Los dos equipos de fútbol sala de la Universidad de Costa Rica demostraron su hegemonía y se dejaron el título de la Liga Universitaria. (Fotos: Federación Costarricense Universitaria de Deportes)
Las delegaciones masculinas y femeninas de fútbol sala de la Universidad de Costa Rica (UCR) lograron dejarse la Liga Universitaria, que llegó a su final el pasado 28 de noviembre en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en Cartago.
El equipo femenino se convirtió en tricampeón y finalizó invicto, luego de superar 9-3 a la Universidad Autónoma de Centroamérica (sede Nicoya) con 4 goles de Natalia López, 3 de Jazmín Guzmán y 2 de su hermana gemela, Adriana.Haydée Grijalba, por partida doble, y Fabiola Sequeira descontaron para las chorotegas, en una final donde las dirigidas por Alexander Aguilar se encargaron de plasmar una supremacía forjada durante todo el campeonato, con números sólidos que las respaldan: siete juegos ganados y únicamente dos empatados, 55 goles a favor y 25 en contra, para un gol diferencia +30 y un total de 23 puntos de 27 posibles. Entre sus víctimas más sobresalientes se cuentan la Universidad Nacional y la UNED Palmares, equipos protagonistas en la Liga Premier Nacional.
En este equipo de la UCR, varias de las jugadoras proceden de equipos diferentes de dicha liga nacional. Adriana, junto con una gran base de compañeras, milita en Santo Domingo, equipo dirigido por Aguilar; en cambio López, junto con Karina Díaz y Joselyn Valverde, juegan en Desamparados, y Jazmín en la UNED Palmares.
Este triunfo en la Liga Universitaria le ayudó al entrenador Aguilar y sus dirigidas, en el cuadro domingueño, a paliar una temporada en la Premier relativamente discreta, donde finalizaron en el sétimo lugar entre diez equipos, luego de cuatro años consecutivos de ingresar a las finales y semifinales.
Joselyn Valverde, quien estudia Farmacia, explicó que su llegada al equipo universitario se dio luego de observar a un hermano suyo en el equipo masculino en una práctica y a raíz de los Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos de 2012.
Consultada al respecto, señaló como principal clave para obtener el campeonato, la unión de camerino entre compañeras, sin importar su equipo de procedencia.
“Todos creían que la Universidad Nacional iba a pasar la fase de grupos; en el equipo lo hablamos, nos dijimos que era la oportunidad para sobresalir y demostrar que la UCR es un equipo de garra, que lucha por ser campeón, y lo conseguimos sobrellevar”, recordó.
Valverde agregó que la flexibilidad y la coordinación entre Aguilar y Juan José Alvarado, su entrenador en Desamparados, le ayudó a ella y a sus compañeras procedentes de este último equipo, a ser parte importante de la campeonización de la UCR.
Por su parte, Aguilar indicó que el título le ayudó en su objetivo de consolidar una transición exitosa entre jugadoras nuevas y experimentadas, y hacer una buena amistad entre las que dirige en el equipo de Liga Premier de Santo Domingo y los refuerzos procedentes de otros equipos, a quienes ya conocía de previo.
“Lo más importante fue conocerlas, darles a entender la importancia de representar a la universidad más importante de Centroamérica, graduarse de la UCR en cuanto a opciones laborales y, ante todo, formar un grupo de amigas”, comentó.
VARONES TAMBIÉN DOMINAN
Mientras tanto, el equipo masculino de la UCR no se quedó atrás y alcanzó el bicampeonato, aunque tuvo que sufrir de más en la final ante los locales del TEC, a los que finalmente derrotó 4-3.
En este juego, los goles corrieron para el equipo celeste por obra de Adrián Zúñiga, por partida doble, Juan Diego Acuña y Francisco Alfaro; aunque Daniel Orozco, Aarón Cervantes y Antonio Conde descontaron para los locales, tuvieron que ver cómo el equipo celeste se anexaba el bicampeonato y de paso se desquitaba el dolor que significó su primer descenso histórico en la Liga Premier Nacional, sufrido a inicios de agosto.
Para el entrenador de esta delegación, José Carvajal, el título de la Liga Universitaria es una muestra de que su filosofía de iniciar un proceso con jugadores jóvenes −de un promedio de 22 años− le está funcionando, y podría ser clave en aras de conseguir el regreso a la categoría de honor del fútbol sala nacional para el 2016.
“Empezamos a madurar jugadores para tres o cuatro años, lo único que tenemos que hacer es trabajar para ir cumpliendo objetivos. Nos da una luz de que vamos por el camino correcto y que podemos recuperar”, destacó.
Por su parte, Adrián Zúñiga, estudiante de Contaduría y capitán del equipo, expresó que siempre busca evitar lunes o miércoles en la noche como horario para sus cursos, puesto que esos días son los entrenamientos; su llegada se dio por un compañero de carrera que le invitó a hacer una prueba en el equipo, ya que en ese entonces militaba en el Coronado CC de la Liga Premier.
Consultado al respecto, Zúñiga hizo ver que el título fue una muestra de autoconvencimiento, de que podían tener un desempeño mucho mejor que el que mostraron en la competencia nacional. “Queríamos ver cómo solucionábamos el haber descendido, y mostrar que solo es cuestión de actitud”, acotó.
Y no es para menos, dado que en toda la competición el equipo también tuvo números impresionantes, al ganar 8 de los 9 compromisos y solo perder uno, para un total de 24 puntos de 27 posibles; asimismo, hizo 68 goles y le metieron 26, para un gol diferencia de +42.
Sin embargo, en la fase de grupos estuvo el mayor peligro para el bicampeonato de la UCR, pues en el último juego de esta fase sus opciones de supervivencia dependían de golear a domicilio a la ya eliminada Escuela Libre de Derecho por 10 o más goles, por lo que había riesgo de que los abogados no se presentaran y la U se quedara fuera por gol diferencia ante la UACA Sede Central, contra la cual se repartieron triunfos a domicilio. Pero, finalmente hubo partido, los celestes lograron un épico 1-21. Después de ahí todo fue sobre ruedas, hasta conseguir el título.
