En días pasados, salió publicado en un medio periodístico la abierta amenaza de la Unión Europea (U.E) contra Cuba, al establecer ciertas limitaciones o condiciones políticas y culturales, relacionadas con las visitas oficiales al gobierno cubano. En una declaración de la presidencia de la U.E, publicada el 5 de junio del 2OO3, los Quince tomaron la decisión » por unanimidad, limitar las visitas gubernamentales bilaterales de alto nivel,» a la isla e «invitar a disidentes cubanos a las ceremonias organizadas durantes las fiestas nacionales » que celebran las embajadas de los Quince en Cuba.
Con esta medida arbitraria y, prepotente de la Unión Europea, pretenden no sólo presionar sino también doblegar la voluntad revolucionaria e inquebrantable de continuar siendo un país pequeño a 90 millas de la superpotencia militar y económica, de ser una nación independiente, soberana y dueña de su destino.
Lamentablemente, la Unión Europea vuelve a equivocarse en su criterio y posición con respecto a Cuba, que ha venido soportando con heroísmo y valentía, por más de cuarenta años, un férreo bloqueo, económico, financiero, y comercial que ha costado a Cuba más de 70.000 millones de dólares, invasiones por parte de mercenarios, planes de agresión a sus dirigentes, acciones terroristas en su territorio contra la infraestructura turística; donde su pueblo a tenido que sufrir la pérdida de sus hijos y afrontar con sacrificio, las cuantiosas pérdidas materiales.Considero que, la Unión Europea (U.E) no tiene la autoridad moral y política, para juzgar los acontecimientos ocurridos en Cuba, ante la legítima defensa por parte del gobierno cubano contra un grupo de apartidas, que tomaron secuestrada una lancha con pasajeros; ya que durante la invasión militar de Estados Unidos, contra el pueblo de Irak, no fue lo suficientemente crítico y beligerante, ante la violación sistemática del derecho internacional y los valores y principios universales, que protegen a los Estados miembros por parte de un país agresor, el imperio, que se resiste a aceptar que la clave es el diálogo entre culturas, el respeto al derecho internacional y, a la diversidad ideológica, religiosa y política.
Y ante este panorama mundial, donde el Pentágono enfila sus argumentos contra Irán.
¿Será el próximo? El Consejo de la Unión Europea se suma consciente a la campaña de hostilidad creciente del gobierno de Estados Unidos, que en ejercicio ilegal de su poderío militar unilateral en el mundo; ha multiplicado su retórica y sus amenazas contra la revolución cubana CUBANA.
Pero hay una realidad histórica permanente, estos planes y proyectos con claros visos
desestabilizantes, se estrellan contra la unidad del pueblo, que es la unidad política, ideológica, cultural y organizativa, basada en los principios y valores como la soberanía, la dignidad y la igualdad, y contra la autoridad moral de la revolución cubana y su incuestionable dirigencia histórica.
Ante el triste y célebre papel que está jugando la Unión Europea, abonando aún más los tiempos difíciles que vendrán, se desprende la necesidad imperiosa de denunciar y detener por todos los medios posibles estos planes de agresión que ponen en peligro la quebrantada paz mundial; por parte de la opinión pública global a través de la movilización social, consciente y consecuente, con lo que establece la Carta de las Naciones Unidas, que reconoce a Cuba el derecho a escoger su propio sistema político, reconoce el respeto al principio de igualdad entre los estados y reconoce el derecho a la libre determinación de los pueblos y la legítima defensa de su soberanía.
¡ Que lo entienda la Unión Europea! ¡ A Cuba hay que respetarla!