La mitad de los miembros de la agrupación partieron a Panamá el 7 de abril, para montar su proyecto en el muro de un gimnasio en la comunidad de Pedregal, del Municipio de Panamá.
Las personas que concurran a la Primera Bienal del Sur en Panamá 2013: “Emplazando Mundos” se van a topar con que el muro de un gimnasio se convirtió en una galería de arte. Los responsables de esto son los miembros del Círculo de Artistas Costarricenses y su proyecto “Anónimo/ Muros Tomados”.
Dicha agrupación está conformado por Erick Bustamante, Paulo Navarro, Víctor Ulloa, David Paris, Camilo Bolaños, Wesley Acuña y David Garrigues, artistas visuales egresados o estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La agrupación participó en una convocatoria, en la que un comité curatorial los seleccionó —junto a otros 250 artistas de 65 países diferentes, aproximadamente—, para participar en la bienal que se inauguró el 13 de abril y finalizará el 30 de mayo, en la ciudad de Panamá.La actividad tiene como objetivos crear un encuentro cultural —mediante la participación de los artistas de diversas nacionalidades—, impulsar al artista emergente, promover las nuevas tendencias artísticas de la plástica y llevar el arte a la calle, para entablar un diálogo interactivo entre la comunidad y la obra.
Alrededor de 500 obras se exhibirán en la capital panameña y sus comunidades periféricas; estos trabajos abarcarán diversas técnicas, tales como pintura, fotografía, videos, neografitis, performance y muralismo callejero, como es el caso del trabajo de la agrupación costarricense.
La mitad de los miembros de la agrupación tica partieron a Panamá el 7 de abril, para montar su proyecto en el muro de un gimnasio en la comunidad de Pedregal, del Municipio de Panamá, donde su “galería exterior” —que contiene varios trabajos de los mismos artistas del círculo— se exhibirá.
“ANÓNIMO/MUROS TOMADOS”
El proyecto “Anónimo/Muros Tomados” nace en una presentación en Cuba, en la cual el Círculo de Artistas Costarricenses participó en el 2012, con un mural que “trataba de sacar la galería a la calle, para que la gente que no entra a ese tipo de espacios pudiera tener contacto con el arte”, expresó Víctor Ulloa, artista integrante de este grupo.
El trabajo consistió en la intervención de un muro, que lo convirtió en una especie de galería imaginaria y exterior. Así, en la pared, los artistas pegaron un cuadro de cada uno, lo cual dio la impresión de que eran obras expuestas y observadas por una figura dibujada de un hombre, que simulaba ser alguien viendo la exhibición.
El sustento ideológico del proyecto se desprende de la preocupación del Círculo de Artistas Costarricenses por acercar el arte a la gente, y por el problema de que los lugares oficiales del arte suele incluir un grupo reducido de obras, tendencias y artistas.
“La idea nace de una incomodidad de que el arte sea excluyente: los lugares oficiales del arte deberían estar más anuentes a recibir nuevos artistas. Nuestro grupo siempre ha buscado eso y la idea de llevar el arte a la gente que no tiene tanto acceso; nuestro discurso es el de aproximarse a la gente con el arte”, explicó otro miembro de la agrupación, Paulo Navarro.
En Panamá, los artistas continúan este proyecto que se inició en Cuba. Intervinieron en el muro del gimnasio del municipio panameño Pedregal, para recrear una segunda galería cercana a la gente. “El proyecto nos daba para más; por lo tanto, decidimos que lo podíamos hacer en diferentes lugares, para que diversas comunidades también pudieran experimentar eso”, dijo Ulloa.
“Además, se dio la oportunidad, porque la idea se acerca al objetivo de la bienal en Panamá, que es de arte urbano”, agregó David Paris.
En el citado muro, estarán expuestas nueve piezas, de las cuales son las obras individuales de cada uno de los artistas miembros: «De aquí de allá» (Erick Bustamante), “Rostros” (Paulo Navarro), “El sol bajo la puerta” (Víctor Ulloa), “Interpretación modular” (David Paris), “Comida rápida” (Camilo Bolaños), “Psiquis y subjetividad” (Wesley Acuña), y “Gente que mira” (David Garrigues).
Las obras están hechas de diversos materiales, como cartón, adhesivos, pinturas acrílicas, espray, impresiones, entre otros, buscando integrar elementos tradicionales con materiales no usuales, tendientes a dar una respuesta disidente ante el arte tradicional, comentaron Navarro y Paris.
Las restantes dos piezas, que se mostrarán en la galería ficticia, son el cartel de la bienal y un espacio cuadrado en blanco, en el cual interviene la mano artística de la figura de un hombre que estará dibujado en el muro. Al lado de este, está otro dibujo, representando a un guarda que duerme mientras se realiza la “fechoría” gráfica. Se crean tres dimensiones: la pared que expone las obras, otra intermedia e imaginaria donde las figuras humanas intervienen en la primera dimensión, y una tercera, la real, en la cual las personas van a poder interactuar con los otros dos espacios.
“En el mural que hicimos en Cuba, el personaje solo estaba viendo; en esta segunda parte del proyecto, el personaje interviene, aparentando dibujar en el cuadro blanco de la galería”, detalló Ulloa.
De esta manera, las siete obras individuales, el cartel y el cuadro en blanco que parecieran ser parte de una exposición, se unen a los dos hombres dibujados en el muro y que simulan convivir e incluso intervenir en la galería ficticia, haciendo que cada uno los anteriores elementos formen la obra en sí.
“Anónimos/Muros Tomados” tiene el propósito de cuestionar la idea academicista del arte y esta idea es lo que une la diversidad de estilos y técnicas de las obras de cada uno de los artistas del círculo.
“Aunque somos un grupo, cada uno ha pintado por su lado; las obras son muy variadas y tenemos diferentes estilos, pero nos integra la idea de galería llevada a las personas”, puntualizaron.
Los artistas del Círculo esperan que su obra logré interacción y diálogo con los habitantes de la comunidad de Pedregal, para que personas con menos acceso al arte puedan interactuar e incluso intervenir en la obra.
