Normas de cortesía: ¿Necesidad u obligación?

Existen en nuestro país empresas privadas e instituciones gubernamentales conformadas por personal con ideales y formas de actuar diferentes, no así, todas son aceptadas,

Existen en nuestro país empresas privadas e instituciones gubernamentales conformadas por personal con ideales y formas de actuar diferentes, no así, todas son aceptadas, pero forman parte de un grupo de trabajadores que luchan en su mayoría por realizar de manera satisfactoria las tareas diarias, o bien, aquellos que están comprometidos absolutamente con su lugar de trabajo y entregan lo mejor para el cumplimiento efectivo de sus funciones.

Muchas personas que laboran en estas instancias no se sienten identificadas con sus tareas o con la organización, pero tienen contacto directo con otras personas, ya sea en el aspecto laboral, entre compañeros o con quienes buscan un servicio que les solvente una necesidad.

Es muy común encontrar funcionarios con diferentes formas de atender estas necesidades, pero existen casos en los que son evidentes las manifestaciones de descortesía, de burla, de envidia o de sarcasmos que traspasan la línea del respeto, creando así pilares débiles y columnas frágiles a lo interno y externo de la organización.

¿Qué se debe entender por normas de cortesía? Esto no se limita a un saludo de buenos días, o únicamente, a una expresión de gracias, sino que va más allá y compete a todos. Se traduce ampliamente a aquel buenos días que permite iniciar de una manera agradable y confortable una mañana de trabajo de un compañero o satisfacer una necesidad de manera positiva desde un primer momento ante la persona que busca la gestión de un servicio. Es colocar en cada una de las labores realizadas el propósito de cumplir satisfactoriamente el trabajo y entregar un valioso esfuerzo por realizarlas con eficacia y eficiencia, ofreciendo con la mirada y con el tono de voz un contacto cálido y cordial, seguro y comprometido con la persona que está a nuestro lado.

Existen muchas palabras agradables que manifiestan el nivel de compromiso y afecto con lo que realizo, y que, posteriormente, se debe reflejar en el interés que le manifiesto a la persona que requiere la colaboración ante una necesidad, pues todo entra por la vista y es percibido por nuestros demás sentidos.

Las normas de cortesía son las llaves que permiten abrir la puerta a una valiosa comunicación, fortaleciendo los canales de escucha y la apertura por parte de las demás personas al recibir algo de mí; permiten una exitosa tarea y una relación laboral armoniosa que robustece las relaciones humanas, las cuales no pueden ni deben separarse del concepto de que somos personas individuales y que no podemos realizarnos solos, porque requerimos comunicarnos e interactuar con otras personas que merecen nuestro mejor trato.

En esta comunicación con otros, debe existir sobre todo, el respeto, la atención, el cuidado y la guía segura, manifestarnos ante todo interesados en lo que la persona a mi lado requiere para luego contar con la satisfacción de que tendré, lógicamente, el mismo trato de su parte.

Es ineludible valorar a las personas que nos rodean y expresarles inmensamente la compresión y el apoyo que tienen de parte de las instancias que visitan para realizar los trámites que requieran, ya sea en una empresa privada o una institución gubernamental.

Las normas de cortesía son el reflejo de lo que existe dentro de una organización y es necesario enriquecerlas para enaltecer los valores entre hombres y mujeres, promoviendo así, el crecimiento en materia de relaciones humanas y para crear valor e inteligencia en la gestión.

Se debe entender que la cortesía es un comportamiento humano que demuestra las buenas costumbres de un lugar, por esto nace la interrogante: ¿Cuál es el objetivo que se desea alcanzar con estas normas? Es hacer que todas las personas que conforman la organización puedan desarrollar sus labores bajo la línea del respeto, la empatía, la coordinación y la comunicación asertiva para crear calidad en los servicios que se ofrecen: es generar un nivel de satisfacción integral.

Por tanto, es el momento para que exista un cambio en las actitudes personales que no permiten un buen servicio y de ser conocedores de las herramientas que tenemos y la forma en que podemos utilizarlas para un bien común, y así, alimentar nuestras vidas de actitudes positivas que permitan fortalecer nuestra calidad humana, enaltecer nuestro lugar de trabajo y utilizar la cortesía como una forma de identificarnos con las necesidades de las personas que nos rodean.

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