Después de darse un paseo en su grupo y en octavos, el equipo de Maradona topa con los “panzers”.
Sin querer faltarle al respeto a la selección mexicana, rival de Argentina en los octavos de final del Mundial en Sudáfrica, la etapa seria para los discípulos de Diego Maradona, apenas arrancó en los cuartos de final, cuando se las verá contra Alemania, un rival que no le es propicio y ante el que ha sucumbido anteriormente, incluyendo la final del Mundial en Italia.
Germanos y platenses son dos potencias del balompié universal, y como tales, chocan según se van desarrollando los calendarios en las ediciones de las copas del mundo. Sus enfrentamientos se caracterizan por el dramatismo y para comprobarlo, basta con dar un vistazo a tres de los más refrescantes.
En la final del Mundial México 86, el torneo que elevó a Maradona a la categoría de astro universal, pues se puede decir que lo ganó solito, aunque suene exagerado, Argentina derrotó en la final a Alemania en el majestuoso Estadio Azteca, 3 goles contra 2 y fue Burruchaga el que marcó la diferencia apenas a dos minutos del final del partido. Los suramericanos se pusieron arriba en la cuenta con goles de Brown y Valdano, pero los alemanes empataron con anotaciones de Rummenigge y Völler, en el minuto 82, hasta que seis minutos después cayó el gol de Burruchaga.
La historia los puso frente a frente en otra final en Italia 90 y ahí, en otro juego disputadísimo, Alemania tomó revancha y doblegó a la albiceleste 1-0, con gol de penal de Andrea Brehme, a solo cuatro minutos del final del partido. Quien se animó a pitar la falta en ese instante tan decisivo fue el árbitro mexicano, Edgardo Codesal, quien desde luego cayó en desgracia con toda la Argentina, aunque luego la FIFA lo premió por su “valentía”, otorgándole rango de visor.
Curiosamente, en el anterior Mundial jugado en Alemania, se vieron las caras en cuartos de final, igual que sucede ahora en Sudáfrica, donde alemanes y argentinos, de nuevo en un partido dramático, que ganaban los suramericanos 1-0 con gol de Ayala en el minuto 49, pero que les empató el anfitrión a 10 minutos del final con gol de Klose. En el tiempo extra no se movió el marcador y en los penales, triunfaron los alemanes 4-2, anotaciones de Neuville, Ballack, Podolski y Borowski. Por los argentinos anotaron Cruz y Rodríguez, pero erraron Ayala y Cambiasso.
Ahora, la vitrina del Mundial se abre y trepan al escenario, el viernes 2 de julio, de nuevo Argentina y Alemania, en duelo letal, no porque el que pierda se va para la casa, sino por los antecedentes de este par de selecciones en este mundial sudafricano.
SALTO A LA FINAL
En el papel, solo en el papel, que ya sabemos aguanta todo lo que le escriban, para argentinos e igual para alemanes, enfrentarse entre sí y ganar el partido, se supone más complicado que vérselas ante Uruguay o Ghana, el eventual rival en una de las semifinales.
Charrúas y africanos se ven las caras el mismo día que Argentina y Alemania y el que sobreviva va la semifinal. Al cierre de edición, no había arrancado la llave inferior del torneo, con los duelos entre Holanda-Eslovaquia; Brasil-Chile; Paraguay-Japón y España-Portugal.
El vaticinio señala triunfos de tulipanes, brasileños, guaraníes y españoles, pero…¿quién sabe?
De manera que retornando al duelo entre Argentina y Alemania, sí se puede señalar como una final adelantada a la que arriban con la moral y la potencia al tope, tras sus contundentes triunfos en octavos: Alemania, que despachó sin misericordia a Inglaterra, goleándola 4-1 y Argentina, que casi le repite esa misma dosis a México a la que hundió 3-1.
Estas dos selecciones no formaron parte de grupos complicados; los pupilos de Maradona fueron señalados como grandes favoritos para ganar el Grupo B, donde lo acompañaron representaciones débiles como Nigeria, la República de Corea y Grecia. A las tres las venció y siguió el placer frente a México.
Ahora todo cambia, porque vienen los tanques germanos, los “panzers”, el seleccionado que arrolló a Australia y a Inglaterra (cuatro goles a cada uno). Pero que cayó inesperadamente ante Serbia (1-0) en una de las tantas sorpresas que se dieron en este certamen.
Cualquier aprendiz de fútbol sabe que Inglaterra es una selección más fuerte que México, de manera que en octavos de final, los germanos toparon con un rival más potente que Argentina, de ahí que los previos de este duelo se concentran en ese detalle que se da hasta ahora. Es decir, Argentina tendrá un verdadero termómetro para conocer su verdadera capacidad, de la que pocos dudan, pero que no ha podido ser bien medida, dada la pobreza de sus contrincantes.
DUELO DE ARTILLERÍA
Alemania no tiene a Leonel Messi; tampoco a Carlos Tévez, ni al goleador del Mundial, Pipita Higuaín y pareciera que entra perdiendo, pero no es así.
En la mitad de su formación, los discípulos del coqueto Joachim Lowe (el hombre de la pavita) son una amenaza para cualquier rival por más entonado que sea, porque ese bloque que integran Bastian Schweinsteiger, Thomás Müller, Mesut Ozil, una de las revelaciones del torneo y Lucas Podolski, potente, letal en el contraataque, ofensivo y explosivo, no lo tiene ninguna otra nómina, ni tampoco la argentina.
En la portería, Sergio Romero, de los mejores del Mundial, supera con creces al germano Manuel Neuer, uno de los puntos débiles de la alineación; en la zona defensiva, los alemanes Philipp Lahm y Per Mertesacker son mejores jugadores que los platenses Nicolás Otamendi y Walter Samuel; incluso Lahm, que le anotó el primer gol a Costa Rica en el juego inaugural del anterior Mundial, se convirtió en el mejor defensa derecho de la Copa, pero, Demichelis y Heinze, superan a los alemanes Friedrich y Boateng, de manera que hay empate en retaguardia.
Como volante de marca, Javier Mascherano es mejor que el germano Sami Khedira, improvisado de última hora, dada la fractura del capitán del seleccionado, Michael Ballack, a pocos días de que se inaugurara el torneo.
Los actores de este duelo dan un vuelco favorable a Alemania, con el bloque ya apuntado, pero, la esférica da una vuelta completa para dar paso a la condición de favorito de los argentinos, con su tripleta mortífera en ataque, Messi, Tévez e Higuaín, que juntos, parecen ser más y mejor que el ariete alemán, Miroslav Klose que en ataque, no juega tan acompañado.
Conclusión: va a ganar el partido el bloque letal que tiene cada equipo en su alineación, que logre superar al otro.
Messi, Tévez e Higuaín, contra Schweinsteiger, Müller, Ozil y Podolski.
En otro partido de cuartos de final ya pactado, Ghana, el equipo que dio la cara por África, enfrenta a Uruguay, que cuarenta años después volvió a jugar como grande.
Explosión contra prudencia; velocidad ante sabiduría; los de Ghana, campeones mundiales juveniles, contra los grandes astros uruguayos cotizados en Europa: Musiera, Lugano, Pereira, Suárez, Forlán, ante Essien, Muntari, Asamoah, Appiah, el equipo de las estrellas negras que mandó de regreso a casa a los Estados Unidos con Bill Clinton incluido en la lista de pasajeros. Pronóstico reservado.