tres con 28 puntos y 17 partidos jugados; pero si lo pierden, se estancan en el quinto puesto con 25 puntos, se les escapan los Generaleños a 31 (solo 3 menos que el Cartaginés) y la Liga puede ser rebasada por el Santos de Guápiles, que este miércoles 10 le tocaba medirse al Herediano en el Rosabal Cordero.
UN CLÁSICO EXTRAÑO
Con estos antecedentes, con un Saprissa en crisis, solo apagada momentáneamente por su valioso triunfo en el Fello Meza y con un Alajuelense que a la hora de escribir estas líneas no está clasificado para la ronda semifinal, no se le puede dar al clásico del próximo domingo otro calificativo que crítico.
Las tormentas no amainan porque de pronto surgió en el cielo una nube blanca; el saprissismo no puede cantar victoria por el solo hecho de que Ronald González repita en casa la formación que arrolló al Cartaginés.
El Alajuelense viene dando tumbos y se ha convertido en un equipo muy irregular, que gana (7), empata (4) y pierde (5), una fecha sí y la otra también, provocando la falta de confianza de sus leales seguidores, que han bajado la asistencia a las gradas del Morera Soto.
Desde luego que si al escribir este comentario, se tuviera a mano el resultado del juego entre Pérez Zeledón y Alajuelense, se podría enfocar el clásico con alguna arista distinta; pero, por ahora, proyectar que se verá a un Saprissa apoyado en la alineación y estilo de juego que le dio la relevante victoria en el Fello Meza, ante una Liga que acusa la ausencia de algunas piezas importantes de su formación, sobre todo su retaguardia, quebrada por las ausencias de su núcleo campeón que formaron Salvatierra, González, Acosta y Meneses, ninguno de ellos alineando este domingo en Tibás. José está lesionado, Giancarlo y Johnny juegan en el extranjero y Meneses está castigado.
Si el Alajuelense llega al clásico empatado en puntos con el Saprissa (si logra a derrotar a Pérez Zeledón), se podría estar ante un partido donde el empate conviene a las dos partes y se pueden congelar las acciones, pero si los manudos caen en el Valle de El General tendrán que abrirse en Tibás, jugar a la ofensiva obligados al triunfo y entonces la media cancha del Saprissa y su ataque, veloz, dinámico y técnico, con Estrada, Madrigal, Vega y Rodríguez, puede hacer fiesta.
El clásico se va a mover al ritmo del resultado del partido entre Pérez Zeledón y el Alajuelense. Indirectamente, va a influir el marcador del juego entre Herediano y Santos, dos equipos también con todas las posibilidades de clasificarse a las semifinales.
Si Alajuelense se juega la temporada en Pérez Zeledón, lo mismo se puede afirmar de Santos en Heredia. Hagan números, muchachos.
