Viceministra de Cultura: “Me equivoqué con Gustavo Rojas”

Desde la gestión de Guido Sáenz, la Compañía Nacional de Teatro ha dado tumbos de un lado a otro, con largos periodos sin director

La Viceministra Laura Pacheco anunció que hará otro diagnóstico sobre la CNT.

“Con humildad tengo que reconocer que me equivoqué al contratar a Gustavo Rojas como director de la Compañía Nacional de Teatro”, afirmó Laura Pacheco, Viceministra de Cultura, luego de las declaraciones que el exdirector de la CNT dio a este Semanario tras su renuncia el pasado 30 de junio.

La jerarca lo describió como un personaje carismático, que atrajo la atención hacia la CNT, pero desconoce las políticas culturales y no demostró capacidad para dirigir la compañía.
La funcionaria concedió la entrevista en medio de los ajetreos por su cita con los diputados de la Asamblea Legislativa ante la promulgación de la ley de promoción de producción audiovisual.  Ese día, en un salón del Centro de Cine, sede administrativa de la CNT, refutó las afirmaciones de Rojas, quien señaló en una entrevista publicada el 22 de julio por este Semanario, que existía la intención de cerrar la Compañía y transformarla en “el departamento de teatro del Melico Salazar”.
En su criterio, el exdirector convirtió su salida en “en un asunto politiquero, porque yo podría denunciar muchas cosas que no fueron adecuadas”. Pese a que se le pidió que las detallara, no aclaró cuáles acciones de Rojas ameritarían llevarlo ante los tribunales.
Al concluir el encuentro, Pacheco se mostró confiada en los 9 meses que le quedan a la actual administración para que la CNT retome el rumbo hacia puerto. El siguiente es un resumen de la conversación realizada el 29 de julio.  

“NO QUIERO UN ESPECTÁCULO”

“Al ser un puesto de confianza y al haber llegado al acuerdo de no poder trabajar juntos, creí que las declaraciones dadas eran suficientes para aclarar que no me interesaba ahondar”, afirmaba el exdirector en la nota publicada. La Viceministra aseguró que el exfuncionario sí ha tenido filiación y cargos políticos, mientras que ella proviene del sector privado y nunca ha militado en ningún partido.
Además, se sorprendió al leer la entrevista con Rojas, “porque él dice cosas con gran desacierto que son muy fáciles de refutar.  Yo no quisiera hacer de esto un espectáculo. Quisiera pasar la página y concentrarme en construir y no en destruir”, continuó.
“El hecho de que Gustavo se haya ido sin haber podido terminar la labor, tampoco significa que no haya interés por el teatro en este país, y en este gobierno en particular”.  Agregó que él “entró a una compañía de la que sabía el monto del presupuesto y sus posibilidades.  No las supo administrar, planificar, ni liderar”
Reconoció que cuando fue contratado como timonel, ella creía que poseía dotes de productor.  “Como soy también productora, sé que una persona así sabe producir, planificar, potenciar los recursos y proponer a largo plazo.Yo esperaba un director, un apoyo para darle un norte a la CNT. Creo que él no lo supo hacer, ni reconocer las condiciones actuales, y plantear sus propuestas”
Rojas sabía de las limitaciones presupuestarias y tras su salida la dejó con apenas un tercio del presupuesto anual.  Con ello se cubrirán las necesidades restantes y las del Plan Nacional de Desarrollo.  “El sabía los recursos que tenía y los gastó antes”.
Aseguró que desconocía la situación previamente y se enteró cuando recibió los informes de las rutas críticas de los proyectos y las solicitudes de modificaciones presupuestarías.  
“Según él dijo, nuestra función es hacer teatro.  Sí, pero no a cualquier costo”, dijo Pacheco. Tal vez escoges obras de otro tipo, y no gastas toda la plata en algunas”.
Refutó que a Rojas se le recortara el presupuesto en un 20%, ya que la Junta Directiva del Teatro Melico Salazar no pudo hacerlo, por haber “gastado anticipadamente los recursos y lo demás lo tenía comprometido.  No es cierto que dejó de hacer algo por el recorte, es la palabra de él contra la mía, y el administrador de la CNT puede demostrarlo con datos”.
Pacheco censuró la actitud de Rojas por considerar que “mantuvo una campaña de desinformación entre el sector…Me fui dando cuenta un poco tarde, porque yo no estaba presente cuando informaba a la gente.  Tampoco planificó el traslado de la CNT por las obras en La Aduana.  La actitud fue “de aquí no nos movemos porque nos quieren desarticular”, y eso no es cierto. Me tocó decidir luego qué hacer con la CNT mientras se construye la nueva sede”.
Aseguró a UNIVERSIDAD que la acusación de acabar con la CNT no tiene fundamento, aunque sí debe replantearse su existencia.   Rojas declaró a este Semanario que la idea de Lina Barrantes, Directora del Teatro Melico Salazar y las jerarcas del MCJ es transformar la CNT en un departamento de teatro, mediante una propuesta de ley presentada por Barrantes en la Asamblea Legislativa en la que los directores de compañías artísticas, quedarían supeditadas al director ejecutivo del Melico Salazar.
“Esta es la opinión después de la renuncia, supongo que ha tenido muchos días para pensar y para inventar cosas”. Pacheco dijo desconocer la citada ley, ya que está impulsando una normativa para el sector audiovisual, puesto que cada una trabaja en sus propios proyectos.  También es falso que lo censuramos por la contratación de directores, y más bien, él mismo tuvo fuertes enfrentamientos con Bernal García, acotó.
En su opinión, tras la renuncia de Rojas, entre el personal de la Compañía se vive un “espíritu de alivio y de camaradería, sienten que están trabajando por un proyecto que merecen, en relación con la nueva infraestructura, del que no estaban informados. Tenía la confianza de que él era un vocero ante mucha gente, pero no lo fue”.

