Jubilados del Magisterio protestan por ajuste en cálculo de la pensión

La exrectora de la UCR, Yamileth González, participó en la protesta junto a varias decenas de jubilados universitarios.Como “un salibazo en la cara”

La exrectora de la UCR, Yamileth González, participó en la protesta junto a varias decenas de jubilados universitarios.

Como “un salibazo en la cara” y “una traición” calificó Maria Amoretti, jubilada de la Universidad de Costa Rica, los ajustes realizados a las pensiones del magisterio en el pago del mes de marzo. Ella lidera el movimiento en defensa del sistema de pensiones del magisterio que surgió a finales del pasado mes como respuesta a estos cambios.

El 4 de abril, profesionales pensionados de las diferentes universidades públicas del país se hicieron presentes en las afueras del Consejo Universitario y Amoretti distribuía un documento en el que le solicitan a este órgano institucional revisar el proceso que originó el ajuste.


Quienes son más afectados son aquellos con pensiones más altas, “a los catedráticos, a quienes hemos hecho méritos”, indicó la exvicerrectora de Acción Social de la UCR, María Pérez. Ella afirma que, poco a poco, la resolución irá afectando también a los demás pensionados del Magisterio.

De la UCR a JUPEMA

Luego de una revisión que hizo la administración de la UCR, la oficina de Recursos Humanos de esta universidad envió una resolución a la Junta de Pensiones del Magisterio (JUPEMA) en la que indicó un cambio en el tope del salario de los catedráticos del cual depende el cálculo de las pensiones.

La Ley de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional en su artículo 44 apunta: “Los derechos por vejez, invalidez o supervivencia (…) no superarán el monto equivalente al salario de un catedrático de la UCR, con la sola consideración de treinta anualidades y dedicación exclusiva”. Esto para todos los que cotizan para el Magisterio, trabajen o no en la UCR. De esta manera, las decisiones que tome este centro de enseñanza superior respecto a los salarios de sus catedráticos afecta a todos los jubilados de JUPEMA.

En el 2010 la UCR ajustó el monto de las anualidades y estas pasaron del 3% al 5,5%. Antes de ese año, para calcular los derechos se multiplicaba el 3% por 30 (porque se consideran 30 anualidades), y al cambiar el porcentaje de la anualidad se multiplicó 5,5% por 30.

A pesar de que esa interpretación parece lógica, Carlos Arrieta, Director de la Oficina de Recursos Humanos explicó que se dictaminó que debía modificarse porque no correspondía a un salario real. “Ningún catedrático de la UCR ha ganado 30 anualidades al 5,5%”. Por este motivo, se tomó la decisión de comenzar a realizar el cálculo tomando en cuenta cuatro anualidades al 5,5% y veintiséis al 3% pues es lo que se “ajusta con la realidad”, según Arrieta.

De esta manera, la oficina de Recursos Humanos envió a la Junta de Pensionados del Magisterio (JUPEMA) un comunicado en el que indicó el nuevo cálculo y JUPEMA hizo el ajuste e informó a los distintos centros educativos, pero no directamente a los jubilados.

Esto causó que gran parte de la molestia de los pensionados se deba, más allá de las reducciones, a lo que ellos consideran “un trámite hecho a escondidas”. Amoretti contó cómo se enteraron cuando retiraron el monto de marzo y era inferior a lo usual. Solo después de ir a JUPEMA a averiguar conocieron el detalle de lo ocurrido.

Para Arrieta, sin embargo, ese error no fue de la universidad sino de JUPEMA, pues la relación de los jubilados es con esta institución y no con la casa de estudios superiores en la que ya dejaron de laborar.

Los jubilados también denunciaron que una modificación de este tipo debió ser discutida en el Consejo Universitario, y en este punto fundamentaron la presentación del documento ante el Consejo, el 4 de abril.

¿QUIÉNES SON LOS AFECTADOS?

La Ley de Pensiones del Magisterio contempla varias deducciones a la pensión de sus jubilados. El artículo 71 es una de estas, y lo establece como la “Contribución especial, solidaria y redistributiva de los pensionados y jubilados” que superen el tope del salario de un catedrático de la UCR con 30 anualidades y dedicación exclusiva. Así, este artículo aplica rebajas proporcionales en los montos pagados que superan el tope establecido.

El palabras sencillas: si el tope bajó, al calcular de una forma distinta las anualidades, entonces aumentó la cantidad de personas a quienes se les aplica el artículo 71. En este momento, el tope que aplica es de 2.377.654 colones por lo que quienes reciben pensiones superiores a este monto encontraron en el mes de marzo reducciones del 25% al 75% sobre los montos superiores a esa cifra, dependiendo de qué tan alto era el exceso.

