Tecnología y deseo marcan rumbo de Naturaleza humana

La fama, en nuestros días, puede llegar de manera casi instantánea. Una foto en Instagram o un video en YouTube pueden desencadenar un movimiento viral por los tentáculos de la Internet, con consecuencias insospechables. Como nunca antes, la vida privada está, con facilidad y a bajo costo, expuesta a millones de personas.

Sin moralejas ni tomas de posición, la obra Naturaleza humana, dirigida por Carolina Lett, le recuerda a los espectadores, en la sala de Gráfica Génesis, que en la sociedad actual cada uno es lo que muestra de sí mismo.

Sus personajes se exponen sin pausa ni telón por el escenario, como en las “vidrieras mediáticas” de las cuentas de Facebook y Twitter, huyendo del anonimato. Pero, ¿en qué consiste ser alguien el día de hoy?

En Naturaleza humana los personajes transitan y habitan un San José decadente y caótico, mientras solo buscan satisfacer sus deseos… y el deseo, como la jarra agujereada de Platón, es insaciable.

Una sobre otra, cada escena nos pasea por los escenarios de la fama, nos induce a la nueva cultura del “chat” y del “selfie” y nos tienta en los bajos mundos del placer sadista, solo para recordarnos que, aunque nos desagrade o impaciente, todos somos parte de lo mismo.

Para mostrar esta deriva de la “naturaleza humana”, Lett elige una serie de “sketches” cargados de miedos y apariciones inesperadas, dentro del estilo del “zapping”. Sin embargo, al buscar la brevedad y la variedad entre cada escena, muchos objetos cargados de simbolismo quedan dolorosamente sin viaje ni desarrollo.

Carolina Lett ha estudiado teatro, arquitectura y dirección de arte. Se ha desempeñado como directora de arte en cine y televisión junto a directores como Hernán Jiménez, Esteban Ramírez, Jürgen Ureña, entre otros.

El elenco integrado por el experimentado actor Álvaro Marenco, la actriz francesa Maud Le Chartier, la modelo y actriz Jennifer Sánchez y los jóvenes actores Daniel Astorga y Jaime Gutiérrez es expresión del “collage” de emociones con el que se enfrenta la obra.

Uno de los encantos del montaje está en la danza entre los diálogos −inspirados en el dramaturgo Rodrigo García−, con el lenguaje audiovisual de Alexandra Latishev, Nicolás Wong, Óscar Medina y Federico Montero, así como ilustraciones de Ricardo Kandler, las cuales, en muchos instantes, se convierten en verdaderos cómplices de la acción.

Gráfica Génesis es un espacio artístico que acompaña proyectos culturales independientes, está ubicado 250 metros al norte de las piscinas de Plaza González Víquez.