¿LA NAVE ENCALLÓ?

Pacheco indicó que es hora de replantear cuál tipo de compañía teatral quiere el Estado.  “Fernando Vinocour dejó un proyecto muy ambicioso, La Nave va, que es una reflexión sobre su concepción de la CNT, pero él decidió renunciar.  Lo he revisado concienzudamente y tiene muchas cosas valiosas.  
“Esta reflexión no debe salir solo del gobierno, sino del sector.  No me parece justo que se diga que en esta administración no ha habido interés por el teatro.  En danza, en audiovisual, en diseño, las propuestas que se han logrado hacer y apoyar con avances enormes, han venido mucho de cada sector, excepto del teatral”.
“La crisis del teatro, en relación con las otras, no está al mismo nivel.  El teatro se ha quedado con su modelo; y otro punto tiene que ver con el tipo de actor que estamos formando”.
Afirmó que a la fecha “no se ha replanteado cómo debería ser la CNT en la Costa Rica del 2009.  Seguimos con la idea de que todo pasado fue mejor. En este momento estoy trabajando con un grupo al que le estoy consultando, hay gente de todos los sectores que está repensando lo que debería ser una CNT”.


La diagnosis que se repite

Desde la gestión de Guido Sáenz, la Compañía Nacional de Teatro ha dado tumbos de un lado a otro, con largos periodos sin director artístico, renuncias tras breves gestiones y un escaso presupuesto que le permite montar pocas obras. Y su programación incluye, principalmente, coproducciones con pequeños grupos independientes
El 13 de mayo del 2008, tras dos años frente al Ministerio de Cultura, María Elena Carballo dijo a UNIVERSIDAD que “el problema de la CNT es que tiene casi 16 años, donde la gente ha tratado cosas y no se han hecho.  Dos años frente a 16 no me parecen tantos para resolver”.   En aquel momento, Carballo atribuyó las críticas a que “tenemos un problema de expectativas.  Este gobierno ha arrancado de una manera tan clara para todo el mundo. Eso se ve en las encuestas y lo reconocen la mayor parte de los medios de comunicación: aquí hay conducción y la gente lo ve claramente.  Eso levanta las expectativas”.
Pero al parecer, al finalizar este gobierno, la CNT quedará tal y como la encontró la actual administración y el barco teatral seguirá sin conducción ni claridad.
Tras los cortos periodos de Fernando Vinocour y Gustavo Rojas al frente de la CNT, Laura Pacheco anunció que en lo que resta de la actual administración no se nombrará a nadie en ese puesto hasta no definir el tipo de compañía que requiere el país.
Prometió realizar un diagnóstico sobre la compañía, uno más que se suma a los hechos en el pasado, como el anunciado por Aurelia Garrido, antecesora de Pacheco.  Mientras tanto, los estudios, los diagnósticos y las propuestas marcarán el futuro de la CNT.  “Yo solo puedo responder por mi trabajo, no por lo que han hecho otras personas”, aclaró Pacheco.
En cuanto al papel de la CNT en el desarrollo cultural del país, la viceministra piensa que “producir más de lo mismo, no es lo mejor“, la función al Estado es fomentar, más que producir contenidos. Una ley para la CNT no lo soluciona todo, hay que reflesionar sobre su papel en la sociedad.

 

 


 

 

 

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