Con la medida, son alrededor de 1004 pensionados los que han sido afectados por estas reducciones. Amparado en esto, Arrieta, afirma que el problema no tiene que ver con la resolución enviada por su oficina a JUPEMA sino con el artículo 71 en sí.

Los pensionados sin embargo, continúan con su movimiento. Para María Pérez, “este golpe es solo uno de los muchos golpes” que ha recibido el sistema de pensiones del Magisterio. Por el momento, esperan la respuesta al documento enviado al Consejo Universitario.

 


 

“Es un cálculo mecánico”

¿La Oficina de Recursos Humanos es la que emite la resolución para hacer este cambio?

Si claro. Por ley, toca a la Universidad de Costa Rica informar cuál es ese salario. Se ha dicho que nos hemos metido a legislar pero lo estamos haciendo es informar cuanto suma el salario base de un catedrático, más treinta anualidades más dedicación exclusiva. ¿Por qué la Oficina de Recursos Humanos? Porque es la que paga, es la encargada de estas cosas.

¿La decisión debió ser discutida primero por Consejo Universitario?

No, para nada. Consejo Universitario no tiene ni arte ni parte en esto. No sé qué hacían yendo a protestar ahí, es un encargo de ley. Le toca a la universidad hacerlo. Y es un cálculo mecánico, nosotros lo que tenemos que reportar es cuál es ese salario y cuáles modificaciones sufre.

¿Por qué se hace el cambio?

Hasta el 2009 no había problema porque la universidad resolvía multiplicando por tres (las treinta anualidades por el 3% que les correspondía). Pero en el 2010 la anualidad cambia al 5,5%. Ahí está el enredo. Se pasa a tener una anualidad del 5,5% y veintinueve del 3%.

Pero según la ley, ¿no debería calcularse de acuerdo al monto vigente?

Esa fue la interpretación que se le dio en el momento. Se tomó como cierta esta anualidad (5,5%). Pero esto no es cierto. Ningún profesor de la UCR ha ganado treinta anualidades al 5,5%. En este momento han ganado 4. El resto las tiene al 3%. Nosotros tenemos lo que se llama una anualidad compuesta. Esto es lo real.

El debate está en que la ley es vaga y no contempla la posibilidad de que la anualidad cambiara. Pero cuando el legislador legisla, piensa en un tope real. El otro es falso y tiene el riesgo de que la Contraloría (General de la República) diga a la universidad que está inflando el cálculo. Entonces esto es para poner orden, no para hacer daño a nadie.

Si la ley da lugar a la interpretación del 2010, ¿quién dice que debe ser como lo hicieron ahora?

La Oficina Jurídica y nosotros nos empezamos a reunir y a analizar la situación porque hay que dar un salario real.

¿A quién afecta?

Afecta a las personas que estén por encima del tope y a los que están próximos a jubilarse. Por otro lado, beneficia a algunos activos porque están recibiendo un salario mayor al pasar a cotizar para una pensión con un  tope más bajo.


Indignados

Jubilados universitarios manifestaron su indignación frente al edificio de la rectoría de la UCR, el 4 de abril.

1) Mayté Bolaños. Pensionada

“Yo vengo a apoyar la lucha porque esto eventualmente nos puede afectar a todos los miembros del Magisterio. Se tomaron decisiones totalmente arbitrarias sin seguir los debidos procesos.”

«Esto (la pensión) nos son privilegios. Uno trabaja toda su vida y esto es un derecho adquirido».

2) Gerardo Contreras, catedrático.

«Yo dejé de recibir 250 mil colones desde marzo. Esto es un crimen de lesa cultura. (…)Yo recibía una pensión a la que estoy acostumbrado y estos cambios se reflejan en la cotidaneidad de un modo co nsiderable»

3) Guiselle Bolaños, exprofesora de la UNED.

“Lo que yo recibía hace tres años es lo que estoy recibiendo ahora, y la ley dice que la pensión no se puede desmejorar. (…)”

“Tengo todavía una hija en educación privada, una casa en la que hay que pagar agua, luz, teléfono: uno adquiere sus gastos de acuerdo a los ingresos con los que va contando.”

“Tener una pensión alta es un estigma, ¿no fue que nosotros la pagamos? ¡Nosotros pagamos y nos sacrificamos por calidad de vida!”

4) Virginia  Espeleta, exprofesora de la UNED 
» No lo tengo todavía completamente cuantificado, pero definitivamente hay una merma, y lógicamente con el costo de la vida, se va perdiendo el poder adquisitivo.»  Ella calcula la reducción en más de 100 mil colones.


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